Pánico en el Valencia: un cúmulo de dislates y un incendio descontrolado

A estas alturas de temporada se esperaba que el equipo estuviera bien situado en la tabla, en la zona europea. Las Palmas, Eibar, Betis, Athletic Club… En el interior del Valencia se confiaba que en estas primeras jornadas de la LaLiga Santander ya se hubieran recogido un buen puñado de puntos para tranquilizar el ambiente tras un convulso mes de agosto. Pero la realidad es la que es y el equipo es último en la tabla y con el marcador de puntos sin estrenar. Pésimo arranque para un club que ha ido acumulando en los últimos tiempos despropósito tras despropósito hasta entrar en pánico. Primera crisis de la temporada en pleno mes de septiembre. Pánico a que se repita lo sucedido en el pasado ejercicio o incluso algo peor... Hasta el economista José María Gay de Liébana ha entrado en juego en plena crisis al asegurar que "no entiendo que no tenga un patrocinador, el Valencia es un club que tiene un posicionamiento y un prestigio tremendo y considero que debe tener un gran patrocinador. Hay que hacer algo, el Valencia se vende solo".

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"Hay plantilla, no hay entrenador". Es lo que se piensa en las tripas del Valencia. Se estima que se ha confeccionado un plantel de suficiente nivel como para competir y regresar a Europa la temporada que viene, pero los que mandan ya empiezan a tener claro que se equivocaron con la elección del entrenador para liderar el proyecto. Durante semanas no se dio oficialidad a la continuidad de Pako Ayestaran; finalmente se decidió por apostar por el que cerró el pasado ejercicio. Hoy se considera que la decisión fue equivocada. En el club se entiende que hay buen material para hacer un buen cesto, pero el arquitecto no está capacitado para la confección de un equipo competitivo y ganador.

El plantel también empieza a dudar del entrenador, aspecto más grave en una situación como la actual. La plantilla la confeccionaron otros y por el momento ha sido incapaz de amoldar a todos sus efectivos a su estilo de juego. Desde fuera, consideran en el club, las sensaciones son pésimas, no se atisban detalles que animen a pensar que en cualquier momento la maquinaria se pondrá a funcionar a pleno rendimiento. Los jugadores, desde dentro, tienen las mismas impresiones. Pasa el tiempo y la confianza en el jefe mengua sin parar...

La capitanía

Pako Ayestaran anunció quiénes serían los dos capitanes con vistas a la presente temporada. Una decisión que dejó con la boca abierta a más de uno. Sorprendente lo de Enzo Pérez, mucho más lo de Dani Parejo. "Ellos son los dos elegidos, de momento, porque en el futuro serán cuatro. He dado la opción al grupo para que, cuando se conzcan todos, sean los jugadores los que elijan a los otros dos", explicó el técnico. Chocante decisión sabiendo que ambos tuvieron prácticamente los dos pies fuera del club...

El club puso en el mercado a Enzo, pero no se concretó nada y ahora lleva la cinta en un brazo. Extraño porque cuando una expedición de jugadores se desplazó junto a Ayestaran a Singapur en visita institucional al país de Peter Lim, el futbolista argentino se negó a formar parte de ella. Mucho más raro es lo de Parejo, que quiso abandonar el Valencia, criticado hasta el extremo por García Pitarch, director deportivo, en una rueda de prensa en la que llegó a afirmar que "en todos los años que llevo en el fútbol no había visto un comportamiento como el suyo". Pues bien, el técnico le devolvió los galones que perdió la pasada temporada con Gary Neville.

El remate final de Mendes

La confección de la plantilla ha sido un auténtico suplicio para el director deportivo del Valencia. Durante el mes de agosto se subía por las paredes. Desquiciado por todo lo que sucedía en su casa y sin poder de maniobra porque el que manda es otro. Jesús García Pitarch se vio obligado a ponerse en manos del amigo Jorge Mendes para terminar de apuntalar el grupo en el último momento, contratando a dos clientes -Garay y Mangala- del portugués. No se mueve en un escenario muy estable el ejecutivo valenciano, porque es en Singapur donde se mueven los hilos, siempre con el poderoso agente informado de todo...

Diego Alves, como Enzo Pérez, estaba en la puerta de salida. Pero igual que el argentino, se quedó en el club y ahora es titular. Lesionado el australiano Ryan, el elegido para ser el que defienda la portería, el brasileño ha adelantado al canterano Jaume, recién renovado y muy querido por la grada. El caos, en una palabra, se ha apoderado del club en muchos momentos, como cuando el director deportivo manifestaba en privado una y otra vez que Paco Alcácer seguiría vestido de blanco, mientras en otra parte Peter Lim daba empujones definitivos para que la venta del atacante al Barcelona se rematara.

La estocada de Kempes

Ya comenzaron a aparecer, como no podía ser de otra manera, los primeros candidatos a ocupar el hueco que podría dejar libre en breve Ayestaran. Marcelino García Toral, Joaquín Caparrós... Para que no falte de nada, un hombre de la casa, y no un cualquiera, ha sacado el látigo con fuerza a través de su cuenta de Twitter, aprovechando la coyuntura para postularse como recambio del vasco. Se trata de Mario Alberto Kempes, imagen internacional de la institución. Amadeo Salvo, ex presidente del club, nombró embajador del Valencia al argentino en 2013; "se une a nuestro proyecto", enfatizó el ex dirigente. Pues el mismo, el proyecto, no le gusta un pelo al mito valencianista.

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"Ya es muy preocupante lo que está pasando con este Valencia sin proyectos ni ideas: lo que vemos es pura impotencia futbolística", escribió Kempes en su cuenta de Twitter, añadiendo que "es hora de trabajar y tener un objetivo. Hoy es el de no descender tal y como están dándose los resultados". Y para rematar su dura y contundente reflexión, el 'matador' dejó claro que "en respuesta a todos aquellos que piden que llegue a ser entrenador del Valencia, lo haría con todas mis ganas siempre y cuando me lo pidan". No parece que se lo vayan a pedir, aunque otros colegas de profesión ya están en estado de alerta por si suena el teléfono.