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El BCE reclama a España un recorte del gasto público de 30.000 millones de euros en tres años
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PIDE QUE EL AJUSTE SE INTENSIFIQUE EN 2011

El BCE reclama a España un recorte del gasto público de 30.000 millones de euros en tres años

El Banco Central Europeo (BCE) ha echado cuentas sobre el ajuste fiscal que deben hacer España -y el resto de países con elevados déficit fiscales- para

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El BCE reclama a España un recorte del gasto público de 30.000 millones de euros en tres años

El Banco Central Europeo (BCE) ha echado cuentas sobre el ajuste fiscal que deben hacer España -y el resto de países con elevados déficit fiscales- para cumplir con sus compromisos de estabilidad presupuestaria en los plazos previstos. Y su conclusión, en el caso español, no puede ser más contundente. Si el Gobierno quiere lograr rebajar el déficit público hasta el 3% del PIB en 2012 (como ha pactado con Bruselas), debe recortar el gasto público en “al menos” 30.000 millones de euros

Dicho en otros términos y en palabras del BCE,  “el ajuste estructural anual debería ser de al menos el 1% del PIB para asegurar una corrección rápida de los déficit excesivos y contener los riesgos para la sostenibilidad presupuestaria”. El volumen del ajuste puede parecer pequeño teniendo en cuenta el abultado desequilibrio fiscal español (en torno al 10% del PIB este año), pero hay que tener en cuenta que el BCE se refiere únicamente al déficit público “estructural”. Es decir, aquel que se ha generado independientemente de la posición cíclica de la economía. Se trata, por lo tanto, del más difícil de eliminar en cualquier economía.

Ese 1% de ajuste va mucho más allá de lo que establece el propio Pacto de Estabilidad y Crecimiento suscrito por España, que establece que los esfuerzos de saneamiento deben ser equivalentes al 0,5% del PIB durante cada año en que se aplique el recorte del gasto.

El BCE pone fechas en su Boletín Económico del mes de septiembre, y deja bien claro que el proceso de ajuste estructural debería comenzar “a más tardar” con el inicio de la recuperación económica. Es más, sugiere que los esfuerzos de consolidación fiscal -el ajuste del gasto público- se deben intensificar a lo largo de 2011, un año antes de las próximas elecciones generales, lo cual complica las cosas por razones obvias. El BCE sostiene que los límites temporales deben respetarse “en lugar de convertirse en objetivos móviles que se van desplazando”. Es decir, que no caben retrasos respecto de los calendarios pactados.

Procedimientos por déficit excesivo

La Comisión Europea ya ha abierto procedimientos por déficit excesivo contra cuatro países de la zona del euro, concretamente contra Grecia (con un plazo límite para corregir el déficit en el 2010), Francia, España (ambos con plazo límite en el 2012) e Irlanda (con plazo límite en el 2013). El Ecofin, igualmente, dio un límite a Malta hasta el 2010 para situar su déficit por debajo del 3% del PIB.

La presión del BCE para que se cumplan los plazos de consolidación fiscal sugiere el comienzo de una dura batalla entre los países con déficit excesivo y las autoridades de Bruselas y Francfort. En alguna ocasión dirigentes europeos han sugerido la necesidad de flexibilizar los calendarios, pero por el momento nadie se ha atrevido a plantearlo de una forma abierta. La vicepresidenta segunda, Elena Salgado, ha reiterado en sus últimas comparecencias que España cumplirá los plazos, pero no parece fácil ese objetivo habida cuenta de que las nubes de la recesión no se disiparán hasta la segunda mitad del año 2010. Y hay que recordar que todos los organismos económicos internacionales han insistido en las últimas fechas en que ningún Gobierno debe retirar las medidas de estímulo fiscal antes de que se consolide la recuperación. Algo que hoy por hoy se antoja lejano.

En el caso español, el calendario se complica por la convocatoria electoral de marzo de 2012, salvo que el Ejecutivo decidiera adelantar los comicios para evitar el duro recorte del gasto público, que exige bajar el déficit fiscal del 10-12% el año próximo al 3% en apenas un trienio.

El ajuste español, en todo caso, será el más intenso de todos los grandes países europeos. Las previsiones gubernamentales calculan que el déficit público alemán se situará en 2010 en el 6% del PIB, mientras que en Francia se prevé un 7,5%, y un 5% en Italia. Lejos, de cualquier manera, del 9,5% que calcula el Gobierno español de desequilibrio fiscal.

Lo más preocupante, con todo, es que la mayor parte de ese déficit tiene carácter estructural, lo que significa que aunque la economía se recuperara de forma expeditiva en los próximos trimestres –algo que hoy por hoy no se considera factible- el desequilibrio entre ingresos y gastos se mantendría, salvo un duro recorte presupuestario.  No parece probable que las haciendas públicas puedan volver a beneficiarse a corto y medio plazo de los enormes ingresos que tuvieron durante el boom del ladrillo. El Servicio de Estudios del BBVA ha calculado que el déficit presupuestario de carácter estructural en 2009 se situará en España en ocho puntos porcentuales del PIB.

Según sus palabras, la mayor parte de la disminución de ingresos “no está causada por el funcionamiento habitual de los estabilizadores automáticos [desempleo], y, por lo tanto tiene carácter estructural, debido a unos ingresos extraordinarios entre 2004 y 2007 que no son recuperables en los próximos años

El Banco Central Europeo (BCE) ha echado cuentas sobre el ajuste fiscal que deben hacer España -y el resto de países con elevados déficit fiscales- para cumplir con sus compromisos de estabilidad presupuestaria en los plazos previstos. Y su conclusión, en el caso español, no puede ser más contundente. Si el Gobierno quiere lograr rebajar el déficit público hasta el 3% del PIB en 2012 (como ha pactado con Bruselas), debe recortar el gasto público en “al menos” 30.000 millones de euros

PIB Banco Central Europeo (BCE) Elena Salgado