El Málaga, invicto y menos goleado en la Champions, 'devora' al Milan

“¡El año que viene Málaga-Milan!”. El grito de los Malaka hinchas en el último partido de la pasada Liga, en el partido contra el Sporting de Gijón, se convirtió en profecía. La Champions de las estrellas, que ya ha coronado a Isco y a Eliseu como reyes de Europa, recibe a la histórica escuadra italiana que aterriza en la Costa del Sol en uno de los peores momentos, con un único superviviente (Ambrosini) de su séptima Copa de Europa (en 2007, en Atenas, frente al Liverpool).

El Málaga empezó el partido desdibujado, sin punch, como si se hubiera olvidado del juego preciosista que deslumbró en las primeras jornadas de esta competición suprema. Contra todo pronóstico, en diez minutos el Milan ya había disparado dos veces a puerta. Los malaguistas no lograban diseñar una sola jugada de peligro. Si Joaquín e Isco no se asocian, si Saviola y Portillo parece que acaban de entregarse sus tarjetas de visita, el Málaga se encuentra huérfano.

Algo empezó a cambiar en el minuto 15. Con un estadio de La Rosaleda preso de una lluvia constante, cada vez más severa, la acumulación de centrocampistas milaneses (además de la línea de cinco defensas, incluidos tres centrales) se volvió en contra del Málaga, que no tenía más remedio que derribar esta Numancia rojinegra, elegante, sin rastro del fútbol total del genio de Arrigo Sacchi.

Gámez logró arrancar un penalti muy discutido cuando la primera parte estaba a punto de caducar. Joaquín, que ya había fallado el sábado en el partido contra el Valladolid, volvió a fracasar. Tiró el balón alto. Su gesto de desesperación lo decía todo. Pero el público de La Rosaleda le animó con gritos de apoyo incondicional. Otro gesto más de la comunión de la hinchada del Málaga con este jugador filigrana.

El Milan confirmó su vocación por el catenaccio en el inicio de la segunda parte. La ofensiva del Málaga se hizo notar. Iturra le dio un pase en profundidad a Joaquín.  Esta vez no falló. Igual que en el partido de Liga, volvió a marcar. Levantó los dedos en señal de victoria. De nuevo, abonado al suspense, como si fuera un aprendiz de Alfred Hitchcock.

Con el gol por delante, los italianos no tuvieron más remedio que optar por el ataque. El Málaga conseguía abrir los espacios desahuciados en el centro del campo por el Milan. Isco, sin hacer un partido memorable como el que hizo contra el Zenit, continuaba regateando a sus adversarios y haciendo un fútbol de memoria. El equipo ha logrado nueve puntos de nueve puntos posibles en esta primera fase de la Champions. Y es el equipo menos goleado en la competición: ni un solo gol encajado. El jeque árabe Al-Thani, dueño del Málaga, vio el partido desde un palco que espera ya la siguiente ronda. Pellegrini sueña lo logrado con el Villareal en su estreno en la Liga de Campeones: llegar a la semifinal.

- Ficha técnica:

1.- Málaga: Caballero; Gámez, Demichelis, Weligton, Eliseu; Portillo (Onyewu, m.90) , Iturra, Camacho, Isco; Joaquín (Duda, m. 84) y Saviola (Santa Cruz, m. 70).

0.- Milán: Amelia; Bonera, Mexés, Acerbi (Bojan, m. 78), De Sciglio; Montolivo, Ambrosini, Emanuelson, Constant (Pato, m. 68); El Shaarawy y Pazzini.

Goles: 1-0, M. 64: Joaquín.

Arbitro: Pedro Proença (Portugal). Mostró tarjeta amarilla al malaguista Iturra (m. 66), y a los jugadores del Milan Montolivo (m.11), Constant (m.43) y Bonera (m.67).

Incidencias: Partido correspondiente al grupo C de la Liga de Campeones diputado en el estadio de La Rosaleda ante 30.000 espectadores.