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Guardiola se trae el agua de Múnich y el Real Madrid quiere un ambiente infernal
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LA AFICIÓN BLANCA SE CITA HORA Y MEDIA ANTES

Guardiola se trae el agua de Múnich y el Real Madrid quiere un ambiente infernal

Una eliminatoria entre Real Madrid y Bayern se sale de la norma. Hay pique, envidias y muchas veces, malos rollos. Esta noche (20:45/C+) no será menos

Foto: Guardiola en el banquillo del Bernabéu durante la Supercopa de 2011 (Cordon Press).
Guardiola en el banquillo del Bernabéu durante la Supercopa de 2011 (Cordon Press).

Una eliminatoria entre Real Madrid y Bayern de Múnich se sale de la norma y más cuando se trata de una semifinal. Se masca la tensión. Hay pique, envidias y mal rollo en muchas ocasiones. Unos, los madridistas, quieren hacer sentir lo que impresiona el llamado ‘miedo escénico’ del Bernabéu y trasladarlo a los alrededores desde hora y media antes del inicio del partido.Es más, el club, a través de un correo electrónico,ha convocado a los socios a las siete de la tarde para que éstos reciban al equipoLos otros no se fían y son capaces de recorrer 1.600 kilómetros con un autobús cargado de agua mineral y bebidas isotónicas. Otros llevan jamones, Guardiola y los suyos hasta el agua. ¿Acaso temen una encerrona? Da la sensación de que así es.

Las provocaciones, los gestos, la ya legendaria frase de la “mierda en los calzoncillos” pronunciada por Salihadzimic en una de esas míticas eliminatorias de los primeros años de este siglo o los cara a cara entre Khan y Raúl, han dejado un legado de tensión entre dos clubes que presumen ser amigos, pero que mantienen cuitas de todos los colores y formas posibles. Hay tensión en el césped; también en el palco desde que el casi presidario Hoeness acusó de prepotencia dos años atrás a todos los directivos del Real Madrid en la habitual cena posterior al partido que el Bayern ofrece a sus patrocinadores y a la prensa.

placeholder Imagen del correo electrónico que el Real Madrid ha mandado a los socios.

Esas escenas del pasado han llevado a uno y otro equipo, que nadie dude que de cara al exterior ambos mantienen la cordialidad, a extremar las medidas. En todos los sentidos. Tal y como ha sucedido en anteriores eliminatorias, antes de los partidos suele haber un respeto máximo, pero tanto el uno como el otro miran de reojo a lo que hace el enemigo para evitar caer en una emboscada, de esas que tan a menudo se daban en pretéritos enfrentamientos.

El autobús del Bayern salió el pasado domingo con destino Madrid. El objetivo, como otras veces, era esperar al equipo de Guardiola a su llegada a la capital de España. Lo que sorprendió es que, tal y como mostró Marca, el equipo alemán viajara hasta Madrid cargado de botellas de agua. Más de cincuenta cajas de agua mineral llenaban el maletero del rojo autobús del Bayern, equipo que fue pionero en eso de pasear los colores del equipo por media Europa gracias al bus de la entidad. Su primera aparición en Madrid causó sensación, tanta que ahora todos los grandes se precian de tener un autobús pintado con los colores del equipo, en cualquier aeropuerto que se tercie.

placeholder Raúl y Van Bommel en un enfrentamiento de 2007 (Reuters).

El Real Madrid ha preparado un ambiente especial para el interior del Bernabéu. Los ahora llamados tifos o pancartas darán color al estadio y especialmente a ese fondo sur de nueva creación. Pero la afición quiere más y por ese motivo ha organizado una quedada para horas antes del inicio del partido en los alrededores del estadio. El objetivo es que la calle Padre Damián se llene de aficionados y que sean capaces de llevar al autobús del equipo en volandas cuando aparezca por las cercanías del estadio.

placeholder Tifo del Real Madrid durante un partido contra el Bayern hace un par de años (Reuters).

Hace un año, con motivo del partido ante el Borussia Dortmund, ese llamamiento realizado a través de las redes sociales tuvo el efecto buscado. Una auténtica marea humana recibió al equipo que Mourinho que necesitaba tres goles para dar la vuelta a una eliminatoria que se perdió en el partido de ida con los cuatro goles de Lewandowski. El ambiente creado hizo creer a los jugadores en una remontada que parecía imposible al término del choque de ida.

La movilización se inició el pasado lunes. Al tratarse de un partido de ida, lógicamente, el ambiente no será el mismo al de hace doce meses, pero la idea es que los jugadores alemanes, los grandes protagonistas de este invento junto a los madridistas, sientan la presión desde el mismo instante en que vean el Bernabéu en el horizonte. Xabi Alonso también contribuyó a que la idea de la marea blanca vaya calando entre la afición madridista. El centrocampista pidió que se repitiera lo de hace un año: “En cuanto vimos a tanta gente esperando el bus, nos dimos cuentas de que era posible. No podíamos fallar. Nos metieron en el partido y nos pusieron la carne de gallina”.

Una eliminatoria entre Real Madrid y Bayern de Múnich se sale de la norma y más cuando se trata de una semifinal. Se masca la tensión. Hay pique, envidias y mal rollo en muchas ocasiones. Unos, los madridistas, quieren hacer sentir lo que impresiona el llamado ‘miedo escénico’ del Bernabéu y trasladarlo a los alrededores desde hora y media antes del inicio del partido.Es más, el club, a través de un correo electrónico,ha convocado a los socios a las siete de la tarde para que éstos reciban al equipoLos otros no se fían y son capaces de recorrer 1.600 kilómetros con un autobús cargado de agua mineral y bebidas isotónicas. Otros llevan jamones, Guardiola y los suyos hasta el agua. ¿Acaso temen una encerrona? Da la sensación de que así es.

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