Ulldecona, el pueblo español que fabrica cracks para la Premier League
Oriol Romeu y Aleix García, tanto monta, son los grandes 'culpables' de que en su villa natal, con menos de 7.000 habitantes, se siga el fútbol inglés con mayor pasión que la liga patria
Érase una vez un pequeño pueblo de la provincia de Tarragona con 6.637 moradores, a caballo entre el mar y la montaña, presidido por el imponente castillo medieval de los Montcada y famoso por el espectacular yacimiento de pintura rupestre de su sierra, la de Godall. Pero Ulldecona no sólo vive de sus tesoros pretéritos. Desde hace poco más de una semana presume de ser la única localidad española con una población inferior a 200.000 habitantes que cuenta entre sus paisanos con dos futbolistas que juegan en la Premier League. Oriol Romeu y Aleix García, tanto monta, son los culpables de que en su villa natal se siga el fútbol inglés con mayor pasión que la liga patria. Cada vez que Southampton o Manchester City saltan al verde, los cuatro bares de la Plaza de la Iglesia se transforman en improvisadas tribunas donde familiares, amigos y conocidos de esta pareja de ilustres vecinos siguen por televisión sus andanzas en la Pérfida Albión.
“Nos sentimos muy queridos. Sentimos su apoyo desde la distancia, del mismo modo que su respeto cuando estamos por allí. Tanto Aleix como yo estamos muy orgullosos de nuestro pueblo. Hemos crecido allí y pasado muchas horas jugando en los campos de la escuela, los dos tenemos a nuestras pandillas de amigos, a la familia, y cuando te puedes escapar es para disfrutar de ellos y relajarte. Todo el mundo te hace sentir a gusto. Una vez me preguntaron a qué lugar querría ir si tuviese un avión, y dije que a Ulldecona. Para mí no hay mejor sitio en el mundo”. A Oriol Romeu se le nota cómodo ejerciendo de embajador de su terruño. Lo hace con la misma pasión que pelea cada balón dividido en las alfombras del balompié sajón.
El mismo agente
“Es que es un sitio muy chulo, y tiene una situación privilegiada: el mar a 15 minutos, y la montaña, al ladito. Además, tenemos un restaurante con una estrella Michelín; y el otro no la tiene pero debería. Es el retiro ideal cuando vives en ciudades más aglomeradas. Para nosotros dos, desde luego, no hay mejor terapia que volver a casa”, confiesa sin ambages a El Confidencial el medio defensivo de los Saints, encantado de tener desde esta temporada otro paisano disputando la que para muchos es la mejor liga del planeta fútbol. “Como ulldeconense y amigo, me alegré mucho con su debut en liga. Es algo que te enorgullece. Aleix es muy buen chaval. Está muy tranquilo, disfrutando a tope de la experiencia. Le nombraron ‘Man of the Match’ y me dijo, ‘no me quiero quedar aquí’. Es ambicioso, quiere mejorar, tener más minutos… Con la edad que tiene, esa mentalidad es súper importante para seguir creciendo. Tiene una madurez bastante grande”, comenta.
Aunque pertenecen a generaciones diferentes (Oriol es seis años mayor que Aleix), el balompié profesional ha propiciado una bonita amistad cimentada a 361 kilometros de distancia, los que separan Southampton de Manchester. “Tenemos una relación muy limpia, de ayudarnos en todo lo que podemos. Ambos hemos compartido muchas cosas desde que él llegó a Inglaterra. Curiosamente, nuestros padres tienen mucha relación desde hace años, aunque nosotros la empezamos a tener hace 3 ó 4 años, desde que compartimos el mismo agente (Mágico Díaz). Luego, cuando surgió lo del City, vinieron a pedirnos consejo. Ahora nos escribimos de seguido, ‘cómo te ha ido, cómo estás’. En el pueblo sí que solemos coincidir porque casi siempre vamos a los mismos sitios con nuestros amigos. Este verano comimos juntos, me contó su experiencia del primer año en Manchester, cómo se presentaba la nueva temporada con Pep Guardiola. Le dije que aprovechara cada entrenamiento con él, cada partido que le diera porque son experiencias únicas”, explica Romeu.
Compartieron campus en verano
Por minúsculo que sea Ulldecona, Oriol y Aleix nunca han medido sus fuerzas sobre un terreno de juego. Eso no quita para que el uno supiera del otro desde hace más de un década. “La primera vez que le vi jugar fue en el campo de la escuela. Un amigo me dijo que me fijara en el chaval de la melena rubia. Yo tenía 14 años y estaba en el Barça. Aleix debía tener ocho. Ya se veía que tenía algo distinto. Pensaba por delante del resto. Era muy bueno y ese día marcó un montón de goles. Luego se fue pronto al Villarreal y pudo ir evolucionando”. Precisamente de aquella época le viene al volante creativo del Man City el apodo de ‘Mendieta’. “Le llamábamos así en la escuela por su pelo rubio y su manera de jugar. A él no le gustaba mucho, la verdad. Ahora ya no se lo llamamos, le tratamos con mucho respeto”, revela Héctor Ortega, uno de los amigos del alma de Oriol, quien asegura que “las redes sociales echaban humo en el pueblo el día del debut en Premier de Aleix. Todo el mundo se alegró un montón por tener a dos ulldeconenses jugando a ese nivel. Es un orgullo indescriptible”.
El campus que el propio Oriol organiza en su pueblo junto a sus amigos más allegados fue, a comienzos de este verano, la excusa perfecta para juntarlos al fin en una cancha junto a 25 chavales de la comarca. La experiencia resultó de todo punto inolvidable. “Pensamos en la opción de traer este año algún amigo al campus. Aleix estaba en casa, se lo comentamos y aceptó encantado. Al final de la jornada sorteamos una camiseta suya del City. Los chavales se lo pasaron en grande. Le hicieron un montón de preguntas sobre sus vivencias allí. Resultó divertido también para nosotros porque era la primera vez que nos enfrentábamos en una pachanga. ¡Y no hubo patadas! Fue genial”, rememora entre risas.
Los bares de la plaza
La cosa estará a buen seguro más reñida el 23 de octubre próximo, cuando el City reciba en el Etihad al Southampton. Un partido que paralizará durante un par de horas Ulldecona y alrededores. “Creo que en el pueblo apostarán por el empate. Así todos se quedan contentos. Va a ser un partido muy bonito para los dos. ¡Ojalá podamos disfrutarlo en el césped! ¿Si vendrán a animar nuestros amigos? Sería genial que pudieran venir al estadio. Lo que es seguro es que todo el mundo estará ese día en los bares de la plaza pendiente del televisor”, apunta el volante tapón del cuadro del sur de Inglaterra.
Si Pep Guardiola y Claude Puel decidieran incluirles ese día en el once de salida, Aleix y Oriol protagonizarían además un excitante duelo por hacerse con los mandos de la medular. “Es cierto porque justo ahora compartimos la misma posición en el campo. Él antes actuaba como media punta, pero desde que llegó a Inglaterra le atrasaron un poquito. Así que si jugamos, tendremos bastante roce. Más bonito todavía. Cuantos más duelos directos, mejor. Después nos reiremos. ¿Alguna apuesta? De momento no, pero quizás el que pierda tendría que pagar la primera ronda cuando nos juntemos con los amigos comunes. Ya lo hablaremos”, señala con una sonrisa en la boca.
Las fiestas del pueblo
La ‘Roca de Ulldecona’, como le apodan al mediocampista por sus lares, no tiene mayor inconveniente en definir el estilo de su paisano, un jugador aún poco conocido para el gran público. “Aleix tiene una visión de juego muy buena, con un desplazamiento de balón increíble. Como está jugando en el doble pivote o como volante defensivo, ahora está más en contacto con el balón. Nuestros estilos son distintos: él es de mucha calidad, muy buen pase, siempre bien colocado; yo soy más rocoso y más táctico”. En lo que ambos coinciden plenamente es en el destino que eligen cada vez que sus respectivos técnicos les dan un par de días libres. “Pues es verdad. Los dos nos escapamos a Ulldecona en cuanto nos es posible. Yo trato de ir al menos una vez al mes. Con los parones por los partidos de las selecciones es más fácil porque tenemos más días libres seguidos y ahí los puedes aprovechar. En septiembre ya he ido dos veces porque eran las fiestas del pueblo. Teníamos día y medio libre y me bajé. ¡No podía faltar!”, admite Oriol.
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— ImagoSport (@ImagoSport) September 28, 2016
Guardiola, Luis Enrique, Villas Boas, Di Matteo, Benítez, Djukic, Pizzi, Armin Veh, Huub Stevens, Koeman, Mourinho, Puel… El ex internacional sub 20 y sub 21 ha estado ya a las órdenes de algunos de los mejores entrenadores del mundo en cinco escuadras (Barça, Chelsea, Valencia, Stuttgart y Southampton). Doce formas diferentes de interpretar una labor, aunque Romeu tiene claro cuál de ellos le ha aportado más. “Me quedo con Luis Enrique. Lo tuve dos años en el filial del Barça y con él di el salto a profesional. Aprendí muchísimo a sus órdenes. Veía partidos con él y me corregía. Ahí empecé a entender el fútbol, a verlo de una manera distinta. Me enseñó algo muy importante: a no querer nunca dejar de aprender, de mejorar, incluso seguir queriendo ganar pese a haber alcanzado tus objetivos. Hay cosas que uno las lleva dentro, pero existen otras en las que el entrenador te hace mejorar. Y Lucho a mí me ayudó un montón”, concluye.
Érase una vez un pequeño pueblo de la provincia de Tarragona con 6.637 moradores, a caballo entre el mar y la montaña, presidido por el imponente castillo medieval de los Montcada y famoso por el espectacular yacimiento de pintura rupestre de su sierra, la de Godall. Pero Ulldecona no sólo vive de sus tesoros pretéritos. Desde hace poco más de una semana presume de ser la única localidad española con una población inferior a 200.000 habitantes que cuenta entre sus paisanos con dos futbolistas que juegan en la Premier League. Oriol Romeu y Aleix García, tanto monta, son los culpables de que en su villa natal se siga el fútbol inglés con mayor pasión que la liga patria. Cada vez que Southampton o Manchester City saltan al verde, los cuatro bares de la Plaza de la Iglesia se transforman en improvisadas tribunas donde familiares, amigos y conocidos de esta pareja de ilustres vecinos siguen por televisión sus andanzas en la Pérfida Albión.