PHotoEspaña, en los huesos

El próximo cinco de junio arranca la edición número 16 del festival de fotografía más importante de este país, PHotoEspaña, y lo hace celebrando su existencia misma. Porque nada está asegurado, ni siquiera el reconocimiento a un proyecto de éxito. Es el momento perfecto para los hechos consumados y la destrucción de cualquier certeza. Por ejemplo, ¿debería el Ayuntamiento de Madrid apoyar una de las marcas culturales más internacionales de la ciudad? Para el hasta hace unos días delegado de las artes del consistorio, el amputado Fernando Villalonga, no.

Antes de su marcha retiró los 70.000 euros de aportación y dejó la cuenta a cero, mientras el resto de administraciones mantienen su apoyo. Villalonga dejó PHotoEspaña en los huesos hace dos ediciones con una maniobra de recortes cuando el certamen ya estaba en marcha. La organización se encomienda a Pedro Corral, el sustituto, para que devuelva el sentido común a los presupuestos de la consejería.   

“Los últimos años han sido extremadamente duros”, reconocía Alberto Anaut, presidente del festival y director de La Fábrica, en la presentación en el Círculo de Bellas Artes. “Las políticas culturales del país se han centrado en el ajuste y el ajuste, en este caso, se ha llevado por delante el tejido de colaboración que se formó estos años entre lo público y lo privado”, aclaró en referencia a los que han declinado el andamio económico. Todo lo que era sólido se derrumba y todo lo que tenía sentido se altera, por eso sí colaboran los ayuntamientos de Alcalá de Henares, Cuenca, Lanzarote y Zaragoza. Anaut cerró su intervención con un llamamiento: “Como sociedad debemos defender nuestras conquistas”.

El cuerpo como guerra

Entre estas se encuentra la defensa de las claves que han hecho este festival una referencia internacional: “Para muchos habría sido fácil abandonar el barco, pero os habéis quedado. Por eso estamos orgullosos, porque la cita es básicamente del mismo tamaño y el mismo peso específico que hemos tenido durante los últimos años”. En ese sentido, Gerardo Mosquera, comisario general del festival por tercer y último año, apuntó que el nivel de calidad de la programación no ha disminuido gracias a las 14 exposiciones que se podrán ver durante este verano en la sección oficial (en total serán 74).

Mosquera ha elegido el tema Cuerpo. Eros y políticas como pilar sobre el que levantar los trabajos de más de 300 artistas. “No hay que confundirlo con el género del desnudo”, advierte. El especialista se ha centrado en el cuerpo como elemento de lucha social, como guerra y política, acabando con el retrato estereotipado del cuerpo como el rescoldo más básico del ser humano.   

El cuerpo de la fotografía y los huesos de PHotoEspaña proponen tres grandes citas, un clásico y dos descubrimientos. Mosquera adelanta que la mayor novedad de PHotoEspaña es la fuerte presencia de la Europa del Este. En la sala Juana Mordó del Círculo de Bellas Artes estará la exposición que destaca el comisario por encima del resto: Estructuras del cuerpo, del fotógrafo, pintor, teórico y editor polaco Zbigniew Dtubak (1921-2005), en la que reúne sus trabajos iniciales y piezas conceptuales para analizar su mirada modernista.

Centrados en el Este

La primicia para el público español, explica Mosquera, son las muestras de artistas desconocidos para el público español. La primera es Autorretratos, dedicada a la fotógrafa lituana Violeta Bubelyté (Lituania, 1956), en el Museo Nacional del Romanticismo, en la que se verá una obra que huye de la frivolidad y se concentra en elementos formales como la luz y la composición. “El cuerpo, su cuerpo, es asexuado y en ocasiones naturalista”. 

En la sala de la Calcografía Nacional en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, se presenta Desnudos modernistas, 1923-1929, del fotógrafo checo Frantisek Drtikol (1883-1961), cuya vertiente más conocida de su trabajo es la que dedicó al desnudo. Drtikol se concentró en el desnudo desde 1907 y el género mantendría su atención hasta finales de la década de 1930. “Audaz para su tiempo, sus desnudos muestran el cuerpo con una naturalidad y belleza desbordantes”.