Alonso, McLaren y Honda: el cielo se desplomó sobre sus cabezas

McLaren miraba al cielo pidiendo la ayuda de la lluvia para el GP de Japón de Fórmula 1, pero fue el propio cielo el que se desplomó sobre sus cabezas, como en la aldea gala de Astérix. “Fin de semana y carrera anónimos”, “para olvidar”, sintetizaban Fernando Alonso y Eric Boullier. Precisamente en casa de Honda, donde y cuando más se necesitaba.

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“Avergonzado y frustrado”. Así calificó el piloto español la famosa carrera “motor GP2” de 2015. Sin ritmo desde el viernes, doblados en el gran premio y con monoplazas como patos andando sobre hielo, sus palabras habrían sido perfectamente válidas un año después.

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La debacle de Suzuka rompe temporalmente ese discurso de un McLaren al alza de las últimas carreras, a la vez que deja flotando en el aire dos cuestiones. Una, la desconcertante ciencia que también es el mundo de las carreras, donde 2+2 no siempre suman 4. La otra, que tan dura derrota en Japón pondrá a prueba la solidez en las cuadernas del navío anglonipón. Porque, ¿fue responsabilidad del motor de Honda? ¿De un chasis menos competitivo de lo que se predica? ¿O de que, por ambas cuestiones Suzuka se atravesó como una mala espina en el gaznate?

El antes y el después

“Si conseguimos salir séptimos, octavos o novenos podemos conseguir un resultado mejor y estar entre esos 'top 5', el sueño a conseguir en las carreras que faltan”. “Comenzamos a disfrutar más, y cuando disfrutas puedes atacar más, y las prestaciones vienen solas”. “El año pasado no estábamos listos para competir, el motor estaba en otra categoría, en otro nivel”. Al empezar el fin de semana, Alonso se mostraba moderadamente optimista. En Monza auguraba que Suzuka, Austin, Abu Dabi serían buenos circuitos para el MP4-31.

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Pero al término de la carrera McLaren ofrecía un amplio catálogo en sentido inverso: “Nasty race” (¿acepción de 'carrera fea' o 'asquerosa' en castellano?), según Alonso; “hard day”, “our bogey track” ('nuestra pista de la mala suerte') “horrific”, según Button; “para olvidar”, “muy difícil de asimilar”, según Boullier. ¿Dónde estaba entonces esa evolución al alza de McLaren?

"Circuito a circuito, el rendimiento cambia"

Por sus curvas rápidas y zonas en subida, cabe apuntar hacia el déficit de Honda. Pero Alonso y Button hablaban también de un chasis que no encontraba el necesario equilibrio aerodinámico. Pero ¿por qué sí en Silverstone, Spa o Sepang y no en Suzuka, un trazado que tiene un poco de todo?

Un monoplaza cuenta con una personalidad determinada y una mayor o menor elasticidad para adaptarse a diferentes trazados de diferentes características. Mercedes acierta en todas. El resto de sus rivales, depende. En ocasiones, ninguna simulación previa ni antecedentes de otros circuitos similares pueden explicar cómo y por qué la brújula de un monoplaza se vuelve loca en ocasiones. El pasado año le ocurrió a Mercedes en Singapur, este año a Red Bull en Canadá, a Ferrari en tantos Q3 de 2016.

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Un decepcionado Alonso ya lo apuntó el sábado. “Circuito a circuito, el rendimiento del coche cambia, o cambia la fuerza de nuestros rivales… Aquí parece que Force India y Haas han ido muy rápido, en Singapur fue Toro Rosso. Este no está de nuestro lado, así que tenemos que entender por qué”. Un año después de la 'embarazosa' actuación de 2015, solo un Sauber, un Hass y dos Manor habían terminado por detrás.

¿Y si el chasis tiene un rendimiento limitado?

Puede que Suzuka sea solo una pérdida puntual de localización en el radar, como quería creer Alonso. Pero durante gran parte de la temporada, desde el equipo británico se ha señalado a las carencias de Honda como principal factor de inferior competitividad. ¿Y si el chasis MP4-31, seguidor de la filosofía del 'zero size' decidida en 2014 tuviera algunas serias lagunas en determinadas áreas?

Desde fuera, el profano no tiene capacidad para bucear con rigor en tan abisales simas técnicas. “Es un circuito que tiene largas rectas, muchas curvas de media y alta velocidad sin frenadas fuertes, lo que es una debilidad nuestra”, nos iluminaba Button el sábado. “Somos muy sólidos con las curvas de frenada fuerte y de baja velocidad, pero no en las curvas donde no se frena fuerte. Con el suelo [del monoplaza] no tan cerca del asfalto, no funcionamos tan bien”. ¿Suelo no tan cerca del asfalto? ¿Necesita el MP4-31 compensar sus carencias de potencia con una especial filosofía y compromiso aerodinámico que se estrellaban contra la pared del trazado nipón?

"Como una fuerza unida, nos vamos a Austin"

“Sin embargo, tal es el espíritu y deseo de ganar de quienes trabajan tanto para McLaren como Honda, que como una fuerza unida dejaremos atrás este fin de semana para olvidar y concentraremos nuestra ambición en la siguiente carrera, el Gran Premio de Estados Unidos”, era la despedida formal y políticamente correcta de Boullier.

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Tras el pasado año, no se iba a escuchar de McLaren y sus pilotos el menor reproche para Honda. Pero si el chasis que McLaren aporta a su socio muestra ha sido el responsable principal de la derrota, el fabricante nipón tendrá motivos para devolver los reproches que tanto recibe desde el otro lado. Sobre todo con semejante derrota ante millones de seguidores japoneses y sus miles de trabajadores. ¿Habrá trapos sucios que lavar entre las partes? Si así fuere, será de puertas para adentro. Ah, Alonso también nos señalaba a Austin como una buena carrera para McLaren…