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Cinco claves para convertir un cine en un lugar de culto
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phenomena celebra su 5º aniversario con un libro

Cinco claves para convertir un cine en un lugar de culto

Lo que comenzó como una original iniciativa se ha consolidado en su propia sala, lugar de referencia para disfrutar de grandes películas en un marco incomparable

Foto: Interior del cine Phenomena (Natalia Regás)
Interior del cine Phenomena (Natalia Regás)

Un hall enmoquetado te da la bienvenida. No es una moqueta cualquiera, esas estructuras hipnóticas que la animan son un referente para cualquier cinéfilo, por esa alfombra se deslizaba el triciclo de Danny en 'El resplandor'. Encima de ella sofás aterciopelados y luces rojizas marcan el camino hasta el 'altar' principal, la sala llena de butacones traídos de otra época y un telón del que parece que saldrá un enano lynchiano hablando al revés y haciendo movimientos espasmódicos. No hay duda, estamos en Phenomena, la sala de cine de Barcelona que se ha convertido en la catedral de cualquier amante del séptimo arte.

Se cumplen cinco años desde que Nacho Cerdá, director de películas como 'Los abandonados', tuvo el deseo de devolver al cine esas grandes salas que hacían que cualquier película pareciera mejor. Uno de esos lugares en los que cualquier cinéfilo podía pasarse horas o incluso quedarse a vivir. Una idea que le vino en pleno estado de “locura transitoria”, como explica a El Confidencial. Así llegó el primer programa doble que proyectaron en una sala de Barcelona alquilada. Los títulos elegidos fueron 'Alien' y 'Tiburón', no podía ser de otra forma, el filme de Spielberg que se cargó los cimientos de la industria creando un nuevo Hollywood marcado por los blockbusters hace 30 años.

placeholder Zona de bar del Phenomena (Natalia Regás)
Zona de bar del Phenomena (Natalia Regás)

Con motivo de este quinto aniversario se publica un libro (El cine según Phenomena, de Jordi Batlle Caminal, Editorial Timun Mas), mitad catálogo de sus obras fundamentales y mitad repaso a este fenómeno, que quiere recuperar esa “emoción perdida” por el cine. Después de esa época de nómadas, Cerdá tuvo claro que necesitaban una sala estable en la que ahora se asienta Phenomena y que se abrió con ese mismo programa doble. Un punto de encuentro que ya es un sitio de culto que intentamos explicar en cinco claves.

Recuperar el espíritu del cine de barrio

Detrás de todo esto hay una idea tan simple como volver a esos cines de barrio que están desapareciendo en las grandes ciudades en favor de los impersonales centros comerciales, fríos y nada románticos como recuerda el libro. Volver a construir catedrales de cine en pleno centro y volver a sentirlo como antes.

He adoptado un concepto que ya existía y con el que yo había crecido, el del cine de barrio que la industria había dejado de lado. El cine de los últimos años nos había quitado el encanto de entrar en una sala

Nacho Cerdá quita mérito a su iniciativa y prefiere “ser justo” y reconocer que “sólo he adoptado un concepto que ya existía y con el que yo había crecido, el del cine de barrio y de reestreno que la industria había dejado de lado. He resucitado algo que ya existía, pero creo que el buen cine es motivo suficiente para ir a ver una película. El cine de los últimos años nos había quitado el encanto que significaba entrar en una sala”, explica.

Defender el acto social de ir al cine

El cine se ha convertido en una experiencia solitaria, algo parecido a visitar las asépticas terminales de un aeropuerto. Ante eso Phenomena quiere “crear comunidad”, devolver la “sensación de evento exclusivo”, es decir recuperar el encanto y el acto social de ir a ver una película, como recuerda Cerdá: “El cine es un acto social, yo siempre lo he vivido como tal, y es una opción de ocio que se consume en grupo o en pareja. Cuando no tienes el aliciente de la liturgia, pierde el sentido ir, ya que la puedes ver en casa en mejores condiciones”.

A pesar de todo el creador de Phenomena se muestra en contra de aquellos que predicen el final del cine como lo conocemos, y cree que eventos como el estreno de 'Star Wars' este año demuestran que el cine “está vivo”. “Que no me cuenten milongas, la gente va al cine, pero selecciona cada vez más la experiencia”, zanja.

Apostar por la versión original...¿o no?

En Phenomena se proyecta en versión original, una apuesta por el cine tal como fue concebido que Nacho Cerdá cree que no debe convertirse en una norma escrita en piedra. “Yo soy un gran defensor del cine doblado, si tuviera mas recursos a nivel de copias lo traería también, no hago ascos. Hay mucho postureo respecto al doblaje, todo el mundo habla de que se pierde la esencia, pero se gana otra, el arte del doblaje”, opina el también director.

“Muchas de las películas con las que hemos crecido las identificamos con un doblaje. Antes John Wayne tenía una voz concreta, o el mismo Clint Eastwood. La versión original es una necesidad por ausencia de otros materiales y hay películas que lo merecen y otras Grindhouse que dobladas ganan puntos”, argumenta.

Mezclar Hollywood y Serie B

Para Phenomena la clave está en las películas que proyectan. Desde aquella doble sesión de 'Tiburón' y 'Alien' han elegido cada título con mimo y alternando películas de estreno, clásicos del cine y títulos más propios de serie Z. Aquí caben Hitchcock y Lynch, pero también Ed Wood.

“Una buena sala tiene que tener una buena programación que lo identifique con un estilo y una forma de entender el cine. Antes cada cine de barrio tenía su personalidad. Nosotros programamos filmes que tengan para nosotros un interés, pero hay que encontrar los derechos, la copia, subtitularla... A veces se pone muy cuesta arriba conseguir una peli que quieres”, opina Cerdá que sueña con poder proyectar 'Las locas aventuras de Rabbi Jacob', con Louis de Funes, pero en su versión doblada.

Usar la última tecnología

El responsable de que un cine funcione es el exhibidor, si vemos la película en buenas condiciones y un buen entorno repetiremos. Ahí está el secreto

El cine se encontró de repente con un enemigo inesperado: la televisión. Para plantarle cara empezó a hacer la pantalla cada vez más grande y a desarrollar nuevas tecnologías (algunas sin éxito) como el cinerama, el cinemascope o el IMAX. La técnica ha ayudado siempre a que el público disfrute en el cine como en ningún sitio.

La calidad de la imagen y el sonido es imprescindible en Phenomena. Cuando Nacho Cerdá soñaba con este proyecto siempre tuvo claro que cada película tenía que proyectarse “con las mejores condiciones”. “El responsable de que un cine funcione es el exhibidor, si vemos la película en buenas condiciones y un buen entorno repetiremos. Ahí está el secreto”. Palabras de quien ha conseguido que un cine de barrio se convierta en el cine de culto de toda España, habrá que hacerle caso.

Un hall enmoquetado te da la bienvenida. No es una moqueta cualquiera, esas estructuras hipnóticas que la animan son un referente para cualquier cinéfilo, por esa alfombra se deslizaba el triciclo de Danny en 'El resplandor'. Encima de ella sofás aterciopelados y luces rojizas marcan el camino hasta el 'altar' principal, la sala llena de butacones traídos de otra época y un telón del que parece que saldrá un enano lynchiano hablando al revés y haciendo movimientos espasmódicos. No hay duda, estamos en Phenomena, la sala de cine de Barcelona que se ha convertido en la catedral de cualquier amante del séptimo arte.

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