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Otra grande del 'boom' inmobiliario bajo mínimos: Colliers poda su cúpula en España
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LA CONSULTORA DESPIDE A TRES DIRECTORES DE NEGOCIO

Otra grande del 'boom' inmobiliario bajo mínimos: Colliers poda su cúpula en España

La consultora inmobiliaria Colliers está viviendo los momentos más delicados desde que en 2006 empezó a prestar servicios en España. La directora de análisis, Elvira Lizasoain,

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Otra grande del 'boom' inmobiliario bajo mínimos: Colliers poda su cúpula en España

La consultora inmobiliaria Colliers está viviendo los momentos más delicados desde que en 2006 empezó a prestar servicios en España. La directora de análisis, Elvira Lizasoain, el director de corporate, Daniel Zubillaga, y el director de valoraciones, James Allwood, han sido despedidos en los últimos días. El resultado es que la estructura de una de las consultoras más activas durante el ‘boom’ inmobiliario se ha reducido a la mínima expresión.

El gran cliente de Colliers fue Metrovacesa. Fue asesor de la familia Sanahuja en la OPA por la que entonces era una de las mayores inmobiliarias de Europa, participó en la estructuración financiera de los fondos que le permitieron, y asesoró en el acuerdo de separación con la francesa Gecina y la mayor adquisición de un solo edificio en Europa: fue la compra por Metrovacesa de la sede de HSBC en Londres, el inmenso edificio de Norman Foster situado en Canary Warth.

El asalto al trono de la inmobiliaria, hasta entonces ocupado por Joaquín Rivero, terminó de la peor manera para el grupo catalán, que tuvo que ceder a los bancos acreedores el control de la compañía tras el estallido de la burbuja. Un período de crisis en el que Colliers consiguió otro contrato estrella, como el de asesoramiento financiero a Reyal Urbis en su primera refinanciación de deuda bancaria en el otoño de 2008, por un importe superior a 6.000 millones de euros.

Pero desde 2008, la suerte de la oficina española de Colliers en España, que pusieron en marcha los tres exempleados de Aguirre Newman John Sargent, Antonio Pan de Soraluce y Neil Livingstone, y que fue reforzada por ejecutivos de primer nivel como Francisco Ibáñez o Heriberto Teruel –los cinco se repartían el 49,9% del capital que no controlaba Colliers Reino Unido-, procedentes del fondo alemán TMW Pramerica y Deloitte, respectivamente, cambió radicalmente.

Primero fue una demanda interpuesta y ganada por Aguirre Newman contra los tres directivos procedentes de sus filas por captar operaciones para Colliers cuanto aún no habían cambiado de empresa. Luego llegaron los primeros desencuentros entre los directivos españoles, que desembocaron en la salida de Teruel de la copresidencia de la compañía en la primavera de 2008. El siguiente capítulo fue el despido del directivo a comienzos de 2010.

Cuesta abajo imparable

Mientras, la situación del grupo se deteriora hasta el punto de que Colliers Reino Unido quiebra en abril de este año, dejando a la oficina española en una situación de indefensión. Colliers Canadá se queda con el 51% de España por apenas 300.000 libras y amenaza con retirar la licencia para operar en nuestro país si el resto de socios ejerce el derecho de tanteo. Desde ese momento, la caída cuesta abajo de Colliers España es imparable.

John Sargent abandonó la compañía el pasado mes de septiembre, antes de la oleada de despidos que este mes ha dejado reducida la estructura en España a la mínima expresión. Resiste el departamento de residencial que lidera Jorge Pérez Curto, que ha sacado adelante algunas de las mejores promociones de Madrid, como la del antiguo Hotel Mindanao del antiguo Banco Pastor.

Según fuentes solventes, en la compañía se está librando una batalla sin cuartel diaria. La ruptura de los dos socios fundadores que quedan -que junto a Sargent tuvieron que pagar alrededor de 300.000 euros a Aguirre Newman- con Ibáñez es total. El resultado es que una de las consultoras que más y mejor aprovecharon el ‘boom’ inmobiliario en España se encuentra más que tocada.

La consultora inmobiliaria Colliers está viviendo los momentos más delicados desde que en 2006 empezó a prestar servicios en España. La directora de análisis, Elvira Lizasoain, el director de corporate, Daniel Zubillaga, y el director de valoraciones, James Allwood, han sido despedidos en los últimos días. El resultado es que la estructura de una de las consultoras más activas durante el ‘boom’ inmobiliario se ha reducido a la mínima expresión.