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Música gratis, un negocio rentable
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EL GRUPO SEVILLANO SE ENCUENTRA DE GIRA DE SU ÚLTIMO DISCO

Música gratis, un negocio rentable

Hay una generación musical que comprende que regalar sus canciones en internet no es perder dinero, sino lo contrario. Pony Bravo, un grupo de rock

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Música gratis, un negocio rentable

Hay una generación musical que comprende que regalar sus canciones en internet no es perder dinero, sino lo contrario. Pony Bravo, un grupo de rock que permite la descarga directa y gratuita de sus temas publicados con licencia Creative Commons es un ejemplo de ello. Ya van por su tercer álbum siguiendo esta filosofía y aseguran que es un modelo de negocio más justo y democrático que el tradicional. Sus casi siete años de trayectoria musical confirman que su trabajo es rentable. Y no son los únicos en España.

En realidad, según cuenta a El Confidencial Daniel Alonso (voz y teclado), su modelo no se diferencia tanto del tradicional: “entendemos internet como una gran biblioteca en la que compartir la cultura”. Las ventajas para el aficionado a la música de tener disponible la versión digital de las canciones van más allá de la gratuidad del producto para Alonso, que amplía el significado de este pequeño detalle: “Se trata de que la gente no se sienta perseguida por descargar, además de entender el copyright no de forma individualista sino enfocado como una forma de valorar que el derecho a la cultura requiere un sacrificio”.

Su viabilidad económica es la forma que tienen de exponer la lógica aplastante de que “internet es una de las soluciones para salir de la crisis cultural que tenemos hoy día”. Alonso defiende que su modelo de negocio es más justo porque los beneficios están más repartidos, pero que las trabas impuestas les impiden avanzar: “Siempre va a existir el mercado clásico y tienen derecho a ello, lo injusto es que no nos están dejando existir”.

“Internet es una de las soluciones para salir de la crisis cultural que tenemos hoy día”Con ello se refiere a las dificultades generales a las que se enfrentan los grupos y sellos discográficos independientes que no comulgan con el actual sistema de gestión de la propiedad intelectual. A Pony Bravo les ha tocado de cerca y no hace mucho tuvieron su rifirrafe con la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE). En septiembre del año pasado, el grupo remitió una carta a la entidad de gestión considerando que la SGAE estaba incurriendo en un caso de enriquecimiento injusto por cobrar por autorizaciones de repertorio o derechos de gestión colectiva de sus temas. Sus canciones no forman parte del listado de la entidad y, al no estar asociados, no pueden cobrar los derechos de autor recabados por la SGAE. Pony Bravo expresaba en dicha carta que consideran incompatible autogestionar sus obras con Creative Commons con ceder a la entidad la exclusividad de la gestión de sus derechos. En aquella ocasión mostraron también su esperanza en que el “cambio de rumbo” que proclama la SGAE se produzca de forma efectiva.

Una labor común

Alonso asegura que cada vez hay más público y gente del sector que está aceptando esta opción y entendiendo internet de manera diferente: “Yo estoy viendo cambios poco a poco. Lo más importante de internet no es ‘SGAE sí o no’, sino que estudiantes de todo el mundo sin recursos o gente que empieza en cine o música puedan tener acceso a los contenidos por un precio razonable”. Para el músico, esta labor de concienciación es de todos: “La responsabilidad para cambiar esto es tanto de músicos, festivales y radios como de las entidades de gestión”.

Aloud Music es otro ejemplo de sello discográfico independiente -con sede en Barcelona- que ofrece la descarga directa de las canciones de los grupos que representa. Su director, Sergio Picón, también otorga buena parte de la responsabilidad del cambio de conciencia a los medios de comunicación. Ellos han confiado en la Red desde que vieron el tirón que tuvo el primer disco del que permitieron su descarga: “No sé si se debe a permitir las descargas de las canciones, pero lo que es seguro es que cada vez vendo más”, afirma Picón. Desde aquel álbum 'Spotlights' de los madrileños Nothink en 2007, Aloud ha visto crecer sus ventas anualmente entre un 15 y un 20 % de media. En concreto, en 2012 aumentaron un 40 % con respecto al año anterior. Añade además que el 80 % de sus ventas se hacen por internet.

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Fuera de las cifras económicas, el cantante de Pony Bravo argumenta el valor democrático de compartir los contenidos, que además sirve como formación a otros nuevos músicos que están empezando: “La cultura es una de las pocas herramientas que tenemos para que la gente se eduque y adquiera pensamiento crítico”, afirma Alonso. Sergio Picón opina lo mismo y añade que muchos de los seguidores de sus grupos son chicos y chicas muy jóvenes y con poca capacidad adquisitiva, por lo que “hay que facilitarles el acceso a la música”, afirma.

Por otro lado, el director de Aloud, que trabaja actualmente con nueve grupos de indie-rock, reinvidica también la libertad de poder ejercer ciertos derechos con sus trabajos: “Quiero poder ceder libremente una canción para un documental, por ejemplo, sin que tengan que pagar por ello”. Picón se muestra optimista y también considera que se está dando una renovación en la política de gestión de derechos de autor: “Hay gente en la SGAE que ya habla el mismo lenguaje que nosotros”, asegura. A diferencia de Pony Bravo, los grupos de Aloud sí forman parte de esta entidad.

Los formatos musicales

La propia industria musical ya está viendo el impulso que ofrece internet. El mes pasado, la Federación Internacional de la Industria Discográfica (IFPI) publicó un informe en el que mostraba que los formatos digitales son los actuales impulsores de la industra. A través de descargas, suscripciones, música y vídeos en streaming o servicios gratuitos financiados por publicidad, lo digital representa ya el 34 % del total de su facturación. Es más, en algunos países como India, Noruega o Estados Unidos el consumo digital supera al de los formatos físicos. La IFPI celebraba además que por primera vez desde 1999, la industria de la música grabada había crecido un 0,3 % en 2012 en todo el mundo.

Hay una mitología enorme y falsa que dice que la industria ha perdido millones de euros. Cuentan cada descarga como una compra que no se hace y no es asíLos grupos como Pony Bravo, sin embargo, han seguido su propio camino. Ellos graban álbumes, venden vinilos y cedés y admiten que internet permite ir sacando temas sueltos, y eso marca una tendencia de cómo evolucionará la música. Antes incluso de plantear qué va a pasar con los formatos físicos, el cantante de Pony Bravo hace su propio análisis: “Hay que recordar la historia de los formatos para ver esa especie de ignorancia que siempre se da: cuando salió el VHS se decía que iba a desaparecer el cine”.

Siguiendo el parecer de estos chicos los apocalípticos pueden dormir tranquilos. Alonso considera que ahora “todo se está enriqueciendo, el disco de vinilo como formato físico cada vez se vende más”, y que ellos en realidad venden más discos gracias a permitir la descarga gratuita. Menciona además que en España hay muchas discográficas independientes que hacen los mismo que ellos. Pero sí reconoce el peso de los prejuicios que siguen latentes en la sociedad: “Hay una mitología enorme y falsa que dice que la industria ha perdido millones de euros. Cuentan cada descarga como una compra que no se hace y no es así”. Echa la culpa de esta media verdad a los grupos de presión del sector del entretenimiento que “todavía tienen mucho peso en los medios de información”, afirma.

El político neoliberal

Pony Bravo estrenó el año con un nuevo disco, ‘De palmas y cacería’, y ahora se encuentran de gira. Acaban de pasar por Bilbao, León, Barcelona y Tarragona, tienen catorce conciertos fijados y otros tantos por confirmar aún. Los nueve temas de su último álbum, editado por su propio sello discográfico El Rancho, continúan en la línea habitual de estos roqueros de Sevilla. Hay algo más de electrónica, según añade su vocalista, pero no han perdido sus influencias andaluzas y anglosajonas, añadiendo, eso sí, “mucho humor y mucha crítica”.

Y la verdad es que si algo muestra su último videoclip, El político neoliberal, es una sorna absoluta contra la realidad política actual. En el vídeo, que tiene un montaje sencillo y propio de un sketch televisivo, aparece el actor Juan Luis Matilla intercalándose en imágenes de la actualidad política como una parte más de la escena, entrando junto a Urdangarín en el juzgado de Palma o manteniendo una charla con Rodrigo Rato. El supuesto ‘neoliberal’ también sale a cazar un elefante y más tarde se lo pasa pipa en un yate rebosante de mujeres.El grupo utiliza su local de ensayo El Establo, donde no caben más de 40 o 50 personas, como sala de conciertos

Los sevillanos han creado una nueva propuesta de ocio, que en realidad surgió como respuesta a la situación que vive la cultura en su ciudad. El grupo utiliza su local de ensayo El Establo, donde no caben más de 40 o 50 personas, como sala de conciertos. La normativa municipal, según cuenta, ha perjudicado a las salas pequeñas, muchas de las cuales han tenido que cerrar por no estar acondicionadas y no tener ayudas para ello. Acusan que en la ciudad hispalense se ha dado de lado a la cultura popular y todo se centra en la Semana Santa. Esto contrasta, añade, con la gran riqueza que traen las nuevas generaciones y la cantidad de propuestas musicales que hay. Pero en política cultural, sin embargo, “últimamente estamos peor que nunca”, considera el cantante.

El rock andaluz de Pony Bravo sonará en Madrid el próximo jueves en la sala Joy Eslava para dar a conocer su último trabajo, que incorpora algunas colaboraciones ya habituales de Celia Macías y Manuel León. Como novedad, destacan una adaptación de la Guajira de Hawaii, un homenaje de ida y vuelta a Pepe Marchena. Por lo demás, para sus seguidores el último álbum es reconocible, ya que siguen trabajando sobre la cultura andaluza, que es “lo que hemos mamao en Sevilla”, como dice el mismo Alonso.  

Hay una generación musical que comprende que regalar sus canciones en internet no es perder dinero, sino lo contrario. Pony Bravo, un grupo de rock que permite la descarga directa y gratuita de sus temas publicados con licencia Creative Commons es un ejemplo de ello. Ya van por su tercer álbum siguiendo esta filosofía y aseguran que es un modelo de negocio más justo y democrático que el tradicional. Sus casi siete años de trayectoria musical confirman que su trabajo es rentable. Y no son los únicos en España.