Mourinho ignora por completo a sus jugadores tras la final de Copa

José Mourinho no dirige la palabra a sus jugadores. El técnico portugués no ha variado su planteamiento al de las tres últimas semanas. Sigue sin hablar, casi ni les mira a la que todavía es su plantilla. Creen que le han traicionado, que le han apuñalado y por eso ignora a unos jugadores con los que ha pasado las tres últimas temporadas instalado en la montaña rusa en cuanto a su relación se refiere. Eso sí, los jugadores tan tranquilos, cuanto más lejos del que llaman 'innombrable', mejor. La semana que mañana termina ha transcurrido por los mismos derroteros que la de la final de Copa, es decir, los buenos días y poco más.

 

El técnico no piensa variar su manera de actuar en los próximos días y, salvo excepciones, no piensa tener una despedida especial. Le va a costar mucho más encontrar esos referentes en los que apoyarse en los próximos meses. En el Real Madrid no ha encontrado los Materazzi, Essien o Carvalho de sus pasados equipos. Hasta lo que eran más fieles le dan ahora la espalda. El distanciamiento con Pepe y con Cristiano Ronaldo es total y absoluto. De ser amigos y algo más, a pasar a ser enemigos sin posibilidad a mejorar una situación que ha llegado al extremo. Tal es el punto de fricción entre ambos, que un mes atrás casi llegan a las manos. CR7 no le perdona que le señalara y que hablara de él de manera despectiva, mientras que el técnico no olvida ese "a mí no me importa el futuro de  Mourinho, me importa el mío y el del Real Madrid", pronunciado por el delantero.

 

Ni la presencia de Jorge Mendes, agente de ambos, parece que pueda servir para que uno y otro recapaciten e intenten arreglar lo que parece no tener solución. Además, en los últimos días, el enfrentamiento con Pepe ha sido definitivo para que la situación pase a ser irreversible.

 

En lo que la plantilla ha respetado al técnico ha sido en las decisiones tácticas. Ningún problema. La final de Copa se preparó y jugó como quiso el entrenador. Mourinho dispuso a los jugadores y no existió autogestión alguna. El carácter de Mourinho no lo permitiría, ni el espíritu profesional de los jugadores tampoco.

 

Se ha hablado mucho de los tres cambios hechos al final del tiempo reglamentario de la final de Copa, pero fue Rui Faría el que entró en el vestuario para hablar con el primer entrenador madridista, que fue el que decidió que Coentrao, Modric y Benzema dejaran el terreno de juego. Nada de decisiones de terceros. Mourinho es y será hasta el próximo 1 de junio el máximo responsable técnico del Real Madrid, por encima de los jugadores.