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El Primavera Sound 2013 en siete claves
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EL FESTIVAL DE MÚSICA DE BARCELONA CELEBRA SU DÉCIMO TERCERA EDICIÓN

El Primavera Sound 2013 en siete claves

Primavera Sound, festival de música alternativa de Barcelona, se enfrenta al doble trece: por el año en que se celebra y también porque estamos ante la

Foto: El Primavera Sound 2013 en siete claves
El Primavera Sound 2013 en siete claves

Primavera Sound, festival de música alternativa de Barcelona, se enfrenta al doble trece: por el año en que se celebra y también porque estamos ante la decimotercera edición. Y lo hace con valentía, ya que lleva meses presumiendo de contar con uno de los mejores carteles de la historia (se promocionaron en la red social Twitter como el hashtag #bestfestivalever). La organización espera llegar a 150.000 visitantes este año y anuncia que ha ampliado el recinto en 21.000 metros cuadrados. La oferta resulta inabarcable: 250 conciertos en cinco días, la mayoría concentrados en jueves 23, viernes 24 y sábado 25.  Para no perderse entre tanta propuesta moderna conviene tener claras unas cuantas pistas: 

Nostalgia

Seguramente estamos ante el festival pop-rock con mayor porción de público entre los treintaymuchos y los cuarentaypocos. ¿El motivo? Los cabezas de cartel se seleccionan entre viejas glorias de la llamada "explosión alternativa", que tuvo lugar entre finales de los 80 y comienzos de los 90. Fue aquel periodo en que Michael Jackson perdió el número uno de las listas de ventas en EE.UU a manos de un grupo con pinta de arrastrados que respondía al nombre de Nirvana. Estaban de moda las guitarras sucias y ruidosas. El escenario grande del Primavera demuestra su adicción a aquellos años programando a Dinosaur Jr, My Bloody Valentine y The Jesus and Mary Chain (todos sacaron sus mejores discos entre 1985 y 1992). Aquí no hace falta un novedad bajo el brazo para ser aparecer en lo alto del cartel, como demuestra la vuelta de los poperos Blur (el último trabajo que editaron tiene diez años).  

 

Black Power

Seguramente estamos ante la edición con más artistas de color. Destacan Wu-Tang Clan, mítico colectivo hip-hop de Staten Island (Nueva York), autores de media docena de himnos clásicos. Más fresca es la apuesta de "Killer" Mike, rapero izqueirdista de Atlanta conocido por sus bajos demoledores y letras militantes, donde critica las políticas económicas dominantes desde la administración Reagan. El toque clásico lo pone Solange, hermana menor de la diva Beyoncé. Ofrece soul-pop de siempre, bien cantado y con algo de maquillaje moderno. Primavera Sound no olvida la world music, sobre todo desde que en la pasada edición triunfasen Afrocubism, alianza de músicos cubanos y africanos comandada por estrellas como Toumani Diabaté y Elíades Ochoa. Este año es el turno de los hipnóticos tuaregs Tinariwen, los ritmos sinuosos del etíope Mulatu Astatke y la elegante Orchestre Poly-Rythmo de Cotonou (Benín). 

Cuéntame 

Una marca de la casa del festival es que algunos grupos tocan íntegramente su álbum más conocido. Este año es el turno de The Breeders con The Last Splash (1993). Hablamos de un grupo dominado por chicas, cuya líder es la mítica bajista Kim Deal, famosa por su trabajo con los Pixies. El chispeante estribillo de Cannonball fue un impacto mayúsculo dentro de la explosión alternativa (no paró de sonar en la MTV ni en las radios modernas de la época). Los granadinos Los Planetas repescan Una semana en el motor de un autobús, que cumple quince años. Es un disco rockero cargado de amargura, con piezas tan inmediatas como Cumpleaños total o Segundo premio (parcialmente fusilada de Promesses, del compositor francés Etienne Daho). La delicatessen del festival es la recreación de Krieg Un Frienden, álbum de este mismo año donde el alquimista alemán Sascha Ring (más conocido como Apparat) contó con treinta músicos para crear una banda sonora que sirviera de versión teatral de Guerra y Paz.

Electrónica para indies 

Atrás quedan los tiempos en que venían al festival tótems techno como Robert Hood o maestros de los ritmos de mal rollo como Aphex Twin. Cada año el cartel parece decantarse más por la "electrónica para indies", alejada de los ritmos oscuros, bajos potentes y estética del gueto. Sorprende que este año cierre la noche del viernes algo tan flojito como Disclosure, dúo de hermanos blancos que suenan como los poperos Bros intentado hacer dubstep (estilo de raíz jamaicana surgido de barrios de color de Londres). 

 

Jackmaster pinchará soul-pop-funk ochentero, Daphni beats negros amables mientras que Four Tet es tan versátil que puede hacer lo que quiera (desde melancolía a medida de seguidores de Radiohead hasta pepinos de club como Plastic People). Para grupos como los dulzones The Postal Service se acuñó la etiqueta indietrónica, pero tienen mucho más de lo primero que de los segundo (como Hot Chip y Glass Candy). Resumiendo: mucha electrónica para aquellos a los que no les acaba de gustar la electrónica. Quien busque turrón del duro hará bien en acercarse el jueves al escenario Adidas para escuchar a Actress, dueño de los ritmos que hubieran alucinado a los Panteras Negras más exigentes. 

Ruido extremo

El volumen desbocado siempre forma parte del menú del Primavera Sound. El año pasado muchos asistentes quedaron noqueados con las actuaciones de extremistas como Godflesh, Napalm Death o Wolves in The Throne Room. En esta edición es el turno de los californianos Neurosis, guitarras metal que podrían servir de acompañamiento al Apocalipsis. También se presenta esa trituradora psicodélica llamada Fuck Buttons, los maestros del caos post-punk Liars o el hardcore hipercrudo de Shellac (banda de Steve Albini, productor de guardia de los rockeros alternativos de los noventa).

 

Otros que nunca defraudan son Crystal Castles, dúo con un pie en el hardcore y otro en la bendita pirotecnia de discoteca poligonera. Dicho esto, seguramente donde más sufrirán los bafles será en el escenario grande con los mencionados My Bloody Valentine (en sus conciertos es costumbre repartir entre la audiencia tapones para los oídos, suponemos que para evitar demandas judiciales). 

Bichos raros

Quizá lo más apetecible del festival sea sus propuestas más inclasificables. Por ejemplo, Dean Can Dance, veterano grupo de amplísima cultura musical conectada con el hippismo místico y el antiguo folclore europeo. También destacan los Swans de Michael Gira, capaces de desplegar una intensidad sonora asfixiante. Durante su último concierto en Madrid el cantante acabó invocando el nombre de Touissant Louverture, líder de la única revuelta de esclavos que ha triunfado en la historia (fue en Haití a finales del siglo XVIII). Otra rara avis de talento rebosante es Daniel Johnston, compositor pop con precaria salud mental pero máxima inspiración poética. Armado con una guitarra o un teclado fue capaz de componer algunas de las canciones de amor más bonitas de los últimos treinta años. La incógnita del fin de semana está en ver dónde llega la deriva de los experimentales Animal Collective, un grupo que empezó cercano a la densa psicodelia de Mercury Rev y ha terminado junto al rock progresivo de los Pink Floyd más ampulosos.

Talento local

Los grupos de por aquí son más guarnición que otra cosa en el festival. No necesariamente por culpa de los programadores: quizá vaya siendo hora de admitir que no hay muchas propuestas indies salidas de España no están a la altura de lo que se hace fuera. El que más ha destacado fuera de nuestras fronteras es John Talabot, que está vez se presenta en su faceta de discjockey, que es donde alcanza mayor intensidad. Su mixtape para la revista FACT está al nivel de casi cualquier "pincha" de talla internacional. También vive un momento dulce Manel, grupo de pop-rock cotidiano y sentimental que alcanzó el número uno de la lista de ventas española. Uno de los grupos más aclamados este año por la prensa especializada son los sevillanos Pony Bravo, especialistas en collages sonoros imposibles. Sus discos son tan arriesgados y cuestionables como la nueva cocina de Ferrán Adriá. En el apartado de nostalgia también deberían figurar el Inquilino Comunista, primigenea banda indie a la que seguramente nadie echaba de menos. 

Posdata: Quien no tenga abono para el festival quizá agradezca saber que el miércoles hay aperitivo sonoro gratuito en el Fórum de Barcelona. Bandas como The Vaccines, Delorean, Guards  o The Bots servirán para calentar motores. El sábado 25 y el domingo 26 de mayo habrá conciertos gratuitos de Autumn Comets, The Babies, Bored Spies, Cayucas, Dapuntobeat, Fighter Pillow, King Tuff, Mac DeMarco, Merchandise, Univers y Violeta Vil en el parque de la Ciudadela. Atentos al off del festival y cambios de última hora en www.primaverasound.com.

Primavera Sound, festival de música alternativa de Barcelona, se enfrenta al doble trece: por el año en que se celebra y también porque estamos ante la decimotercera edición. Y lo hace con valentía, ya que lleva meses presumiendo de contar con uno de los mejores carteles de la historia (se promocionaron en la red social Twitter como el hashtag #bestfestivalever). La organización espera llegar a 150.000 visitantes este año y anuncia que ha ampliado el recinto en 21.000 metros cuadrados. La oferta resulta inabarcable: 250 conciertos en cinco días, la mayoría concentrados en jueves 23, viernes 24 y sábado 25.  Para no perderse entre tanta propuesta moderna conviene tener claras unas cuantas pistas: