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El propietario del Leganés cesó al entrenador Carlos Orúe… desde Brasil
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EL CLUB MADRILEÑO VIVE UN DIFÍCIL MOMENTO

El propietario del Leganés cesó al entrenador Carlos Orúe… desde Brasil

Un curioso detalle ocurrió en el CD Leganés la semana pasada, cuando el dueño de la entidad, encontrándose en Brasil, decidió que había que destituir de

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El propietario del Leganés cesó al entrenador Carlos Orúe… desde Brasil

Un curioso detalle ocurrió en el CD Leganés la semana pasada, cuando el dueño de la entidad, encontrándose en Brasil, decidió que había que destituir de forma tan urgente a su entrenador que no esperó ni a volver a España para llevar a cabo el cese. Cogió su teléfono y lo hizo a través del director deportivo.

Más allá de excentricidades, lejos quedan los buenos tiempos del 'Lega', cuando Samuel Eto’o o Catanha vistieran la camiseta blanquiazul y el equipo pepinero jugara once años consecutivos en Segunda, llegando a pelear incluso por ascender a Primera. Ahora, mientras la afición tiene que fastidiarse viendo al Getafe, eterno rival, en el mejor momento de su historia, el Leganés se encuentra hundido en la difícil Segunda B, donde en el grupo primero bordea a día de hoy los puestos de descenso a Tercera.   

El conjunto madrileño vivió una grave crisis económica e institucional hace tres temporadas, pero la aparición de un empresario de la localidad, Felipe Moreno, le otorgó la solvencia que necesitaba para huir de una probable desaparición. La mujer de Felipe, María Victoria Pavón, asumió el puesto de presidenta, y con esta nueva directiva se intenta desde entonces regresar a la División de Plata del fútbol español.

El proyecto de este año ilusionó desde el primer momento, con la contratación de futbolistas jóvenes y de calidad, junto con alguno consagrado y conocido por el gran público como es el caso del goelador Víctor Fernández, ex de Villarreal y Valladolid, entre otros. El objetivo eran los cuatro primeros puestos (play-offs) y debería pelearlos, a priori, contra ilustres como el Tenerife, el Albacete, el Oviedo o el Real Madrid Castilla.

El finiquito de Orúe, por resolver

Pero el equipo no carburó desde el inicio y se instaló en las plazas peligrosas de la tabla. Cayó el primer entrenador de la temporada, Miguel Álvarez. Llegó el experimentado Carlos Orúe, exentrenador de Rayo Vallecano y Xerez, quien consiguió remontar el vuelo del equipo firmando resultados aceptables, basados en la fortaleza como local. Pero una vez que se confirmó que el ascenso este año no era posible, la directiva comenzó una especie de plan de ahorro, dando salida a algunos jugadores de caché alto dentro de la palntilla y trayendo recambios más baratos.

Y en esas, Moreno, que se encuentra por motivos de negocios desde hace días en Brasil, decidió el pasado miércoles que Orúe también sobraba. Le cesó a través del director deportivo Paco Belmonte, principal cabeza visible del club estos días, ya que la presidenta también ha viajado hasta el país sudamericano coincidiendo con los famosos Carnavales.

José María Rico, segundo entrenador y hombre de confianza de la cúpula, se ha hecho cargo del equipo. Y hasta que no regresen el propietario y la presidenta de tierras brasileñas se ha quedado en pausa la resolución del finiquito de Orúe, quien aún está a la espera de hablar con sus exjefes.

El debut de Rico este fin de semana se saldó con una dolorosa derrota en casa ante el Conquense, penúltimo clasificado. Aunque la situación deportiva es más convulsa de lo esperado a principios del curso, lo cierto es que económicamente la austeridad y control de Felipe Moreno ha propiciado que los sueldos estén al día y que, a medio plazo, el futuro se vea con optimismo, situación que ya quisieran para sí la mayoría de equipos de Segunda B. Lo que sí que tendría consecuencias graves sería descender a Tercera, división que el Lega no frecuenta desde 1987.

Un curioso detalle ocurrió en el CD Leganés la semana pasada, cuando el dueño de la entidad, encontrándose en Brasil, decidió que había que destituir de forma tan urgente a su entrenador que no esperó ni a volver a España para llevar a cabo el cese. Cogió su teléfono y lo hizo a través del director deportivo.