España presentará en Bruselas un plan de reestructuración bancaria en julio

España pagará entre un 3% y un 4% de tipo de interés por la línea de crédito que establecerá el Fondo de Estabilidad Europeo para rescatar a la banca española a través del FROB, según han señalado fuentes financieras conocedoras de las negociaciones entre el Gobierno español y el Eurogrupo.

Esta horquilla es una estimación que dependerá de las condiciones de mercado en las que el Fondo de Estabilidad emita los bonos con los que se cubrirá esta línea de crédito de hasta 100.000 millones, por lo que el tipo definitivo no se podrá saber hasta que estas emisiones se coloquen en los mercados.

En cualquier caso, como señaló el ministro de Economía, Luis de Guindos, se trata de condiciones " muy favorables" si se comparan con el más de un 5% que está pagando Irlanda por los fondos que ha recibido de la UE y del FMI desde que no pudo hacer frente al salvamento del Allied Irish Bank. Irlanda está intentando reducir este coste pero países como Francia se niegan si el Ejecutivo irlandés sigue sin subir algunos impuestos.

España deberá presentar un plan de reestructuración bancaria a Bruselas para detallar cómo quedará el sector financiero español que recibirá las ayudas de los 100.000 millones de línea de crédito que ha habilitado la UE para el rescate, según han confirmado fuentes financieras y políticas dependientes de autoridades comunitarias.

Este plan se presentará a finales de julio, cuando hayan finalizado las grandes revisiones contables para el sector que el Banco de España ha encargado a la cuatro grandes firmas de auditoría en calidad de segunda opinión para complementar el análisis que hayan llevado a cabo previamente las consultoras independientes Roland Berger y Oliver Wyman.

Este plan de reestructuración bancario deberá concretar medidas como las necesidades de capitalización de cada entidad que se beneficie de los fondos del FROB, las medidas que se tomarán en términos de cierre de sucursales, reducción de balance por diversas vías -como la venta de participadas-, limitaciones a la política de gestión -evitando, por ejemplo, que se entre en guerras de pasivo- relevo de cúpulas directivas o reducciones de dividendo, entre otras.

Tras estas auditorías, también se prevé que el sector tenga que hacer frente a nuevas exigencias de provisiones bancarias, un nuevo decreto De Guindos III, en previsión de que se detecten nuevos deterioros de activos. Las provisiones también se especificarán en el nuevo plan de reestructuración y podrían afectar no sólo a las entidades rescatadas sino también al conjunto del sector.

Mecanismos europeos

El plan de reestructuración se tiene que presentar ante el Eurogrupo, que preside Jean Claude Juncker y que integra a los ministros de Economía de la Unión Monetaria. Según fuentes de la UE, la Comisión Europea deberá dar luz verde a las inyecciones de capital que reciba cada banco, a través de las autoridades de competencia comunitaria.

España ya se había comprometido a presentar este plan a las autoridades de Bruselas antes de solicitar el rescate, pero ahora esta hoja de ruta será clave a la hora de que la UE ejerza su tutela sobre cómo disponga el FROB de la línea de crédito de la UE.

Aval del Estado

Estas ayudas suponen un aval del Estado español, con lo que acaba aumentando la deuda. En su ejecución al volverse capital aumentará la nacionalización de bancos que ya se ha producido en entidades como Bankia, CatalunyaCaixa y NovaCaixa Galicia y que podría extenderse a otros bancos. El Gobierno siempre ha cifrado en el 30% la parte del sector financiero que precisa recapitalizarse.