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El mejor Nadal está de vuelta: borda el tenis frente a Anderson para clasificarse a cuartos
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IMPORTANTE VICTORIA EN AUSTRALIA (7-5, 6-1 Y 6-4)

El mejor Nadal está de vuelta: borda el tenis frente a Anderson para clasificarse a cuartos

Rafa Nadal dio un golpe de autoridad en el Open de Australir tras aplastar a Kevin Anderson en tres sets en uno de los mejores partido del español (7-5, 6-1 y 6-4)

Foto: Rafa Nadal se mete a los cuartos de final del Open de Australia por la puerta grande.
Rafa Nadal se mete a los cuartos de final del Open de Australia por la puerta grande.

Rafa Nadal dio un golpe de autoridad en el Open de Australia tras aplastar a Kevin Anderson en tres sets (7-4, 6-1 y 6-4). El tenista español no sólo firmó uno de sus partidos más brillantes en lo que va de torneo, sino que se coló en los cuartos de final mandando un aviso a navegantes: el mejor Nadal está de vuelta y no se va a conformar con otro resultado que no sea luchar por el título. Nadal era consciente de la dificultad que entrañaba este partido, pues jugar en una pista tan rápida como la Rod Laver ante un 'pegador' como el sudafricano no iba a ser nada fácil. Pero el tenista nacional dio una nueva lección.

No se trataba de un partido cualquiera, pues Anderson iba a ser una verdadera prueba de fuego: para acabar con un jugador con un saque tan potente, ante lo que realmente sufre el español, Nadal iba a tener que jugar su tenis más inteligente. Y así fue, pues fue capaz de desarbolar al sudafricano convirtiéndose en un muro: su capacidad para devolver todo tipo de bolas al resto y su clara mejora con el servicio le sirvieron para colarse en los cuartos del torneo. Ahora, el español empieza a soñar con todo, pues el nivel de confianza y de tenis que ha adquirido a lo largo de los partidos le convierten en uno de los favoritos.

El español llegaba a Australia con serias dudas, consciente de que su falta de ritmo le iba a dificultar avanzar en el torneo. Su objetivo era seguir avanzando partidos para ir recuperando su tenis con el paso de los días, y así lo ha hecho: la victoria sobre Youzhny, el milagro ante Smyczek y su paseo ante Sela le llenaron de confianza, la misma que demostró ante Anderson. "Si soy capaz de ganar este partido, estaremos hablando de que se me abren las puertas del torneo", aseguraba antes del partido ante el sudafricano: es decir, el español va a por todas. Sobre todo, tras su gran partido en octavos.

Nadal saltó a la pista consciente de que el partido ante Anderson no iba a ser nada sencillo. Derrotar a un experto sacador, con servicios cercanos a los 210 kilómetros por hora, iba a obligarle a jugar su partido más inteligente, en el que tenía que estar muy fino si quería meterse en los cuartos de final del torneo. Y así fue, pues el sudafricano comenzó muy serio el partido, obligando al balear a olvidarse de su estilo de juego para encontrar su versión más defensiva y, a la vez, más efectiva para conseguir desactivar a Anderson: Nadal estaba obligado a buscar la manera de frenar el ímpetu de su rival.

Consciente de que durante el primer set iba a sufrir, el español mostró su mejor versión en lo que va de torneo. Y no tanto por su brillantez como por su inteligencia y su capacidad para ser consciente de que cada bola contaba. El español se las vio y se las deseó para sacar adelante sus servicios, pues Anderson pegaba muy duro y le hacía sufrir: tanto, que tuvo hasta seis bolas de 'break' que el español consiguió salvar. Consciente de que contaba con menos potencia que su rival y de que iba a pasarlo mal, Nadal supo mostrar su versión más aguerrida para minar la moral de su rival.

Salvando su servicio a duras penas, el español sabía que no podía permitirse un 'break' en contra, pues sería harto complicado recuperar la desventaja ante el sudafricano, que con su gran saque y la confianza que ganaría, se haría muy peligroso. Nadal sabía que tenía que salvar cada servicio y, en cuanto pudiera, aprovechar su oportunidad. Y así lo hizo: a pesar de sumar muy pocos puntos al resto durante el primer set, supo dar el do de pecho en el momento definitivo: con 6 a 5 en el marcador, se ponía con sus dos primeras bolas de break, aprovechando la segunda para llevarse la primera manga (7-5).

El español se animaba tras conseguir una primera manga muy trabajada, que le servía para cambiar el partido de manera definitiva. Nadal sabía que si Anderson se ponía por delante, iba a ser muy difícil dar la vuelta al choque. Por ello, la victoria en el parcial tuvo mucho más valor, pues no sólo le permitió dar un paso adelante, sino que desarmó al sudafricano, tal y como se demostró en el segundo set. Un Nadal crecido pasó por encima de Anderson como un vendaval, al que rompió el saque en varias ocasiones para llevarse el parcial con facilidad. Nada que ver con la primera manga (6-1).

Con un Nadal pleno de confianza y un Anderson desmoralizado, el español volvió a dar un golpe de autoridad a las primeras de cambio, para volver a romper el saque de su rival en el tercer juego. De ahí en adelante, a Nadal le sirvió mantener su servicio para meterse a los cuartos de final firmando el tenis más brillante y efectivo en lo que va de torneo (6-4). Ahora, el español se medirá en los cuartos de final de Australia a Tomas Berdych, pero lo que está claro es que el mejor Nadal está de vuelta y apunta alto: no se conformará con otro resultado que no sea luchar por el título.

Rafa Nadal dio un golpe de autoridad en el Open de Australia tras aplastar a Kevin Anderson en tres sets (7-4, 6-1 y 6-4). El tenista español no sólo firmó uno de sus partidos más brillantes en lo que va de torneo, sino que se coló en los cuartos de final mandando un aviso a navegantes: el mejor Nadal está de vuelta y no se va a conformar con otro resultado que no sea luchar por el título. Nadal era consciente de la dificultad que entrañaba este partido, pues jugar en una pista tan rápida como la Rod Laver ante un 'pegador' como el sudafricano no iba a ser nada fácil. Pero el tenista nacional dio una nueva lección.

Rafa Nadal