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La afición se harta y estalla contra la racanería del Real Madrid en el Bernabéu
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LA ESCASA POSESIÓN Y EL JUEGO EN LARGO DESQUICIÓ A LA AFICIÓN

La afición se harta y estalla contra la racanería del Real Madrid en el Bernabéu

El Real Madrid llegaba al primer Clásico de la Copa del Rey con las ideas claras y con la intención de hacer introspección para evitar los

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La afición se harta y estalla contra la racanería del Real Madrid en el Bernabéu

El Real Madrid llegaba al primer Clásico de la Copa del Rey con las ideas claras y con la intención de hacer introspección para evitar los errores cometidos en el partido de Liga. Para ello, José Mourinho decidió 'tirar' de un 4-3-3 muy defensivo y 'regalar' el balón para tratar de ganar a la contra al Barça, pero nada más lejos de la realidad. El conjunto blanco no gustó y el Santiago Bernabéu criticó el juego de los suyos.

Misma ilusión, misma historia, mismo resultado; así podría resumirse el choque de Copa. El conjunto blanco cambiaba su planteamiento para tratar de ganar al Barcelona, y una buena jugada a la contra adelantaba a los madridistas en el marcador. Sin embargo con el paso de los minutos los azulgranas retomaban el control del balón y terminarían remontando el choque. Resignación y sensación de impotencia en la casa blanca.

En Liga, el Madrid trató de jugar de 'tú a tú' al equipo de Pep Guardiola, y se llevó un severo correctivo (1-3). Para evitarlo y pensando en los 180 minutos de la eliminatoria, Mou decidió apostar por guarecerse en su campo y aprovechar la velocidad a la contra, con Cristiano Ronaldo, Gonzalo Higuaín y Karim Benzema al ataque. El delantero luso adelantaba a los blancos, pero la alegría iba a tornarse en tristeza.

Tras el gol inicial, el Madrid siguió apostando por el mismo juego: replegado, y aprovechar la velocidad, pero el Bernabéu no estaba por la labor de apoyar este estilo. Incluso con el marcador a favor, los pelotazos desde la defensa blanca regalando el esférico al Barcelona -en especial Iker Casillas, muy criticado por estas acciones por el público- cansaron a la afición, que silbaba a los suyos por no querer jugar el balón.

La hinchada, muy molesta con su equipo

La racanería blanca enfadó a sus aficionados, que no entendían cómo el Madrid no quería 'tocar'. Robar, despejar en largo, y buscar la velocidad era la consigna, que solo tuvo éxito en el gol inicial de Cristiano Ronaldo. El Barça dominaba la posesión y que llegaran los goles sólo era sólo cuestión de tiempo. La afición lo sabía y los pitos no se hicieron esperar.

Tal y cómo se estaba viendo, el Barça dio la vuelta al marcador. El empate de cabeza de Carles Puyol evidenció los graves problemas de los blancos en el juego aéreo, en el enésimo tanto de cabeza en los últimos partidos. Y un error defensivo propició la entrada de Eric Abidal como 'Pedro por su casa' para consumar la remontada. El público, cansado, abandonaba las gradas del Bernabéu.

La afición no comparte el estilo que Mourinho quiso imponer ante el Barcelona. Los seguidores blancos consideran que la plantilla del Madrid tiene calidad suficiente para jugar al toque al conjunto azulgrana. Por ello, jugar como si de un equipo pequeño se tratara, al pelotazo y sin continuidad en el juego, desquició a más de uno, que ya se ha resignado ante el juego de los culés.

Mención aparte merecen dos jugadores blancos. Hamit Altintop cumplió a la perfección, y demostró estar a la altura de las circunstancias en un partido tan importante como el de este miércoles. Por otro lado, Pepe, que debería replantearse su exceso de testosterona y el Madrid debería pensar en algo más que en un rapapolvo. Pero lo cierto es que el público se hartó de los pelotazos sin sentido ante el Barça.

El Real Madrid llegaba al primer Clásico de la Copa del Rey con las ideas claras y con la intención de hacer introspección para evitar los errores cometidos en el partido de Liga. Para ello, José Mourinho decidió 'tirar' de un 4-3-3 muy defensivo y 'regalar' el balón para tratar de ganar a la contra al Barça, pero nada más lejos de la realidad. El conjunto blanco no gustó y el Santiago Bernabéu criticó el juego de los suyos.

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