Nuri Sahin, el jugador al que le pudo el miedo y la presión del Bernabéu

Nuri Sahin no parece, al menos a priori, que pueda jugar un papel fundamental en las semifinales de Champions que enfrentará a su actual equipo, Borussia Dortmund, contra el Real Madrid, equipo que posee sus derechos. El centrocampista turco no ha recuperado la estima como jugador de fútbol, dato que queda certificado con su suplencia en el conjunto alemán y su triste paso por el Liverpool. La perdió al poco de llegar a la entidad madridista y no la ha recuperado. Vestir la camiseta de equipos como el Real Madrid no es sencillo. El talento queda disminuido ante la presión que sienten los jugadores al saltar al Santiago Bernabéu. El miedo es libre y nunca dejó a Sahin jugar al fútbol vestido de blanco. No todos pueden con ello y Sahin forma parte de esa lista de jugadores que quedan disminuidos ante la presión y el miedo a no hacerlo bien.

El turco firmó por el Real Madrid en la primavera del 2011 y lo hacía como el mejor jugador de la Bundesliga. Acierto pleno en un fichaje aplaudido por todos, pero ciertos componentes nunca se alienaron para que todo fuera un camino de rosas. La mala suerte que parece haber perseguido al centrocampista desde que rubricó el acuerdo hizo acto de presencia pocos días después, cuando el 17 de abril el ligamento interno de su rodilla derecha se rompía en Friburgo. Primer golpe a la moral de un jugador que ni pudo celebrar el título junto a sus compañeros del Borussia por culpa de la lesión.

De poco valió que sacrificara el verano para trabajar en Valdebebas. En su segundo entrenamiento como madridista (12 de julio) se vuelve romper, aunque en este caso el susto queda reducido a un esguince. En esta caso en la rodilla izquierda, lesión que se reproduce en dos ocasiones ese mismo verano de 2011. Primero el 5 de agosto y después el 24 del mismo mes, pero el esguince ya pasa a ser rotura parcial del ligamento. 

A partir de ese momento, el miedo frena y hace desaparecer a ese talento que asombraba en la Bundesliga y que decide no hacer acto de presencia en el Bernabéu. El miedo se lo impide. Mourinho le protege, incluso le hace viajar en momentos complicados para el equipo para que se siente uno más, pero su cabeza no daba más de sí. Lo intentaba, pero la merma de facultades físicas hicieron el resto. No se sentía seguro y el Bernabéu se le venía encima ante cada posibilidad de pisar el verde tapiz blanco. 

Se estrena ante Osasuna y marca su primer gol como madridista en Copa ante la Ponferradina, pero una jornada tras otra se queda fuera de la lista y en muchas ocasiones no por decisión de Mourinho. No se sentía con fuerza para hacer frente a lo que significa vestir la camiseta del Real Madrid y jugar en ese estadio. Y es que el turco tan sólo apareció en dos partidos de Copa, en otros tantos en Liga y cuatro en la Champions. 

Sin opciones de aparecer en la actual plantilla de Mourinho, Sahin aceptó marcharse cedido al Liverpool, pero su paso por la Premier no le sirvió para recuperar los valores de la moral perdidos a su llegada al Real Madrid. Tras siete partidos en la competición doméstica y cuatro en Europa, el centrocampista forzó la máquina para regresar a Dortmund, en donde tampoco ha recuperado el protagonismo de antaño. Ahora tiene la oportunidad, frente al club con el que todavía tiene contrato, de recuperar la estima olvidada.