Nissan recula y elige Barcelona para fabricar el nuevo Almera

Después de más de seis meses de negociación y giros dramáticos inesperados en los que incluso estaba en riesgo el futuro de la factoría de Zona Franca, Nissan ha cambiado de opinión y ha elegido Barcelona para fabricar el nuevo Almera, según han confirmado fuentes de la Generalitat.

El nuevo modelo creará 1.000 puestos de trabajo directos y cerca de otros 3.000 indirectos. La inversión prevista son unos 130 millones de euros y, lo mejor, se despeja el futuro de la planta a medio plazo que había sido cuestionado por la multinacional japonesa.

Nissan había dado por muerto el acuerdo cuando las conversaciones con los sindicatos se rompieron hace un mes por unos flecos que si siquiera eran claves en la negociación para traer el vehículo a Cataluña. Nissan llevaba una semana intentando enfriar los mensajes positivos que se estaban dando desde instituciones públicas, en el sentido de que no todo estaba perdido.

La actuación de las administraciones, en especial la Generalitat, pero también el Ministerio de Industria, ha sido clave para este giro de los acontecimientos, que parecían condenados después de que hace un mes se rompieran las negociaciones por unos flecos en las conversaciones.

Finalmente, el nuevo conseller de Empresa y Ocupación, Felip Puig, forzó un acuerdo primero con los sindicatos y luego con la empresa que estaba condicionado a los que se anuncia hoy: que el nuevo modelo se fabrica en Barcelona. El cambio de postura de Nissan supone una victoria de la política industrial y de la colaboración entre administraciones.

Doble escala salarial

El precio de la operación lo pagan en parte los nuevos contratados, que tendrán que aceptar una nueva escala salarial. En el nuevo acuerdo, Nissan ofrece garantías a los sindicatos miembros del comité de empresa -CCOO, UGT y USOC- de que no utilizará los nuevos trabajadores para relevar a la plantilla veterana, que podrá seguir operando en la planta de Zona Franca.

Con esta decisión de Nissan, el sector de automoción español se sigue librando de los ajustes de producción que se  están produciendo en el resto de Europa. Mientras países como Bélgica o Italia están afrontando cierres de plantas, España se sigue mostrando competitiva para seguir atrayendo inversiones del sector.

Pequeña factoría

La planta de Nissan en Zona Franca de Barcelona es pequeña pero en ella trabajan casi 3.000 personas. Está previsto que el nuevo personal gane un 20% menos que los que ya están en plantilla. La factoría ha sido tradicionalmente una de las más rentables del grupo en Europa, pese a que los costes laborales eran, en comparación, de los más altos de España.