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Florentino Pérez, en medio del fuego cruzado entre Mourinho y Sergio Ramos
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LA RELACIÓN ENTRE EL SEGUNDO CAPITÁN Y ENTRENADOR, ROTA

Florentino Pérez, en medio del fuego cruzado entre Mourinho y Sergio Ramos

La relación entre José Mourinho y Sergio Ramos nunca ha sido buena. La fuerte personalidad del entrenador y del segundo capitán blanco ha chocado en más

Foto: Florentino Pérez, en medio del fuego cruzado entre Mourinho y Sergio Ramos
Florentino Pérez, en medio del fuego cruzado entre Mourinho y Sergio Ramos

La relación entre José Mourinho y Sergio Ramos nunca ha sido buena. La fuerte personalidad del entrenador y del segundo capitán blanco ha chocado en más de una ocasión, pero la profesionalidad del central le ha llevado a olvidar rencillas y mirar por el bien del equipo. La manera de jugar, de entender el fútbol y la jerarquía dentro de un vestuario han sido punto de discordia con las dos personas que más comunicación tienen del primer equipo del Real Madrid con Florentino Pérez. Hasta el momento, Mourinho y Ramos se habían respetado. El defensa había acatado algunas decisiones del entrenador que no compartía, pero la suplencia ante el Manchester City ha dejado patente que los puntos de sutura que mantenía cerrada la herida han saltado por los aires, con el consiguiente peligro en forma de posteriores infecciones. El domingo, carpetazo o distanciamiento definitivo con el Rayo Vallecano de invitado.

El día después, Sergio Ramos lo pasó en Valdebebas entrenándose en solitario, algo habitual cuando el resto de la plantilla, con Mourinho a la cabeza, descansa. Al campeón del mundo no le ha gustado la suplencia. No era un partido más y la ración de banquillo ha sido tomada como una afrenta, algo que dista bastante "del simple toque de atención" del que hablan en el club. El andaluz no lo ha tomado de esta manera ni mucho menos y lo ha considerado un ataque directo a su estatus tanto dentro del equipo como a nivel internacional.

Mourinho habló de decisión técnica a la hora de sentar a Ramos y se engancha al video que puso a los jugadores blancos días atrás y que hacía referencia del segundo gol que recibió Casillas. Durante el vídeo, señaló directamente al central del tanto logrado por Abdel Barrada, algo que no suele hacer de una manera tan directa. El técnico ha esperado el momento que ha creído conveniente para que ese toque se convierta en un escarmiento, apoyado en las palabras del defensa en las que cuestionaba la crítica hecha por el técnico hacia el equipo tras el partido ante el Sevilla. Mou creyó que era el momento de demostrar a todo el mundo que la autoridad es cosa suya. Lo que ya hurgó más en la herida fue el rato calentando en la banda y las posteriores palabras de "sabía que hoy iba a tener equipo".

A diferencia de otras situaciones límite vividas desde su llegada al Real Madrid, la cuestión radica en el peso que Sergio Ramos tiene dentro del club. El central ejerce de líder del grupo junto a Casillas. Se siente respaldado por Florentino Pérez. El presidente siente predilección por él y son hasta habituales sus charlas telefónicas. La pasada temporada, tras la crisis suscitada tras la eliminación copera, portero y defensa fueron los que dijeron a Mourinho lo que pensaba el grupo y fue la mediación del presidente la que rebajó la tensión y consiguió poner de acuerdo a plantilla y entrenador para salvar el gran objetivo del club: ganar la Liga. Una comida arregló todo.

Con la del martes, son ya cuatro los momentos tensos vividos entre Ramos y Mourinho. La suplencia ante el Racing del pasado año tras la debacle frente al Levante, la escena del penalti lanzado ante el Athletic y el enfrentamiento tras el partido de Copa ante el Barcelona han ido deteriorando una relación que se ha vuelto tensa y que ahora está en la mano del técnico prolongar con una nueva suplencia, en este caso el domingo ante el Rayo Vallecano.

La relación entre José Mourinho y Sergio Ramos nunca ha sido buena. La fuerte personalidad del entrenador y del segundo capitán blanco ha chocado en más de una ocasión, pero la profesionalidad del central le ha llevado a olvidar rencillas y mirar por el bien del equipo. La manera de jugar, de entender el fútbol y la jerarquía dentro de un vestuario han sido punto de discordia con las dos personas que más comunicación tienen del primer equipo del Real Madrid con Florentino Pérez. Hasta el momento, Mourinho y Ramos se habían respetado. El defensa había acatado algunas decisiones del entrenador que no compartía, pero la suplencia ante el Manchester City ha dejado patente que los puntos de sutura que mantenía cerrada la herida han saltado por los aires, con el consiguiente peligro en forma de posteriores infecciones. El domingo, carpetazo o distanciamiento definitivo con el Rayo Vallecano de invitado.

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