El Barcelona vuelve a hacerse fuerte en la Federación

La llegada de Sandro Rosell a la presidencia del Barcelona significó una ruptura total con la política amistosa que durante años cultivó Joan Laporta con la Federación Española de Fútbol y su presidente Ángel María Villar. Una estrecha relación que despertó el recelo de sus rivales, sobre todo el Real Madrid, ante supuestos tratos de favor hacia el conjunto azulgrana. No hubo un solo arbitraje o decisión federativa favorable a los intereses del Barcelona durante el mandato laportista que no estuviera bajo sospecha. Una sintonía heredada de Joan Gaspar, uno de los presidentes de Can Barça más afines al eterno Ángel María Villar, y potenciada por Laporta.

El caso es que Rosell, para desmarcase de todo cuanto llevara el sello Laporta, dinamitó todos los puentes tendidos con la Federación y puso en solfa muchas de las medidas adoptadas por Villar. La designación de la sede de la final de Copa el curso pasado, el indulto a Mourinho este mismo verano, el ‘caso Alba’ y los Juegos Olímpicos… No ha habido un solo asunto en los últimos dos años que no tuviera un ‘pero’ por parte del mandatario azulgrana bien de viva voz o a través de su portavoz y mano derecha Toni Freixa. Una ‘guerra’ abierta que le hicieron pagar desde la Federación con controvertidos arbitrajes la pasada campaña. Al menos eso piensa Rosell: “El tema arbitral no pinta bien. Hay factores externos que te complican más la vida”. Unas declaraciones que evidenciaban sus sospechas de que estaban siendo perjudicados.

Cierto o no, la realidad es que lo ocurrido la pasada campaña hizo recapacitar al presidente del Barcelona sobre su beligerante postura hacia la Federación Española de Fútbol. Y el pasado mes de agosto, ya sin tapujos, anunciaba cuáles eran sus planes: “Estamos actuando para que haya cambios en los Comités de la Federación. Se están haciendo cambios y estos son los hechos. Defendemos y defenderemos al club con hechos y no con charlas populares". Dicho y hecho. Tras un periodo de acercamiento hacia Villar, escenificado con su presencia en la Asamblea General Anual, Rosell ha conseguido ‘incrustar’ a Toni Freixa en los órganos disciplinarios de la Federación. El actual portavoz y miembro de la Junta del Barcelona es desde el pasado jueves Vocal de la Comisión Legal de la RFEF.

La misión de Freixa, otrora uno de los más críticos con Ángel María Villar y la Federación,  es clara como así reconoció ayer en unas declaraciones a Catalunya Radio: “Podremos hacer llegar directamente nuestras propuestas de funcionamiento de comités y de todo el sistema disciplinarios de la Federación”. Efectivamente, Freixa, en su condición de vocal, asistirá a la totalidad de las sesiones del Comité del que formen parte, algo que por ahora no ha trascendido. Así como participar activamente en todas las sesiones del órgano, con voz y derecho a voto en las mismas.