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SEGUNDA VICTORIA DEL ITALIANO EN MOTOGP

Moto GP Argentina: Rossi dio a Márquez su propia medicina

Valentino dio una nueva lección de pilotaje, cargado de experiencia y razones para considerarle el Maradona de las dos ruedas. Y así celebró su victoria: con la camiseta del 'diez' argentino en el podio

Foto: Valentino Rossi celebra su segunda victoria en Argentina (Reuters).
Valentino Rossi celebra su segunda victoria en Argentina (Reuters).

Marc Márquez se la jugó y lo hizo ante el peor rival posible: su maestro, Valentino Rossi. El piloto de Repsol Honda montó neumáticos duros y por ello decidió tirar desde el principio y la estrategia le funcionó hasta que sus ruedas y el italiano quisieron. Con gomas extra duras en su Yamaha, forjó una remontada que le llevó desde el octavo puesto hasta lo más alto del podio. Valentino dio una nueva lección de pilotaje, cargado de experiencia, buenas maneras y razones para considerarle el Maradona de las dos ruedas. Lució la camiseta del ‘diez’ argentino y una sonrisa tan enorme que ni el incidente con Marc podía borrar: un toque a dos vueltas del final acabó con el español por los suelos. Un lance de carrera; Rossi hizo que Márquez probase su propia medicina.

La estrategia de Valentino comenzó mucho antes de que los semáforos de Termas del Río Hondo se apagasen. El italiano es gallina vieja y sabe perfectamente cómo funciona el paddock así que antes de que empezase la acción se quitó la presión y la llevó hasta el box de Repsol. El líder de MotoGP, el nueve veces campeón del mundo, comentó ante la prensa que uno de los objetivos de este fin de semana podría ser estar más cerca de Márquez recordando que la temporada pasada el español dominó de principio a fin sin oposición alguna. Teniendo en cuenta que era Marc el que estaba obligado a acercarse a Rossi, éste recalcó que el actual campeón era el favorito en Argentina y éste le contestó en la pista: tanto en los libres como en la clasificación siempre estuvo por delante del ‘46’ de Yamaha.

Márquez recordó por qué la estrategia había sido una de las claves en su segundo título de MotoGP. Lo hizo el sábado con la pole en juego y entrando dos veces a su box para usar tres juegos de neumáticos traseros. Y es que esta era la clave de la cita en Termas del Río Hondo. Con una pista tan agresiva para las ruedas, la elección era vital. Ahí empezó a marcar las diferencias Rossi: optó por los extra duros mientras que el de Honda se decantó por los duros. Ni los neumáticos ni Márquez aguantaron el tipo ante un Valentino que dejó el señorío y la elegancia para otra ocasión. La batalla estaba servida, la victoria en juego y Marc probó su propia medicina: igual que otras veces, hubo toques en una curva, pero esta vez fue el de Cervera el que acabó por los suelos. El triunfo, el liderato y los puntos se esfumaron. Injusticia lo llaman.

“Valentino es mucho Valentino”

El incidente no pasó desapercibido e, incluso, Dirección de Carrera decidió investigarlo para dirimir que se trataba de un incidente de la prueba y no habría medidas. El viernes Márquez comentaba que tanto él como Rossi saben “diferenciar muy bien la rivalidad en pista” para que su amistad permanezca intacta. Dos días después de estas declaraciones, el italiano lamentaba en el ‘parc fermé’ el incidente: “Me disgusta que se haya caído porque me hubiera gustado llegar con él hasta el final; ha sido una lástima porque ha sido una bonita batalla. Él me tocó en el centro y en la salida de la curva, no vi nada aunque sentí el toque. Espero que esté bien”. Marc quitó hierro a lo vivido con un punto de ironía: “Lo dejaría en un lance de carrera. Valentino es mucho Valentino, siempre ha sido un héroe para mí, un referente y en cada carrera se aprende cosas”.

Las gradas del trazado argentino se dividían para animar a los pilotos de la parrilla de MotoGP, y en ese aliento se distinguió una pancarta dedicada a Valentino: “El viento es viejo y todavía sigue soplando”. No hay refrán que defina mejor el momento que vive el italiano. Con 36 años, Rossi tiene cuerda para rato: “Ha sido un gran carrera, tenía ritmo y estoy muy feliz. De tres carreras, hemos ganado dos (Qatar y Argentina) y en la otra (Austin) hemos sido competitivos y hemos subido al podio. Esta victoria era importante para el campeonato”. En plena euforia y estado de gracia, Valentino reconocía que le gustaría “seguir así hasta el final” aunque hay un detalle que quiere cambiar: “En ambas victorias he salido desde la octava plaza, me gustaría hacerlo desde posiciones más adelantadas porque es más fácil”.

En Argentina, Rossi no sólo golpeó el Mundial sino que aprovechó para darse un baño de masas. Conocida es la pasión que destilan los aficionados de dicho país sudamericano, pero el idilio con Valentino alcanzó cotas inimaginables cuando decidió celebrar su segunda victoria de manera especial. El italiano no se lo pensó dos veces y se enfundó la camiseta de Maradona encima de su mono. Un homenaje al futbolista que en una ocasión le besó las manos, gesto que el piloto de Yamaha le devolvió besándole el pie izquierdo: “Es el héroe de todos. El año pasado la traje, pero no me la pude poner porque no subí al podio. Esta vez sí”. Valentino Rossi se señaló el diez que figuraba en su espalda, el mismo número de Mundiales que podría sumar si gana el que está en juego.

Marc Márquez se la jugó y lo hizo ante el peor rival posible: su maestro, Valentino Rossi. El piloto de Repsol Honda montó neumáticos duros y por ello decidió tirar desde el principio y la estrategia le funcionó hasta que sus ruedas y el italiano quisieron. Con gomas extra duras en su Yamaha, forjó una remontada que le llevó desde el octavo puesto hasta lo más alto del podio. Valentino dio una nueva lección de pilotaje, cargado de experiencia, buenas maneras y razones para considerarle el Maradona de las dos ruedas. Lució la camiseta del ‘diez’ argentino y una sonrisa tan enorme que ni el incidente con Marc podía borrar: un toque a dos vueltas del final acabó con el español por los suelos. Un lance de carrera; Rossi hizo que Márquez probase su propia medicina.

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