Italia y la Juventus miman a Buffon como España y el Madrid no hicieron con Casillas

El Pizjuán se viste de gala porque no todos los días te visita un grande de Europa, y la Juve lo es. Con su pasado, su presente, su dinero... y su leyenda. Los aficionados sevillistas tendrán la oportunidad de mirar a la portería y encontrar un pedazo de la historia del fútbol. No es menos que eso GianluigiBuffon, que esta semana cumplió 21 años de su debut en la Serie A. Dos décadas en las que se ha confirmado como un icono, un personaje venerado, caballeresco, de los mejores porteros que nunca se han visto. En las buenas y en las malas, con él hace tiempo que no importa, porque en Italia cuidan al mito con cariño y son capaces de perdonarle los días en los que se viste de mortal. Es el crédito ganado con el tiempo, de una afición que no olvida y agradece. No es esto un concepto universal.

Pasó hace unas pocas semanas,Buffonvenía de pifiarla gorda frente a la Selección españolacon aquella desafortunada salida que regaló a Vitolo un gol que casi cuesta el partido a la 'Azzurra'. Unos días más tarde, también en Casa Juve, el incombustible guardameta transalpino se 'tragaba'un disparo lejano sin aparente peligro del checo Jankto que ponía cuesta arriba el duelo con el Udinese. Dos errores de bulto en diez días. Un 'rara avis'en el recorrido de una excepcional carrera sin apenas renglones torcidos que, a sus casi 39 años, bien podía haberle colocado en el ojo del huracán de la hinchada y los medios italianos.

No hubo modo. La propia 'tifoseria'radical 'bianconera'se encargó de recordar desde las gradas del Juventus stadium a todo un país su agradecimiento infinito hacia el hombre-mito cuyo crédito, ganado a fuerza de voladas imposibles y un carisma sin igual, no se puede lanzar al retrete por un par de deslices puntuales. “Hasta Superman es a veces simplemente Clark Kent… Gigi es siempre nuestro superhéroe”. La alargada pancarta desplegada en la curva sur del coliseo turinés fue una llamada a la coherencia y al respeto hacia una leyenda del balompié patrio y mundial que se encuentra a sólo dos partidos de alcanzar los 600 en Serie A y que, después de 22 campañas en la élite del Calcio, sigue estando a la altura de los mejores en su puesto.

Una mente privilegiada

“Son cosas que a veces pasan. Te puedes reír incluso, siempre que no se repitan demasiado a menudo, si no sería inquietante”. El propio Buffon relativizó su 'cantada' ante La Roja, del mismo modo que acostumbra a hacer cada vez que se disfraza de Yashin, el ídolo de su padre, Adriano, para convertirse en una copia genuina del célebre Muro que lleva el nombre de su progenitor. Cuando vienen mal dadas, a Gigi le basta con disculparse sobre el verde con sus compañeros en el mismo instante y retornar de inmediato a ese estado de máxima concentración para tratar de enjugar a la más mínima ocasión el error cometido. “Mentalmente es muy fuerte. Casi nunca comete errores, y si los tiene, se sobrepone rápidamente”, apunta Ermes Fulgoni, el técnico que moldeó su talento hace un cuarto de siglo en las filas del Parma y posiblemente la persona que mejor conozca al Buffon deportista.

A diferencia de lo que sucedió con Casillas en su última etapa defendiendo los colores del Real Madrid, el eterno cancerbero juventino nunca ha dejado de sentir a sus espaldas el incondicional respaldo de su 'sociedad'y el entorno. “Llevan 22 años hablando de él. Criticarle a estas alturas sería una blasfemia. Además, ese error nos hizo despertar, y Gigi también reaccionó. Sus paradas han ayudado a este club a ganar muchos títulos. Es un portero único”, manifestó tras el choque ante el Udinese su entrenador, Max Allegri, cortando de raíz cualquier atisbo de crítica hacia quien sigue siendo el número uno indiscutible, por experiencia y también por méritos, de la portería 'bianconera' y de la 'Nazionale'.

“Frenados por un fenómeno”

La nominación de 'SuperGigi'entre los 30 candidatos al Balón de Oro, que de nuevo regresa en exclusiva al redil de 'France Football'tras el surrealista viaje que iniciara unos años atrás en compañía de la FIFA, llegó justo después de levantarse y dar una portentosa exhibición en Francia ante el Olympique de Lyon, en la Champions. Un descomunal manotazo suyo, con rectificado incluido, después de un disparo casi a quemarropa de Nabil Fekir, no sólo se llevó el aplauso de Anthony Lopes, su homólogo en el marco del OL, sino que es serio candidato a 'parada del año'. “Frenados por un fenómeno”, tituló al día siguiente el diario 'L’Equipe', rindiendo tributo al guardameta que más cerca ha estado de subirse al pedestal del legendario portero ruso del Dinamo de Moscú, único en su especie en ganar el trofeo más prestigioso del planeta fútbol a nivel individual.

Para muchos debió ganarlo en 2006, tras el cuarto título mundial de Italia, pero el oro acabó colgado del pecho de su amigo y ex compañero en la Juve y en la selección Fabio Cannavaro. Ni tan siquiera entonces, el de Carrara levantó la voz para quejarse por haber tenido que conformarse con el Balón de Plata. “Si no lo he ganado, quiere decir que no lo he merecido”, se limitó a decir.

Una década después de aquella tentativa nula camino de la gloria, con las agujas del reloj biológico acercándose a la 'hora cero', Buffon continúa reinventando su mejor versión, trabajando a diario con mayor tesón e ilusión que nunca para seguir ganándose el respeto de todos partido a partido. “En tu carrera, hay momentos buenos y otros duros en los que las cosas no salen como quieres. Incluso en estos últimos, Gigi está sereno. Habla con todos en el vestuario, como siempre, antes de cada partido. Por algo es nuestro capitán y el mejor portero del mundo”. Las palabras de Pjanic reflejan a la perfección la admiración que sienten en toda Italia por este icono del deporte rey. Sin duda, un modelo a seguir.