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El Girona, de un dueño en busca y captura a estar muy cerca de ascender a Primera
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LA BUENA GESTIÓN DE JOAQUIM BOADÁS Y SU EQUIPO RECUPERAN AL CLUB ECONÓMICAMENTE

El Girona, de un dueño en busca y captura a estar muy cerca de ascender a Primera

El Girona es una de las sensaciones de Segunda división. Con un presupuesto de 4,5 millones de euros, el club catalán podría estar muy cerca de

Foto: El Girona, de un dueño en busca y captura a estar muy cerca de ascender a Primera
El Girona, de un dueño en busca y captura a estar muy cerca de ascender a Primera

El Girona es una de las sensaciones de Segunda división. Con un presupuesto de 4,5 millones de euros, el club catalán podría estar muy cerca de cumplir el objetivo de ascender a Primera división. A falta de tres jornadas para que concluya la Liga en Segunda, ocupan la cuarta plaza de la clasificación con 67 puntos, a uno de los puestos de ascenso directo y seis por encima del séptimo clasificado, que no podría disputar el ‘playoff’ de ascenso. Todo está de cara para que el Girona alcance la Primera división, un proyecto que comenzó cuando con Joaquim Boadas, el actual presidente, que compartió propiedad con Josep Delgado Herrera, un dueño que estaba con una orden de captura por su presunta implicación en un fraude fiscal que reclamaba la Hacienda pública de Polonia. “Los problemas económicos del club no han terminado, pero cada vez los tenemos más controlados”, reconoce Boadas en El Confidencial. El proyecto actual es ilusionante, así lo afirmar Sergi Raset, el director deportivo del club, a este diario: “Estamos ahora intentando subir a Primera división, un objetivo que no se planteaba nadie. Estamos ilusionados”. El sueño podría cumplirse en las próximas semanas.

Los problemas económicos del Girona hacían presagiar lo peor para un club que militaba en Tercera división en 2006 y que lograría regresar a la categoría de plata en 2008, 49 años después, con el objetivo claro de alcanzar la Primera división en los años posteriores. Boadas desvela el secreto del éxito: “Una muy buena gestión a nivel deportivo y el compromiso de un grupo de jugadores que se han dejado la piel en el terreno de juego para que el club estuviera lo más alto posible en la clasificación. También ha tenido mucho que ver el hecho que el club se lleve como una verdadera empresa, con una muy buena y controlada gestión”.

El presidente reconoce que todavía tienen deudas económicas: “Los problemas económicos del club no han terminado pero cada vez los tenemos más controlados. La deuda la heredamos cuando nuestro grupo adquirió el club rondaba los 8 millones de euros y ahora está sobre los 4. Esta temporada, por primera vez en muchos años, el club tendrá superávit gracias a que hemos reducido el presupuesto un 45% respecto de la pasada temporada (de 8 millones a 4,5) y, a pesar de ello, los resultados deportivos han mejorado sustancialmente. En cuanto a la propiedad del club cabe decir que la propietaria es una empresa, de la cual yo soy el representante legal y la gestiono yo”, afirma.

Reestructuración deportiva y de instalaciones si se asciende 

El director deportivo, Sergi Raset, explica cómo ha sido ese proceso que ha llevado al Girona a crear una plantilla de garantías. “Este temporada conseguimos mantener la base de jugadores y también hicimos limpieza con los que tenían contrato y no creíamos que eran de nuestro perfil. Completamos la plantilla con futbolistas que pudiesen jugar en diferentes posiciones y con un nivel técnico alto que encajasen con el futbol que queríamos hacer. Queríamos una temporada tranquila después de los apuros del año pasado. El equipo empezó muy bien, haciendo fútbol y ganando muchos partidos. Ahora el objetivo ha cambiado y estamos intentando subir a Primera, un objetivo que no se planteaba nadie. Estamos ilusionados”.

Con el horizonte señalando a Primera división, el presidente reconoce que le gustaría mantener la base de la plantilla en la máxima categoría: “Me gustaría que la mayor parte de los jugadores siguieran, ellos habrían sido los responsables del éxito. En cualquier caso, esa decisión no me correspondería a mi sino al área deportiva”. Desde el área técnica, Raset reconoce que todavía no piensan en el ascenso: “Estamos cerca pero pueden pensar lo mismo Alcorcón o Villareal. Es verdad que este club hasta hace cinco años estaba fuera del fútbol profesional... si realmente ascendemos, el club tendrá que intentar ir a remolque y sentar un poco las bases de ese tipo de estructura. Si se sube a Primera será un verano ajetreado”.

Si el Girona asciende, no sólo tendrá que estructurar el aspecto deportivo, también todo lo relacionado con instalaciones, ciudad deportiva… “Si se asciende, el club tiene el compromiso de ampliar sus instalaciones deportivas, sobre todo, campos de entreno para el primer equipo, filial y futbol base. El estadio (actualmente con una capacidad de 9.000 espectadores) dependerá de las peticiones de socios que haya. En mi opinión, la capacidad ideal de un estadio de un equipo de primera o de segunda no debe superar los 20.000 asientos. La inversión prevista en instalaciones y un ‘business center’, que tenemos intención de construir, rondaría los 6 millones de euros. Todo esto sería factible porque los ingresos que se obtendrían serían mucho más elevados que en Segunda”, reconoce Boadas.

El vestuario del Girona se muestra cauto

Con el objetivo de la permanencia más que cumplido, ahora todo pasa por estar en Primera la próxima temporada: “El objetivo de estar en Primera en pocos años se mantiene, y más esta temporada pues estamos más cerca que nunca. No queremos desaprovechar la oportunidad que a fecha de hoy nos brinda la clasificación de intentar subir a primera división de forma directa”, reconoce Boadás. Desde la dirección deportiva, Raset afirma que el vestuario se muestra cauto: “Creo que son muy conscientes de la situación en la que están, precisamente porque el año pasado se vivió todo lo contrario, un calvario deportivo, tres cambios de entrenadores... como estuvieron tan jodidos, valoran mucho lo bonito que es poder luchar por jugar en Primera, algo que muchos de ellos no han hecho. Es un grupo muy bueno y hay mucha unión”. 

Al Girona le quedan tres enfrentamientos para tratar de alcanzar la Primera división, contra Barcelona B, Almería, rival directo, y Real Madrid Castilla. Ninguno de los dos filiales se juegan nada. Boadas y Raset hablan de posibles amaños que se pueda producir: “La verdad que cada año se habla de las mismas cosas. Yo soy partidario de primas a terceros por ganar, es una motivación extra. No se puede entender equipos que se puedan dejar perder, eso es faltar a los valores del deporte. Nosotros tememos que estar centrados y la ilusión de estar en Primera tiene que poder más que cualquier maletín que el equipo contrario pueda tener”, afirma el director deportivo. Boadas por su parte asegura: “Algunos equipos ya no se juegan nada y, es evidente que si además tienen necesidades económicas, puede conllevar a que otros con mayor potencial económico se aprovechen de esta situación. Ello adultera la competición y es injusto, pero quién lo haga no podrá tener la conciencia tranquila ya que sabrá que ha ascendido o se ha salvado de forma injusta y esto al final, de una forma u otra, se acaba pagando”.

En tres semanas, el Girona conocerá si su sueño se producirá de forma directa o si todavía tendrán que luchar un poco más para conseguirlo. Por el momento, el equipo dirigido por Rubí trata de evadirse de todo lo que no sea deportivo y de centrarse en la competición liguera. Sumar en los tres partidos que restan es un deber para lograr el objetivo.