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BBVA busca comprador para sus activos inmobiliarios adjudicados
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UNA CARTERA POR VALOR DE 1.500 MILLONES

BBVA busca comprador para sus activos inmobiliarios adjudicados

La limpieza en el seno de las entidades financieras sigue su curso. En el caso del BBVA, su proceso de poda de los activos no rentables

Foto: BBVA busca comprador para sus activos inmobiliarios adjudicados
BBVA busca comprador para sus activos inmobiliarios adjudicados

La limpieza en el seno de las entidades financieras sigue su curso. En el caso del BBVA, su proceso de poda de los activos no rentables se llama 'Operación Camelia' y forma parte de un plan para depurar su balance de créditos morosos y activos inmobiliarios adjudicados que podría llegar hasta los 4.000 millones de euros. Este plan, que comenzó a gestarse a finales del año pasado, todavía en está en fase incipiente, pero la entidad que preside Francisco González ya está sondeando el mercado para ver qué tipo de aceptación hay entre los inversores para pujar por estos activos.

De acuerdo con fuentes financieras, BBVA ha decidido trocear toda la cartera a la venta en distintos paquetes, dependiendo de la tipología de los activos. El lote previsto para los adjudicados inmobiliarios, es decir, los bienes (casas, promociones, suelos…) tomados como pago por deudas incobrables era inicialmente de 400 millones de euros, pero la entidad ha decidido elevar esta cantidad hasta los 1.500 millones después de comprobar el interés existente entre los fondos de inversión especializados por operaciones de gran volumen para este tipo de activos.

En este sentido, la 'Operación Camelia' coincide con el proceso de ajuste del balance puesto en marcha por el Banco Santander con la 'Operación Escudería' o por La Caixa con 'Operación Galaxy'. En el caso del BBVA, las opciones que baraja Pedro Urresti, encargado de coordinar esta tarea, son varias, desde la titulización de créditos a la venta directa de carteras de crédito o de adjudicados, aunque esta opción, mucho más agresiva en precio, está determinada por el nivel de provisiones que haya realizado ya en el balance para cubrir el deterioro potencial del valor inicial.

Precisamente, las recientes exigencias de nuevas provisiones impulsadas por el Gobierno en los meses de febrero y mayo para sanear los activos vinculados al sector inmobiliario del sector financiero, tanto los tóxicos como los que todavía se consideran sanos, van a obligar al BBVA a dedicar algo más de otros 4.000 millones de euros para ajustar su balance al nuevo marco regulatorio. Este esfuerzo de capital va a precipitar la ejecución de estas operaciones de desinversión que están en marcha, al permitir entrada de ingresos (si no es a pérdida) y reducir consumo de capital.

Hasta la fecha, los activos más fáciles de vender están siendo las carteras de impagados o NPL (non performing loans) de créditos al consumo o las de préstamos hipotecarios, los favoritos para compradores como los fondos de inversión Cerberus, Fortress o Lone Star. Banco Santander, de momento, se ha deshecho de dos lotes por valor inicial de casi 1.500 millones, aunque la entidad de Emilio Botín ha tenido que ofrecer unos descuentos muy grandes, hasta el punto de llegar a vender con pérdidas en alguno de los casos, dado que el nivel de provisiones no cubría el porcentaje de la rebaja efectuada.

La limpieza en el seno de las entidades financieras sigue su curso. En el caso del BBVA, su proceso de poda de los activos no rentables se llama 'Operación Camelia' y forma parte de un plan para depurar su balance de créditos morosos y activos inmobiliarios adjudicados que podría llegar hasta los 4.000 millones de euros. Este plan, que comenzó a gestarse a finales del año pasado, todavía en está en fase incipiente, pero la entidad que preside Francisco González ya está sondeando el mercado para ver qué tipo de aceptación hay entre los inversores para pujar por estos activos.