Mourinho admite dudas pasadas pero está decidido a seguir hasta ganar la 'Décima'

José Mourinho se sinceró ayer ante los medios oficiales del Real Madrid. Habló del madridismo, de los que se hacen pasar por seguidores del equipo, de su futuro como entrenador del club blanco y de otros muchos temas. "Mientras mi familia esté bien aquí y a mi me guste estar en el Real Madrid, no habrá problemas", sentenció el entrenador madridista respecto a su futuro dejando la puerta abierta a todo tipo de especulaciones. Afirma que se siente cómodo, identificado con lo que hace y con la manera de presidir el club de Florentino Pérez. También, el entrenador del Real Madrid, reconoció que no va a admitir críticas a asuntos personales o que se escapen del fútbol, advirtiendo que piensa acudir a los tribunales siempre que sea necesarios.

El madridismo, al menos el militante a favor del portugués, puede estar tranquilo. Mourinho se siente como nunca en el club y su continuidad no parece correr peligro. No olvidemos que tiene contrato hasta el 30 de junio de 2016 pero por la cabeza del técnico no pasa por abandonar el Real Madrid. Su ambición ha marcado como reto el lograr la ansiada décima Copa de Europa. Es su reto y así se lo ha transmitido a Florentino Pérez en algunas de las confidencias del pasado verano. El técnico quiere pasar a la historia, algo que le discute Xavi, por ser capaz de levantar la Champions con tres equipos diferentes y a día de hoy sabe y ha confesado que el equipo que le ofrece mayor garantía de éxito es el Real Madrid.

Las dudas que aparecieron la pasada temporada, justo tras caer eliminados ante el Barcelona, y le llevaron a confesar al presidente blanco y a su entorno su deseo de marcharse, de buscar nuevos horizontes. Ahora ha entendido al club, lo que representa y su ambición ha señalado en su hoja de ruta la necesidad de continuar en el Real Madrid. De hecho ha moderado su mensaje y no pone en duda a ninguna institución, algo que hizo en la primera temporada especialmente. Sabe que todavía no ha cumplido con la misión con la que llegó al Santiago Bernabéu. Ha dejado atrás en la Liga al equipo azulgrana, pero falta la Décima, la que tanto ansía el madridismo.

A día de hoy Mourinho no piensa en otro proyecto, salvo que, por alguna circunstancia que no controle, el Bernabéu se le levante en armas o llegue una derrota inesperada, momentos en los que se deja llevar por el corazón más que por la cabeza. Su comentada vuelta a Inglaterra (Chelsea o Manchester United) no se producirá hasta que levante la Copa de Europa. Es un ganador y su ambición le lleva a no desaprovechar la oportunidad que el Real Madrid le brinda de levantar su tercera Champions. El otro reto deportivo que tiene es el de ganar una quinta Liga en un quinto país, estilo PSG o algún conjunto ruso, pero esos objetivos pertenecen a un futuro en el que todavía no piensa el portugués.