La afición del Valencia perdona a Parejo y concentra sus críticas en Peter Lim

Leganés se convirtió en un nido de noticias positivas para el Valencia. Diego Alves pasó a ser el mayor parapenaltis de historia de LaLiga Santander, el conjunto ché comenzó a carburar tras cuatro derrotas seguidas y Dani Parejo, uno de los objetivos de todas las críticas valencianistas, pareció recibir el perdón de la grada después de un año de relación complicada.

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Tras la victoria en Butarque (1-2), los jugadores valencianistas se acercaron a sus aficionados y ellos solo coreaban un nombre, "Dani Parejo". Punto y final a los pitos y las persecuciones de una afición siempre exigente con sus jugadores. Se acabó el salir de jugar y ser esperado por decenas de aficionados para ser insultado. Su explosión en los micrófonos de la cadena Cope, cuando dijo que delante de su familia le llamaban perro cuando iba por la calle, parece haber causado efecto en la afición ché. Al menos, de momento.

La comunión con los jugadores, inexistente desde hace un año en Mestalla, parece haber vuelto. Cada punto es considerado fundamental después de cuatro derrotas seguidas y la grada parece entender que animar suma más que cargar contra los futbolistas. Incluso los miembros presentes de la Curva Nord, que llevan semanas sin animar por su tira y afloja con la directiva, se dejaron la voz.

"Es un líder en este equipo y aunque a veces le critiquen, está con mucha confianza y aporta mucho a este equipo", dijo Martín Montoya en zona mixta, mientras que Diego Alves afirmó que el madrileño está "impecable" después de la victoria. Parece que el mejor Parejo, el de la temporada 2014/2015, empieza a recorrer la senda para volver a su mejor nivel.

Aunque la concordia con los jugadores parece real, la tranquilidad aún no reina en Mestalla. Parece que la hinchada ché tiene ahora otro objetivo. Con el cántico "Peter Lim, ¿dónde estás?", repetido durante varias fases del partido, la afición señaló al palco. El máximo accionista del club lleva meses sin aparecer por Valencia después de dejar en la presidencia a Lay Hoon, la supervisora de la cartera de inversiones del empresario de Singapur. Después de un decepcionante mercado de fichajes con bajas muy importantes, la grada decidió abrazar a sus jugadores y señalar a la directiva.

Cronología de una mala relación

La historia de Dani Parejo en Valencia tiene muchos capítulos. Todo parecía ir sobre ruedas para el de Coslada: en la temporada 2014/2015, con Nuno al frente del equipo, fue el líder ché y máximo goleador. El equipo carburaba, sumaba puntos y logró meterse en Champions League. Pero la pasada campaña, todo se torció. El conjunto valenciano comenzó a perder, la afición se impacientó con algunos jugadores y al de Coslada no le salía nada. Incluso perdió la capitanía, al parecer, de forma consensuada con Gary Neville.

Todo ello acompañado de capítulos negativos ya mencionados, con aficionados esperando a los jugadores para desatar su ira contra ellos. Eso hizo que el futbolista se planteara abandonar el club una vez comenzó la pretemporada con Pako Ayestarán. De hecho, llevó a la directiva una oferta del Sevilla para marcharse, lo que hizo que el técnico decidiera apartarle del equipo.

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Las críticas hacia Parejo se concentraron en el Trofeo Naranja, cuando el equipo fue presentado en sociedad. Ahí, el madrileño fue pitado por la hinchada, mientras Paco Alcácer fue el más aplaudido. Diez días antes, Suso García Pitarch llegó a asegurar que el madrileño le había faltado el respeto al club y exigió que pidiese perdón. Un auténtico caos que parece haber terminado en Butarque, con la comunión entre Parejo y la grada. Un frente menos de los muchos que tiene el club.