Los verdaderos intereses que se esconden detrás de los ‘partidos del descenso’

Casi nada decidido en la Liga BBVA. Tan sólo el título, propiedad del Real Madrid desde hace dos jornadas. El resto del puzzle aún está por completar en la última jornada: las plazas de Champions a excepción de la que ocupa el Valencia, las que conducen a la Europa League y, sobre todo, las posiciones que van directas a Segunda. El único equipo descendido de forma matemática es el Racing de Santander mientras el Sporting de Gijón depende de una carambola para salvarse: tiene que ganar y esperar que el Rayo Vallecano y el Real Zaragoza pierdan. Con esas dos plazas prácticamente asignadas, queda una tercera por ocupar en la que estarían implicados maños y vallecanos junto a Villarreal y Granada. Sin duda alguna, en Madrid la tensión subirá hasta rozar límites enfermizos este domingo: Getafe, Real Zaragoza, Rayo y Granada se juegan algo más que bajar a Segunda.

La situación que se lleva viviendo en Vallecas desde el principio de la temporada no es ajena para nadie. El club, inmerso en un proceso de concurso de acreedores, ha tenido que hacer frente al divorcio entre afición y directiva, a los problemas económicos de los que son víctima los jugadores de la primera plantilla y a un sinfín de contratiempos que han ido surgiendo con el paso de las jornadas. El último apunta a una posible rebelión de los futbolistas contra Sandoval que se ha encargado de desmentir Felipe Miñambres: “No ha habido ningún motín y nadie ha hablado conmigo sobre este tema”. La misma línea siguió Míchel: “Queremos negarlo rotundamente. No hemos tenido ningún problema con el entrenador. Hay discrepancias como en todos lados a lo largo del año pero estamos todos unidos para ganar el domingo el partido”. Lo que sí confirmó el director deportivo rayista es que se mantuvo “una reunión en la que se llegó a la conclusión que el míster debía continuar porque había alcanzado los 40 puntos con este equipo. El objetivo en esta primera temporada era salvarse y aún tenemos opciones de permanencia. Ningún jugador se dirigió a mí pidiendo la destitución del técnico”

En su mano estuvo rematar la permanencia pero el Rayo llega a la última jornada metido de lleno en la pelea por no regresar a Segunda. Lo cierto es que el descenso es algo que beneficiaría a muchos jugadores ya que éstos podrían marcharse libres de Vallecas y fichar por un equipo que les asegurase seguir un año más en la Liga BBVA. Sandoval, que ha cumplido el objetivo de lograr 40 puntos, se encargó de desmentir en Radio Marca que su plantilla vea con buenos ojos la pérdida de categoría: “Hay gente que puede irse libre si el Rayo baja y se está dejando el alma para que se quede en Primera aunque sea contra sus intereses personales”. Así las cosas, en frente se encontrarán con el Granada, otro conjunto que se encuentra en plena lucha por no descender y al que le valdría la victoria o el empate para seguir la temporada que viene en la Liga BBVA.

El Getafe no se juega nada pero sólo le vale la victoria

Al suroeste de Madrid también saltarán chispas. A priori, el Getafe no se juega nada porque se ha quedado en tierra de nadie mientras que al Real Zaragoza le va la vida en el encuentro. La única condición para que los maños se queden en Primera es ganar y ése mismo resultado es el único que les vale a los madrileños… por razones económicas: los zaragocistas deben 950.000 euros a los azulones por el traspaso de Uche. El Getafe denunció esta deuda que a día de hoy no se ha cobrado porque Agapito Iglesias, en una de sus tantas estratagemas, estaba dispuesto a saldar la cantidad por medio de los pocos jugadores que el club tiene en propiedad. En La Romareda se rumorea que el idóneo es Lafita pero éste acaba su contrato con la entidad aragonesa en junio por lo que no serviría para liquidar la cantidad de dinero. Por lo tanto, si el Getafe gana, el Real Zaragoza descenderá y el club que dirige Ángel Torres cobrará del fondo que la Liga pone a disposición de los equipos que pierden la categoría.

Ambos equipos saldrán a por todas sin reservar absolutamente ninguna de sus armas. Casquero ha sido el último en hablar antes del silencio de 48 horas decretado por el club. El capitán ha asegurado que el Getafe “es un club serio y vamos a salir a jugar el partido y a intentar ganarlo, como siempre. Vamos a defender nuestra honestidad y dignidad de futbolistas”. Y para ello tendrán que hacer frente a un Real Zaragoza respaldado al máximo por su afición. Ni los altos precios de las entradas (de 60 a 100 euros) han podido con los maños: el club subvencionará las entradas de los socios para que todas cuesten 30 euros y el apoyo sea máximo.