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Un Madrid autocomplaciente pierde en Getafe para firmar el peor arranque con Mou
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LOS DE MOURINHO ESTÁN YA A CINCO PUNTOS DEL BARÇA

Un Madrid autocomplaciente pierde en Getafe para firmar el peor arranque con Mou

No es que no estuvieran avisados. Que los estaban. El partido del Barcelona en Pamplona era más que un toque de atención para que el Real

Foto: Un Madrid autocomplaciente pierde en Getafe para firmar el peor arranque con Mou
Un Madrid autocomplaciente pierde en Getafe para firmar el peor arranque con Mou

No es que no estuvieran avisados. Que los estaban. El partido del Barcelona en Pamplona era más que un toque de atención para que el Real Madrid saliera espabilado ante el Getafe. Pero el equipo de Mourinho hizo caso omiso. Como si la cosa no fuera con ellos tras el empate frente al Valencia y la derrota ‘dulce’ del Camp Nou. Ganar en el vecino Coliseum parecía un mero trámite. Y no lo fue. Sin tensión este equipo se vuelve vulgar. Sin tensión no le queda ni el recurso de la pegada. Y sin tensión al Madrid no le alcanzó para ganar al Getafe. Esto es así por más estrellas que esparza por el campo. Un partido “inaceptable” que dijo su propio entrenador retorciendo el gesto y poniendo a los jugadores en la picota. Un gesto que delata que algo no anda bien…

La derrota en Getafe dolió. Más de lo que parece. El prestigio de la Liga de los 100 puntos exige más, mucho más de lo ofrecido ante los de Luis García. Sin quitar méritos a los azulones, que fueron muchos sobre todo de Barrada, el partido lo perdió el Madrid, que entró ganando y se fue por el desagüe a poco que el Getafe le cazó en un par de contragolpes. Bien armados, por cierto. No necesitaron muchos más, en cualquier caso, los de Luis García, que dieron con un rival partido y destensado en el segundo periodo. Esta vez ni siquiera funcionó la tan recurrente pegada de otras tardes para salvar el peor arranque de la era Mourinho. Un empate y esta derrota, y ya empieza a tener al Barcelona a cinco puntos. Mal asunto por muy al principio de temporada que estemos. Que se lo digan a los de Vilanova

Buen arranque

El Madrid tardó apenas unos minutos en sentirse como en casa. Con la pelota en sus pies, el equipo de Mourinho tanteó al Getafe para ver por dónde iba a hincarle el diente. Tranquilo, sin el vértigo habitual. Los jugadores aún no están para revolucionar la máquina. Les falta un punto de preparación, como ya se vio en Barcelona. Mourinho ha medido esta vez los tiempos pensando en la Champions. No lo dirá, pero la idea inunda el aire. Tampoco el equipo de Luis García opuso demasiada resistencia como para pensar en un cambio de velocidad. Metidos atrás contemplaron como el Madrid sobaba la pelota. Hasta que Cristiano olió portería.

El portugués, que aún está lejos de su mejor forma todo hay que decirlo, en una de sus arrancadas partió la defensa azulona en dos para servirle en bandeja el gol a Özil, que llegando desde atrás estrelló la pelota en el larguero. Inexplicable, estaba solo y con la portería vacía. Un misterio. Casi tanto como que no rematara Ronaldo. Mientras Mourinho se echaba las manos a la cabeza, Cristiano esta vez sí probó a Moya en un remate que el portero mandó a córner. Era el preludio del gol que estaba por venir de nuevo con el portugués de por medio.

El partido llegado a este punto era fruta madura. Así que Cristiano armó una buena jugada con Di María para que Higuaín, siempre infalible, pusiera el primero en la red. Los centrales del Getafe se quedaron a verlas venir. El argentino también tuvo el 0-2 en un excelente pase de Özil. El alemán pasó sin pena ni gloria por el encuentro pero algún detalle de su clase siempre deja. Y eso ya es mucho. Todavía tuvo que despedir la primera parte Moyá estirando la mano para evitar el gol de Cristiano. Todo después de que Abraham no pudiera aprovechar un ‘regalito’ de Casillas. El portero midió mal en una salida y el central estuvo cerca de cazar la pelota, pero se le fue… El Getafe había aguantado a la espera de que algo cambiara en la segunda parte

Malas señales

A vuelta de vestuarios, el Real Madrid recibió la señal de que las cosas se iban a torcer. Xabi Alonso se dobló el tobillo en un pase al minuto de arrancar el segundo periodo y Mourinho torció el gesto. La cosa pintaba mal. Unos minutos de masaje devolvieron a Xabi al campo y la tranquilidad al Madrid por volver a contar con el ‘capitán’. El tolosarra es el futbolista que marca el tiempo en este equipo, el nudo que mantiene el equilibrio. El banquillo respiró aliviado, pero el susto estaba en el cuerpo y el equipo pareció zozobrar en el campo. Para que todo volviera a la normalidad el Madrid sacudió la portería del Getafe con sendos disparos de Di María y Benzema. Fue un ejercicio de puntería que no tuvo éxito. Sin más. Al Madrid le volvió a faltar fútbol para gobernar a su rival, que esperaba armadito esperando su momento. Un plan que suele llevar a cabo en ocasiones este Madrid…

Y la táctica no le fue nada mal a los de Luis García, que en una contra ganó el partido. Claro que antes sacó petróleo en una jugada a balón parado, donde Valera remató a placer en el área blanca. Su gol fue el sonrojo de los zagueros madridistas, que de nuevo dejan muestras de su fragilidad en estas acciones. Ya sucedió ante el Valencia y lo repitió en Getafe. Mal asunto para un equipo que el año pasado estuvo impecable la pasada campaña en estas suertes. Sin Pepe parece que se baja la atención y el equipo lo paga. Y mucho.

El gol abrió el partido como un melón, convirtiéndose en un ida y vuelta del que sorprendentemente salió mal parado el Madrid, tan habituado a ello. Para poner todo patas arriba, Barrada sentenció el partido en favor del Getafe. No un zapatazo inapelable a la escuadra izquierda de Iker. La jugada eso sí, no resultó redonda porque todo llegó precedido de una mano de Colunga cuando Albiol le intentó cerrar el espacio para que no diera con Barrada. Parecía difícil de ver, la verdad.

Pero no hubo excusas, el Madrid torpe y confundido completó los siguientes 15 minutos, los que llevaban hasta el final, sin argumentos para el empate. Ni mucho menos para la remontada. Al Getafe le alcanzó con guardase las espaldas porque ni Lafita ni Colunga se ‘atrevieron’ a marcar más distancia. El 2-1 era más que suficiente. Todo un premio, desde luego. Al Madrid no pareció importarle demasiado. Mal asunto.      

  

No es que no estuvieran avisados. Que los estaban. El partido del Barcelona en Pamplona era más que un toque de atención para que el Real Madrid saliera espabilado ante el Getafe. Pero el equipo de Mourinho hizo caso omiso. Como si la cosa no fuera con ellos tras el empate frente al Valencia y la derrota ‘dulce’ del Camp Nou. Ganar en el vecino Coliseum parecía un mero trámite. Y no lo fue. Sin tensión este equipo se vuelve vulgar. Sin tensión no le queda ni el recurso de la pegada. Y sin tensión al Madrid no le alcanzó para ganar al Getafe. Esto es así por más estrellas que esparza por el campo. Un partido “inaceptable” que dijo su propio entrenador retorciendo el gesto y poniendo a los jugadores en la picota. Un gesto que delata que algo no anda bien…