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Toutai Kefu, el seleccionador de Tonga ya sabe lo que es arrasar a España en el Central
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ambas selecciones se miden a las 16.00 horas

Toutai Kefu, el seleccionador de Tonga ya sabe lo que es arrasar a España en el Central

Campeón del mundo con Australia, formó parte de los Wallabies en un partido histórico para el rugby español. Hoy dirige a los tonganos, un equipo fuerte, rápido y que quiere estar en Japón

Foto: La selección de Tonga, con Kefu en el medio, posa en la Complutense (Itxaso González)
La selección de Tonga, con Kefu en el medio, posa en la Complutense (Itxaso González)
Foto: La selección tiene un gran partido por delante (FERugby.es).

Aquella tarde de 2001 los aficionados no iban engañados al Central de la Complutense. Sabían que, por más ánimos que diesen, la tarde estaba predestinada a una derrota. Sería, siempre, algo amable, por amplio que fuese el resultado, porque aquello no era tanto una cuestión de un marcador como de un hecho, la existencia misma de aquel partido. Llegaba Australia, flamante campeona del mundo, que dos años antes se había hecho con la Webb Ellis Cup en el novísimo estadio Millenium de Cardiff.

Era la primera vez que el XV del León se iba a enfrentar al vigente campeón mundial. Es algo que no se ha vuelto a repetir. El rugby es un deporte en construcción en España, de pasos cortos en los que cuestiones como estas se convierten en un hito, un motivo de orgullo en la familia. Aquella tarde de noviembre, con sol y frío, llegó Australia con su equipo de gala. Entre ellos, y con el ocho como dorsal, estaba Toutai Kefu. 191 centímetros, espaldas anchas y la sonrisa cosida en la boca. Ahora, 15 años después, vuelve al lugar del crimen.

"Me acuerdo del estadio por la construcción que tiene", cuenta a El Confidencial Kefu. 60 veces internacional con su país, llegó a jugar en los Barbarians, esa selección mundial que prima el hermanamiento de países en un deporte en el que todo parece hecho como excusa para la amistad. En aquella final de Cardiff estuvo los 80 minutos sobre el césped, ayudando a los Wallabies a lograr su segundo, y por el momento último, título mundial. Un coloso que, consecuentemente, ha jugado en estadios con decenas de miles de personas animando, lugares míticos como Twickenham o Murrayfield. Sitios que en poco se parecen al recoleto Central de la Complutense, el mayor centro de rugby de España con una capacidad para 8.000 personas. Se acuerda, a pesar de todo.

(vídeo: Itxaso González)

"Lo que no me viene a la memoria es dónde nos quedábamos a dormir, en Madrid, supongo", explica el ahora técnico de Tonga. No es un desconocido en el país, de esos paracaidistas que se fichan para ayudar a la selección sin haber visitado nunca el lugar. Él, de hecho, es tongano de nacimiento. "Pero crecí en Australia, estuve allí desde los tres años e hice toda mi vida allí. Fui afortunado de poder representar a los Wallabies", cuenta el enorme Kefu.

La opción de entrenar a Tonga le llegó en mayo de este año y no lo dudó. "Me han dado una oportunidad importante para mi carrera de entrenador y he decidido tomarla, con suerte podremos estar en el Mundial de Japón", razona sereno el seleccionador del equipo de las Águilas del Mar.

Aquel hispano-neozelandés...

Vuelven los recuerdos de aquel noviembre de 2001. No solo le ha venido a la cabeza el estadio, también algunos lances del partido. "Uno de los jugadores españoles era neozelandés [Tuienau] y me acuerdo de él porque estuvimos hablando un rato cuando terminamos", rememora el seleccionador tongano. Aquella conversación que hoy le viene a la cabeza no es más que la traducción de una lógica del deporte del oval, los rivales son rivales, pero también amigos. "Ya sabes, de eso es de lo que va el rugby, de jugar con otras naciones y compartir vivencias, esa es carácter distintivo que funciona en nosotros", explica, en una frase que bien podría firmar cualquier 'rugbier'.

En su hoja de trabajo está, por supuesto, conocer bien a los rivales. La semana que viene, el domingo, se enfrentará en Anoeta a los Estados Unidos, pero antes tiene cita con España. Así ve el XV del león todo un campeón del mundo. "Creo que, como los italianos, tiene un juego muy francés", explica. "Es un equipo muy apasionado en su manera de jugar, he visto algunos partidos suyos y se nota que han tenido un progreso en los dos últimos años, han subido el nivel", analiza Kefu. También señala la importancia que tiene para el rugby del país que los dos equipos de seven, femenino y masculino, pudieran entrar en los últimos Juegos Olímpicos: "He visto mucho interés por el deporte, los chicos tienen entusiasmo por jugar con España".

Le ha dado tiempo suficiente a impregnarse de la cultura española, no en vano lleva 15 días en Madrid y le espera una semana más en San Sebastián. Estos partidos son importantes porque en el rugby las fechas son siempre escasas y no hay demasiado tiempo para juntarse. El objetivo de los suyos es volver al Mundial, algo que han logrado en siete de las ocho veces que se ha disputado. "No nos hemos clasificado aún, pero espero que el año que viene, con suerte, podamos hacerlo", narra.

placeholder Toutai Kefu (Itxaso González)
Toutai Kefu (Itxaso González)

Para lograrlo tiene un equipo muy competitivo, con una mayoría de jugadores enrolados en equipos europeos y neozelandeses. Kefu explica en qué debe de fijarse quien vaya al Central a verles. "Tenemos muy buenos tres cuartos, con mucha habilidad", señala, "además, los tonganos somos naturalmente muy físicos, y así es como jugamos, espero que quien venga vea un equipo simple y directo en su manera de jugar".

De nuevo 2001, de nuevo en el Central, aquella tarde con Australia. Fue un partido histórico, pero ¿qué pasó? Lo esperado. Aún hoy continua como la derrota más abultada que jamás recibió España, un contundente 10-92 que marcaba la distancia entre ambos equipos, y eso que el XV del León venía de jugar su primer y, por el momento último, Mundial. Las crónicas de la época son benignas con el desarrollo del partido. "Dulce paliza", decía el 'As'. "KO digno", se explayaba 'Mundo Deportivo'. Hubo un ensayo español y durante la segunda parte consiguieron durante un rato aplacar la furia de los Wallabies. Kefu no recuerda tanto, ni siquiera le viene a la memoria el ensayo que logró y que puso el marcador en 3-57. Ahora vuelve a aquel lugar, al Central, con su arquitectura curiosa y la memoria de aquel neozelandés con quien estuvo charlando un rato.

Foto: La selección tiene un gran partido por delante (FERugby.es).

Aquella tarde de 2001 los aficionados no iban engañados al Central de la Complutense. Sabían que, por más ánimos que diesen, la tarde estaba predestinada a una derrota. Sería, siempre, algo amable, por amplio que fuese el resultado, porque aquello no era tanto una cuestión de un marcador como de un hecho, la existencia misma de aquel partido. Llegaba Australia, flamante campeona del mundo, que dos años antes se había hecho con la Webb Ellis Cup en el novísimo estadio Millenium de Cardiff.

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