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Pritzker para el arquitecto que honra la naturaleza
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TOYO ITO REIVINDICA SU VÍNCULO CON LA OBRA DE ANTONI GAUDÍ

Pritzker para el arquitecto que honra la naturaleza

Lo más cercano que tenemos hoy en día a los postulados de Antoni Gaudí es el japonés de 71 años Toyo Ito (1941), que acaba de

Lo más cercano que tenemos hoy en día a los postulados de Antoni Gaudí es el japonés de 71 años Toyo Ito (1941), que acaba de ser galardonado por el premio de arquitectura más importante de todos, el Pritzker. El jurado ha destacado de su obra que “combina innovación conceptual con edificios soberbiamente ejecutados”, así como por “la dimensión espiritual y poética que trasciende de todas sus obras”. Califican el conjunto de su carrera arquitectónica como “excepcional”.

“Es un creador de edificios atemporales, con los que audazmente propone nuevos caminos. Su arquitectura proyecta optimismo, ligereza y alegría, y está impregnada de un sentido de unidad y universalidad”, han explicado los miembros del jurado, presidido por lord Peter Palumbo. Su trabajo es fruto de la complicidad entre las tensiones generadas del enfrentamiento desatado entre ingeniería y naturaleza, es decir, de la obra del hombre frente a la del ecosistema. “El mundo natural es extremadamente complicado y variable. Sus sistemas son fluidos y, en contraste con esto, la arquitectura siempre ha tratado de establecer un paradigma inalterable”, explica el arquitecto de 71 años.

Ito es el hombre que dibujó un árbol y creó un edificio. Los árboles son su fuente de inspiración, su alabanza y devoción. Son elementos que le recuerdan a Gaudí, de quien aprendió que nunca podrá hacer un diseño mejor que el de un árbol. “Son objetos naturales que destacan por sí mismos y su estructura es de una inherente naturalidad”. El nipón ha adaptado la idea de la ramificación a la diversidad de espacios interiores con atmósferas ligeramente diferentes en relación a los diversos usos previstos.

El arquitecto móvil

El jurado también ha destacado la capacidad de adaptación del arquitecto: “Diferentes circunstancias conducen a respuestas diferentes”. Los diseños de Toyo Ito son capaces de unificar estructura, espacio, escenario y tecnología en un grado de síntesis absoluto, lo que significa que sus edificios –a pesar de su complejidad- “permiten a sus habitantes desarrollar libremente sus actividades en ellos”. Su creación es fruto de un “profundo conocimiento de su oficio”. 

Autor de las Torres Fira de Barcelona, del Parque de La Gavia de Vallecas en Madrid, del proyecto Parque Oeste de Murcia o del inacabado Parque de la Relajación de Torrevieja, su presencia en la España del boom inmobiliario fue muy habitual. La bonanza económica hizo posible el término de un bello ejemplo de su “exquisitez estética y la integración urbanística del edificio” en el entramado barcelonés es el Hotel Porta Fira –de 26 pisos y 113 metros de altura-, situado en L’Hospitalet de Llobregat y en cuyo diseño se inspiró en la forma orgánica de una flor de loto. La fachada de la torre está formada por tubos de aluminio que recorren la cara exterior del cerramiento como líneas continuas desde el suelo hasta la coronación.

En la Ciudad Condal también encontramos Suites Avenue, un lujoso edificio en el Paseo de Gracia, que llama la atención por sus balcones orgánicos similares a los diseños de Gaudí. En su momento, el arquitecto admitió la referencia inevitable al genio catalán y confesó que venera la arquitectura de su maestro, sus espacios fluctuantes, aunque en ningún momento pretendiese imitar su expresión tal cual, sino “reflejar su dinamismo y fluidez como si fueran las olas del mar”, para así poder establecer una suerte de diálogo con La Pedrera y con el propio Gaudí.

Responsabilidad civil

Son ejemplos de su arquitectura pública el Tanatorio de Gifu (2006), la Biblioteca Universitaria Tama Art de Tokio (2007) o el Pabellón de la Serpentine Gallery, en Londres (2002). Quizá la obra más aplaudida de todas sea la Mediateca de Sendai (2001), un inmenso edificio transparente. O su trabajo para construir pequeños espacios comunales para los afectados por el terremoto en Japón en 2011, una "expresión directa de su sentido de responsabilidad social".

El jurado ha querido señalar precisamente esta labor que mantuvo Ito, junto otro grupo de arquitectos japoneses, cuando desarrolló el proyecto Hogar para todos (Home-for-All), un edificio en el corazón de la zona golpeada el 11 de marzo de 2011 por las olas, por el que le premiaron con el León de Oro al mejor pabellón nacional en la pasada Bienal de Venecia.

El edificio fue diseñado con materiales tradicionales e inaugurado en noviembre de 2012 en la localidad de Rikuzentakata, y contó con la colaboración de arquitectos noveles y de los vecinos de la localidad. Fue concebido como un espacio de reunión para la comunidad afectada por la tragedia. Toyo Ito lo resumió de esta manera: “Un arquitecto es alguien que puede hacer de estos espacios lugares para la humanidad”.

Lo más cercano que tenemos hoy en día a los postulados de Antoni Gaudí es el japonés de 71 años Toyo Ito (1941), que acaba de ser galardonado por el premio de arquitectura más importante de todos, el Pritzker. El jurado ha destacado de su obra que “combina innovación conceptual con edificios soberbiamente ejecutados”, así como por “la dimensión espiritual y poética que trasciende de todas sus obras”. Califican el conjunto de su carrera arquitectónica como “excepcional”.