Es noticia
“No toco en ayuntamientos del PP. Me dan tanto asco que no me sale una nota"
  1. Cultura
entrevista a paco ibáñez

“No toco en ayuntamientos del PP. Me dan tanto asco que no me sale una nota"

El cantautor actúa esta semana en el Teatro Nuevo Apolo de Madrid tras 14 años sin pisar los escenarios de la capital y el día 18 en el Olympia de Valencia

Foto: El músico Paco Ibañez durante el concierto 'Aragón sigue, Labordeta vive'. EFE/Javier Cebollada
El músico Paco Ibañez durante el concierto 'Aragón sigue, Labordeta vive'. EFE/Javier Cebollada

Nacido en Valencia, en 1934, Paco Ibañez es uno de los grandes cantautores en habla hispana. Su repertorio le sitúa a la altura de Serrat, Víctor Jara, Violeta Parra, Enrique Morente y Chicho Sánchez Ferlosio. Palabras mayores. Mientras los modernos babean por Bob Dylan, Johnny Cash y Tom Petty, su voz y repertorio no tienen nada que envidiarles en voltaje. Ibáñez fue símbolo de la resistencia antifranquista, grabó un legendario directo en el Olympia de París (1969) y ha mantenido una línea constante de rigor, emoción y respeto por el oficio. Actúa en Madrid del 6 al 8 de mayo (Teatro Nuevo Apolo) tras 14 años sin pisar los escenarios de la capital y en el Teatro Olympia de Valencia el día 18. Su vibrante cancionero conserva una enorme pegada emocional y política.

'Andaluces de Jaén', Paco Ibáñez

P: ¿En qué momento artístico se encuentra?

R: En el de siempre: querer hacer cosas. Para mí el enfoque es sencillo, el de toda la vida: hacer canciones y cantarlas.

P: Lo que va mutando es la situación política.

R: La mayoría de mis canciones son universales. Hay un par que pueden venir más a cuento en un momento concreto, pero no muchas más.

P: Estaba viendo vídeos suyos en Youtube. En uno de los primeros, cambiaba un verso de 'La poesía es un arma cargada de futuro', de Gabriel Celaya. En vez de “maldigo la poesía de quien no toma partido hasta mancharse”, le daba la vuelta para decir “maldigo la poesía de quien toma partido hasta forrarse”. ¿En quién pensaba?

R: Jajaja…He sido un visionario…Tenía en la cabeza a los progres del socialismo español, encabezados por Felipe González, el hermano de Alfonso Guerra, toda esa panda. El PSOE se envolvió en versos de poetas de izquierdas para presentarse como lo que no eran.

'La poesía es un arma cargada de futuro', Paco Ibáñez

P: Ah, pensé que se refería a cantantes. Hay algunos que piensan que se puede ser anarquista y capitalista a la vez. Por ejemplo, Loquillo, con quien usted colaboró en el disco 'Mujeres en pie de guerra' (2004), un tributo a las militantes de la CNT. ¿Es compatible eso con anunciar 'La Vanguardia' y el Banco de Sabadell, como hizo Loquillo?

R: No tengo televisión, pero esto que me cuentas te demuestra la escasa solidez del personaje. Lo único que hice en ese álbum fue acompañarle en una versión de Brassens: 'La mala reputación'. Es lo mismo que ver a estos deportistas de mierda, mamarrachos y asquerosos. Por ejemplo, Pau Gasol. Paseas por Barcelona y ves carteles más grandes que él. Yo los desprecio, no sabes hasta qué punto. Me dan asco. No entiendo que alguien pueda venderse de esa manera. ¿No tienen dinero suficiente ya?

P: ¿Qué opina de Serrat? Lo digo porque él tiene discos populares muy potentes, pero ha ido virando hacia el canalleo sabinero posmoderno.

R: No lo sé. Ahí no entro. Desconozco lo que hace ahora, lo veo de lejos. La fantasía también es necesaria, no todos tienen que ser tan serios como yo. Siento aprecio y respeto por él.

P: Estoy de acuerdo en que no todo puede ser solemnidad. Lo que me parece revelador es que tiren por la juerga justo cuando el país se está cayendo a pedazos. ¿No es una falta de sensibilidad?

Para mí, Podemos es el mejor detergente que tiene España.Son los más capaces de limpiar el patio. Otra cosa es la solvencia para construir algo nuevo

R: Serrat nunca ha pretendido ser un artista político. Se ha dedicado a hacer canciones preciosas. Ahora se pone y se quita el bombín cuando quiere. Es cosa suya.

P: La última vez que usted tocó en Huesca, en 2005, lanzó un discurso demoledor contra Felipe González. ¿La mayor decepción de su vida política

R: Pffff….Como dicen los argentinos, si va ser para disgustos, mejor no hablamos. Pero, bueno, para mí Felipe fue una lección aprendida, bien aprendida, quizá sí tenía sentido comentarlo, para que no se repita.

P: ¿Ve con esperanza el nuevo momento actual?

R: Para mí, Podemos es el mejor detergente que tiene España. Son los más capaces de limpiar el patio. Otra cosa es la solvencia para construir algo nuevo. Primero es muy difícil enfrentarse a los grandes poderes económicos. Además, como músico, veo que tienen muy dejados los sentimientos, el alma y la creatividad. Están más centrados en la justicia social. Para mí el arte debería ser parte de esa justicia. En general, parece que los políticos y el arte estén enfadados. No todo es llenarse el estómago, también hay que cubrir otras necesidades.

P: Pero, ¿la función de partido es colmarnos espiritualmente?

R: No sé…Lo que noto es que los políticos no tienen en cuenta a la cultura, la desprecian o la ignoran. Les parece un estorbo.

P: Cuando Podemos escogió 'L’estaca' (Lluís Llach) para cerrar la asamblea de Vistalegre, les llovieron críticas. La más repetida decía que no se puede representar una nueva forma de hacer política tirando de canciones antiguas. ¿Está de acuerdo?

R: ¿Qué quiere decir “canciones antiguas”? Si en 1970 tú planteas un problema y eso no se ha resuelto, la canción sigue vigente. Cuando yo canto 'Un español habla de su tierra' tampoco siento que haya caducado. Si el problema desaparece, la canción se convierte en pieza de museo y la metemos en una vitrina. Y seguirá teniendo el uso de los museos: mostrar qué les preocupaba a los romanos o a los habitantes de Mesopotamia.

'Un español habla de su tierra', Paco Ibáñez

P: Parece claro que, con la llegada de la democracia, se marginó a los cantautores en favor de grupos más “modernos”, “rompedores” y “anglosajones”. ¿Cómo vivió aquella época?

R; Ah, claro, se impuso la música consumible. Es una lógica parecida a comprar trigo en otro país cuando puedes sembrarlo aquí. Eso convirtió en yerma la escena musical española. Los países que más apuestan por lo anglosajón son los que tienen peor escena artística.

P: ¿Le dejaron de llamar los ayuntamientos?

R: Empezaron a considerar que lo que yo hacía no era vendible. Bajaron mucho las actuaciones, me borraron del mapa. Sobreviví gracias a la sensibilidad de cierta gente que organizaba conciertos.

P: En un momento dado, toma una decisión radical: dejar de tocar en ayuntamientos del PP. ¿Cuando y cómo se decide?

R: Lo hago desde que existe el PP. No quiero saber nada de ellos, me echan para atrás. No es estrategia, sino algo más físico, igual que evito pasar por un sitio donde huele mal.

P: Ya, pero allí habrá todo tipo de votantes, que seguro que agradecen un soplo de aire fresco.

R: Es un argumento que he considerado. Pero, por encima de eso, me niego a aceptar dinero de esa gente. Ya sé que los impuestos son de todos, pero yo prefiero no aceptarlo si viene de ciertos sitios. Tampoco creo que tenga toda la razón del mundo. Solo sé que me dan tanto asco que no puedo soportarlo, no consigo que salga una nota de mi garganta.

'A galopar', Rafael Alberti y Paco Ibáñez

P: En la última década, antes del 15M, he visto veinteañeros cantar 'A galopar' en manifestaciones activistas. Eran reuniones minúsculas, de unos cientos de personas. La estampa me parece disfuncional, ya que no había ninguna fuerza para “enterrarlos en el mar”, como propone hacer la letra con la derecha. ¿Qué opina de este cuadro?

R: Cuando se hizo la canción, el poderío de la izquierda era mucho. Estábamos en la Guerra Civil y echar a los fascistas no era una fantasía. Hace falta recordar que lo de “enterrarles en el mar” es una metáfora, no había intención de tirar a nadie al océano, simplemente buscaban ganar la guerra. La canción infunde rabia, fuerza y lucha. Me recuerda a cuando fueron a Danton a cantarle 'La Marsellesa' por primera vez. Les dijo una frase rotunda: “Esto vale mil cañones”. Son canciones que animan a vencer.

Nacido en Valencia, en 1934, Paco Ibañez es uno de los grandes cantautores en habla hispana. Su repertorio le sitúa a la altura de Serrat, Víctor Jara, Violeta Parra, Enrique Morente y Chicho Sánchez Ferlosio. Palabras mayores. Mientras los modernos babean por Bob Dylan, Johnny Cash y Tom Petty, su voz y repertorio no tienen nada que envidiarles en voltaje. Ibáñez fue símbolo de la resistencia antifranquista, grabó un legendario directo en el Olympia de París (1969) y ha mantenido una línea constante de rigor, emoción y respeto por el oficio. Actúa en Madrid del 6 al 8 de mayo (Teatro Nuevo Apolo) tras 14 años sin pisar los escenarios de la capital y en el Teatro Olympia de Valencia el día 18. Su vibrante cancionero conserva una enorme pegada emocional y política.

Música
El redactor recomienda