El Ibex fía a Bruselas y el BCE la prolongación de su estado de euforia

Extraordinario. Sólo así puede ser catalogado un mes de junio que se ha saldado con una subida del 16,62% en el Ibex 35. ¿Quién da más? Los iluminados que entraran en el mercado español hace una semana han hecho más que sobra el año bursátil gracias a un cierre masivo de posiciones cortas en el mercado español con pocos precedentes en la historia reciente.

La semana, como corresponde a una bolsa de país intervenido que está viviendo los momentos álgidos de la crisis –el día 11 de junio cotizó el rescate de los bancos españoles, el viernes 22 el resultado de las valoraciones independientes sobre los activos inmobiliarios del sistema financiero y este viernes los acuerdos de la cumbre europea que sacan de la cámara de gas a España e Italia- ha sido de locos.

Comenzó de la peor manera con un lunes negro marcado por la caída de los bancos y ha terminado a toda velocidad, con los inversores cotizando con euforia las ayudas directas a la banca española y, sobre todo, que Europa está dispuesta comprar bonos españoles e italianos si las cosas se ponen feas. Aunque hay dudas sobre el proceso, el mercado las ha dejado para otro día.

“Cuando no comes en 15 días y te ponen un plato en la mesa no piensas ni en qué comida te están ofreciendo ni en su calidad. Sencillamente, la engulles hasta que te sacias. La semana que viene será el momento de valorar hasta qué punto te gustó”, asegura un bróker nacional.

A falta de los detalles sobre los acuerdos de la cumbre que deben dar consistencia al movimiento alcista del viernes, la bolsa española afronta la próxima semana en un nuevo escenario, por encima otra vez de los 7.100 puntos y con buena parte de las posiciones cortas más rabiosas, cerradas. Será algo así como una vuelta a la normalidad.

Hay algunos indicios que la fuerte subida de los últimos días puede no ser tan consistente como aparenta. La subida del viernes, la más potente de los dos últimos años, se fraguó con un volumen de negocio de apenas 2.650 millones de euros. Muy poca cosa para una sesión histórica.

Los analistas fían la continuidad del movimiento alcista a que los políticos europeos añadan a los grandes acuerdos del viernes la letra pequeña necesaria para dotarlos de credibilidad. Y también, cómo no, a la reunión en la que el jueves el Banco Central Europeo (BCE) podría decidir rebajar el precio oficial del dinero incluso –según algunos analistas muy agresivos- 50 puntos básicos. Una medida que podría dotar a las bolsas del plus de gasolina suficiente para seguir su camino ascendente.

Pero por el camino mandarán los nervios, la volatilidad y, si los inversores más conspicuos detectan cualquier prueba de debilidad de las autoridades europeas en la implementación de las medidas, algún susto que otro. La semana también dejará datos macro de interés. En Estados Unidos lo más relevante será el dato de empleo de junio, el jueves, y los ISM manufacturero y de servicios, el lunes y el jueves respectivamente.