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La recesión hunde los ingresos fiscales y abre el boquete del déficit
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EL RETROCESO DE LA MASA SALARIAL PASA FACTURA AL IMPUESTO SOBRE LA RENTA

La recesión hunde los ingresos fiscales y abre el boquete del déficit

Los datos son todavía muy preliminares, pero ya son suficientemente representativos. Y reflejan que el enfriamiento de la actividad económica está teniendo efectos devastadores sobre la

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La recesión hunde los ingresos fiscales y abre el boquete del déficit

Los datos son todavía muy preliminares, pero ya son suficientemente representativos. Y reflejan que el enfriamiento de la actividad económica está teniendo efectos devastadores sobre la recaudación del sector público. Tanto del Estado como de las comunidades autónomas.

¿La causa? La caída del consumo y la destrucción de empleo, que se traduce en menores ingresos por IVA y por IRPF, que son la columna vertebral del sistema tributario. El Impuesto de Sociedades no les va a la zaga y los resultados que estos días presentan las empresas cotizadas muestran una fuerte caída de los beneficios, con especial intensidad en la segunda mitad del año pasado. Algo parecido sucede con los impuestos especiales, que no levantan cabeza pese a la subida de los tipos impositivos. Los impuestos especiales sobre labores del tabaco están cayendo a un ritmo del -21,1% y los que gravan los hidrocarburos, un -8% (hasta noviembre)

En palabras de Ángel Laborda, director de coyuntura de Funcas, lo relevante no es sólo que España haya entrado en recesión, sino, la composición del Producto Interior Bruto (PIB), que, en su opinión, “juega en contra de los ingresos”. En particular por el retroceso de la demanda interna, que es de donde se nutre la recaudación tributaria.

Y lo que dicen las cifras oficiales   es que las ventas en grandes empresas están cayendo a un ritmo anual del 6,5% (diciembre de 2011) y el comercio al por menor se contrae un 4,1%. En el caso de los productos no alimenticios, el retroceso es del -8,6%; mientras que el número de hipotecas constituidas (que afecta tanto al IVA como al Impuesto de Transmisiones Patrimoniales) está cayendo un 8,8% en términos anuales. Desde el lado de los impuestos especiales, las cosas no van mejor. El consumo de gasolina está descendiendo un 6,7%, mientras que el de gasóleo retrocede un 7,4%. Incluso el consumo de energía (con datos ya correspondientes a enero de este año) está cayendo un 2,5% en términos anuales.

El caso del IRPF es, sin embargo, el más elocuente. Aunque el Gobierno ha elevado los tipos impositivos para aumentar la recaudación, tanto la destrucción de empleo como la reducción de la masa salarial total, actúan en sentido contrario a la hora de aumentar los ingresos. El consenso de los analistas sitúa la destrucción de empleo en el 2,7% en 2012 (unos 500.000 puestos de trabajo) y las nominas apenas crecerán este año. Incluso en términos globales es probable que hasta bajen por la pérdida de puestos de trabajo.

Menores salarios, menores recaudación 

El anterior Gobierno había estimado un aumento de la masa salarial en el entorno del 2%, y con este presupuesto elaboró el escenario de consolidación fiscal, pero es muy probable que sea bastante inferior después de la reforma laboral aprobada por el Gobierno, que facilita a las empresas una revisión a la baja de los salarios. Y menores sueldos pasan factura a Hacienda. De hecho, la masa salarial total (346.548 millones de euros) ha caído un 6% entre 2009 y 2010, principalmente por la elevada destrucción de empleo y, en menor medida, por la rebaja de sueldos.

El año 2011, en este sentido, es sintomático. Con datos de la Agencia Tributaria hasta noviembre, la rebaja en un 5% de los sueldos en el sector público, ha supuesto que la recaudación en el IRPF haya caído en nada menos que 915 millones de euros. Dinero que ha dejado de ingresar Hacienda por los menores salarios. Al contrario, la subida del IRPF para los ‘ricos’ (quienes ingresaran más de 120.000 euros al año) ha supuesto, apenas, unos ingresos adicionales de 138 millones de euros.

Ni siquiera la inflación -que provoca una subida en frío de la presión fiscal si no se deflactan las tarifas- ayuda a aumentar la recaudación.  El servicio de estudios del BBVA ha estimado que el PIB nominal (con inflación) crecerá este año sólo un 0,1%. Y sin crecimiento nominal de la economía no suben los ingresos fiscales.

Los datos son todavía muy preliminares, pero ya son suficientemente representativos. Y reflejan que el enfriamiento de la actividad económica está teniendo efectos devastadores sobre la recaudación del sector público. Tanto del Estado como de las comunidades autónomas.