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Jupp Heynckes esta vez sí que pudo celebrar la victoria la Champions
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EN LA SÉPTIMA DEL REAL MADRID NADIE SE ACORDÓ DEL ALEMÁN

Jupp Heynckes esta vez sí que pudo celebrar la victoria la Champions

Jupp Heynckes ganó una Champions en la más absoluta clandestinidad hace quince años. Curiosamente, la añorada Séptima del Real Madrid. La soledad fue su más fiel

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Jupp Heynckes esta vez sí que pudo celebrar la victoria la Champions

Jupp Heynckes ganó una Champions en la más absoluta clandestinidad hace quince años. Curiosamente, la añorada Séptima del Real Madrid. La soledad fue su más fiel compañera en el césped del Amsterdam Arena. El fútbol siempre suele dar una segunda oportunidad y el ex del equipo blanco la ha tenido. Un 25 de mayo el alemán ha tenido la ocasión de vivir la otra cara de la moneda. En esta ocasión no se refugió tras el banquillo como ocurrió en la final del año 98. Nadie le quiso dejar solo. Todos. Repito, todos los jugadores buscaron a un señor del fútbol, que pone fin a su estancia en el Bayern, tal y como lo hizo con el Real Madrid, levantando la Champions.

Heynckes fue el que inició la vuelta de honor, paseando la Copa por el cielo de Londres con todos sus jugadores a manera de escolta. El fútbol le debía una y Jupp se la ha cobrado en Wembley. Ahora sí que puede decir lo que se siente cuando se gana una Copa de Europa y, sobre todo, cuando se comparte con equipo y aficionados. Incluso, hasta fue manteado por su plantilla.

Aquel 20 de mayo lo hizo a escondidas. En esta ocasión, no. Tal fue así, que Wembley fue un clamor con gritos de 'Jupp, Jupp' cuando levantó la famosa copa de las orejas. Los primeros, los jugadores. Lo curioso llegó cuando soltó la copa y fue a parar a manos de Uli Hoeness. El clamor se volvió censura y pitos al presidente del Bayern, cuestionado por evadir impuestos. El estadio compartió la pitada. Por algo estaba repleto de alemanes, con Angela Merkel a la cabeza.

Volviendo a Heynckes, en lo que se parecen las dos ocasiones en las que se ha proclamado el mejor técnico de Europa es en el destino del técnico. Dos días después de que Sanchis levantara la Copa de Europa, Heynckes fue despedido del Real Madrid. Estaba sentenciado por el distanciamiento que mantenía con el vestuario. Ahora, y a la espera de lo que suceda en la final de Copa del próximo sábado, la decisión de decir adiós partió de él, por lo especial del club bávaro y por no sentirse respetado del todo por los dirigentes.

Lo que enfadó a Heynckes fue que el hecho de que se hiciera público el acuerdo con Guardiola en el mes de enero, con media temporada por delante. Y más teniendo en cuenta de que el nombre de Pep partió de él. No lo entendió, por ninguna de las dos partes. Y así se lo dijo a sus dirigentes.

El otro ganador del partido fue Klopp y su descarado equipo. El técnico y sus jugadores han llegado al límite, a dos minutos de buscar la prórroga. Si el momento en el que Heynckes levantó la copa fue uno de los más emotivos, otro fue el momento en el que el técnico y todos sus jugadores acudieron al fondo ocupado por los seguidores del Bayern. Increíble la respuesta de los seguidores. Unos y otros se daban las gracias y se pedían disculpas por haber perdido. De diez para el Borussia Dortmund, sus jugadores, técnicos y aficionados.

Jupp Heynckes ganó una Champions en la más absoluta clandestinidad hace quince años. Curiosamente, la añorada Séptima del Real Madrid. La soledad fue su más fiel compañera en el césped del Amsterdam Arena. El fútbol siempre suele dar una segunda oportunidad y el ex del equipo blanco la ha tenido. Un 25 de mayo el alemán ha tenido la ocasión de vivir la otra cara de la moneda. En esta ocasión no se refugió tras el banquillo como ocurrió en la final del año 98. Nadie le quiso dejar solo. Todos. Repito, todos los jugadores buscaron a un señor del fútbol, que pone fin a su estancia en el Bayern, tal y como lo hizo con el Real Madrid, levantando la Champions.

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