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Seis minutos bastaron a Simeone para dejar a Bielsa sin capacidad de respuesta
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MIENTRAS EL ATHLETIC ERA FELIZ ESTANDO EN BUCAREST, EL 'ATLETI' FUE A POR LA FINAL

Seis minutos bastaron a Simeone para dejar a Bielsa sin capacidad de respuesta

Simeone abrumó a Bielsa. Cuando todo el mundo esperaba una exhibición del técnico del Athletic, seis minutos bastaron para que el entrenador del Atlético se comiera

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Seis minutos bastaron a Simeone para dejar a Bielsa sin capacidad de respuesta

Simeone abrumó a Bielsa. Cuando todo el mundo esperaba una exhibición del técnico del Athletic, seis minutos bastaron para que el entrenador del Atlético se comiera al que algunos señalan como creador del fútbol moderno. La teoría, una vez más, se quedó en el camino y un movimiento atrevido bastó para que el equipo madrileño repitiera título dos años después. Simeone sorprendió y cuando se esperaba que su equipo especulara, saliera a dormir el partido, volcó a su equipo de salida sobre el área de Iraizoz. El Cholo quería sentenciar, salir a por el partido y mentalizó a sus jugadores para que presionaran a muerte, para que no dejaran pensar a los jugadores de Bielsa.

Los cinco primeros minutos sirvieron de declaración de intenciones y para demostrar que el Athletic sufre cuando se les presiona a la salida del

balón (si lo dudan repasen el segundo gol de Falcao). Un minuto después llegó el golpe de gracia definitivo, ese mismo que Simeone y los suyos

habían soñado. La fórmula, muy sencilla, balón a Falcao y gol por toda la escuadra. El colombiano buscó la izquierda, su pierna menos buena y rompió a la defensa de un Athletic al que le vino la final grande. Bielsa y los suyos se vieron superados, les sobró final por todos lados y eso se notó desde el pitido inicial del amigo de Mourinho.

El técnico del Athletic lo intentó tras el descanso, moviendo el banquillo, pero el problema, en esta ocasión, no era de jugadores y sí de un equipo superado en lo anímico y muy tocado en lo físico. No tuvo capacidad de reacción alguna. La superioridad atlética fue total, más por sensaciones que por fútbol.

Manzano también puede presumir de esta Europa League

El entrenador rojiblanco acertó de pleno. No especuló. El Atlético tenía fresca su última final europea, se sentía seguro. El Athletic, no. La

fiesta vizcaína ya la había vivido con su clasificación para la final, refrendada con los percebes y el champán del vuelo con destino a Bucarest.

35 años después estaban en una final europea y con ese motivo ya tenían la recompensa. El simple hecho de estar en el último partido de la competición pareció bastar a un equipo que ha visto como la gabarra queda amarrada hasta la espera de lo que suceda el próximo 25. Por momentos, la final pareció ser un enfrentamiento entre hombres y niños, banquillo incluido. La teoría se esfumó como un sueño, como el vivido en Manchester.

Simeone ha conseguido que el talento de jugadores como Falcao, Adrián, Diego y Turan se ponga de acuerdo a la hora de aparecer en los momentos claves de esta Europa League, que el Atlético inició en el mes de julio y que culmina en mayo, tras 19 partidos, con 17 victorias, las últimas 12 logradas de manera consecutiva. Manzano también puede presumir de ser campeón de esta Europa League. Contribuyó en la primera fase y nunca se podrá decir que el equipo rojiblanco no hubiera logrado el éxito con el español en el banquillo. El título, con justicia, es de Simeone, que además de recuperar el perdido orgullo rojiblanco, está firmando un arranque como entrenador a la altura de los mejores del mundo. Seis años, tres títulos, uno menos que Bielsa en 23 años como entrenador.

Simeone abrumó a Bielsa. Cuando todo el mundo esperaba una exhibición del técnico del Athletic, seis minutos bastaron para que el entrenador del Atlético se comiera al que algunos señalan como creador del fútbol moderno. La teoría, una vez más, se quedó en el camino y un movimiento atrevido bastó para que el equipo madrileño repitiera título dos años después. Simeone sorprendió y cuando se esperaba que su equipo especulara, saliera a dormir el partido, volcó a su equipo de salida sobre el área de Iraizoz. El Cholo quería sentenciar, salir a por el partido y mentalizó a sus jugadores para que presionaran a muerte, para que no dejaran pensar a los jugadores de Bielsa.

Diego Simeone