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La rebelión de Twitter contra Sálvame arrincona otra vez a Telecinco
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LOS LÍOS DE BELÉN ESTEBAN DESATAN LA POLÉMICA

La rebelión de Twitter contra Sálvame arrincona otra vez a Telecinco

No parece probable que se pueda repetir otro apagón como el de 'La Noria' en 2011, pero la protesta en Twitter contra 'Sálvame' vuelve a sembrar la tensión entre los anunciantes de Mediaset

Foto: Belén Esteban y Kiko Rivera en Gran Hermano VIP (EC).
Belén Esteban y Kiko Rivera en Gran Hermano VIP (EC).

Es muy difícil por no decir que casi impensable que un caso como el que llevó al apagón de La Noriapueda volver a repetirse. Telecinco y los anunciantes han aprendido la lección de cómo en 2011 la presión de las redes sociales y el abandono paulatino de las marcas obligaron a echar el cierre al programa que presentaba Jordi González. Pero la cadena de Mediaset sigue caminando sobre una delgada línea roja con formatos como Sálvame o Gran Hermano VIP que, por un lado, la convierten en líder indiscutible de audiencia con unas cuotas de espectadores millonarias y, por otro, paradójicamente, le ocasionan constantes fuegos con sus espectadores, con Twitter y con la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) que vuelven a poner, de nuevo, en un brete a los anunciantes tradicionales de la televisión.

La chispa ha vuelto a saltar esta semana a raíz del comportamiento de Belén Esteban en Gran Hermano VIP y por el apoyo de Sálvame a su compañera de programa en una reacción que los detractores de la concursante han considerado parte de una estrategia de Mediaset por defenderla y mantenerla en el espacio hasta el final. Un incendio que, de forma chocante, surge entre los propios espectadores del programa, divididos entre partidarios y detractores de Belén Esteban, y que ha sido alimentado y engordado a su vez por los que tradicionalmente están en contra de los contenidos de Telecinco.

El hashtag #apagonsalvame ha sido trending toppic en Twitter desde el martes por la tarde hasta ayer viernes de forma ininterrumpida y el miércoles compartió protagonismo con la etiqueta #boicotanunciantessalvame, a la que se sumaron miles de internautas con listados pormenorizados de marcas que se anuncian en el programa de Jorge Javier Vázquez.

placeholder Jorge Javier Vázquez y algunos de los colaboradores de 'Sálvame'

La espiral de hostilidades contra las marcas no ha seguido creciendo el resto de los días pero ha vuelto a inquietar, una vez más, en las instalaciones que dirige Paolo Vasile que, desde el 23 de julio de 2014, aglutina en un solo cargo la gestión de los contenidos de la cadena y la gerencia de la publicidad de todo el grupo. En la carretera de Fuencarral, sede de los estudios, consideran que hay personas interesadas en hundir la reputación de la cadena y han detectado cuentas de Twitter anónimas con hasta 2.000 mensajes contra Sálvame en los últimos días.

Sea como fuere, lo cierto es que las redes han vuelto a despertar viejos fantasmas como los de La Noria atacando de nuevo por el flanco más débil para Mediaset que, si bien, no teme una desbanda de anunciantes, sí que siente todas estas campañas sobre su cuenta de resultados y sobre sus tarifas publicitarias, sensiblemente más bajas que las de su director competidor, Atresmedia, a cuenta de estos líos y, también, del perfil de espectadores -sobre todo espectadoras- de la cadena.

Según manifiesta el análisis televisivo de 2014 elaborado por Barlovento Comunicación, Telecinco obtiene sus liderazgos de audiencia entre las mujeres de 25 a 44 años y, sobre todo, entre los mayores de 55 y, especialmente, de 80 en adelante. Este último público, además, consume el doble de horas de televisión que otras franjas de edad. Se trata, por tanto, de un público al que el formato de Gran Hermano VIP, que inunda toda la parrilla de Telecinco, atrapa especialmente y que resulta, sin embargo, menos atrayente para un comerciante que busca espectadores con nivel adquisitivo y capacidad de consumo elevada. Este condicionante, unido a los problemas de percepción que estos contenidos puedan generar sobre las marcas son los que, recurrentemente, ponen a Telecinco contra las cuerdas y hacen que, a pesar de ser la primera en los rankings de audiencia, no exprima al cien por cien esos datos en sus facturaciones publicitarias. Antena 3, por su parte, según ese mismo estudio de Barlovento, es líder entre los hombres de 13 a 24 años y entre los de 45 y 54.

Y es que son ya muchos incidentes y en muy poco tiempo los que se acumulan en la hoja de ruta de Telecinco. Recientemente fueron las declaraciones homófobas de otros exconcursantes de GHVIP, Los Chunguitos, las que desataron otro intenso debate social y político y, en diciembre, fue la todopoderosa CNMC la que amenazó con fuertes sanciones al programa por no ajustarse al horario de protección reforzada infantil. Mediaset se ha acostumbrado a caminar sobre el filo bordeando siempre el precipicio y asume que la interacción con las redes sociales es un reto permanente que hay que aprender a lidiar a futuro. Pero sus contenidos son siempre una mecha que cualquier día amenaza con volver a prender incontroladamente.

Es muy difícil por no decir que casi impensable que un caso como el que llevó al apagón de La Noriapueda volver a repetirse. Telecinco y los anunciantes han aprendido la lección de cómo en 2011 la presión de las redes sociales y el abandono paulatino de las marcas obligaron a echar el cierre al programa que presentaba Jordi González. Pero la cadena de Mediaset sigue caminando sobre una delgada línea roja con formatos como Sálvame o Gran Hermano VIP que, por un lado, la convierten en líder indiscutible de audiencia con unas cuotas de espectadores millonarias y, por otro, paradójicamente, le ocasionan constantes fuegos con sus espectadores, con Twitter y con la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) que vuelven a poner, de nuevo, en un brete a los anunciantes tradicionales de la televisión.

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