Cuidado, un despacho demasiado grande te puede convertir en un empresario deshonesto

Los entornos físicos amplios, como un gran despacho o un coche con enormes asientos, puede hacer que los individuos se sientan más poderosos, lo que provoca, a su vez, un aumento de los comportamientos deshonestos como el robo, el engaño e, incluso, una falta de respeto a los normas de tráfico. Son las conclusiones a las que llega un nuevo estudio dirigido por el profesor de la Columbia Businees School, Andy Yap, que ha revisado todas las investigaciones realizadas hasta la fecha sobre cómo un entorno expansivo puede influir en nuestra percepción del poder.

“En nuestro entorno cotidiano nuestra postura corporal se contrae o se expande en función de lo que nos rodea”, explica Yap en el estudio. “Esto incluye los asientos de nuestros coches, los muebles que hay en nuestro lugar de trabajo e, incluso, los pasillos de nuestra oficina. Y estos ambientes influyen directamente en la aparición de comportamientos deshonestos”. El investigador asegura que este tipo de entornos nos empujan a tomar unas posturas no verbales que tienen una influencia importante en nuestras decisiones y comportamientos.

Por lo general, explican los investigadores, prestamos muy poca atención a los cambios en nuestra postura corporal. Pero estos cambios sutiles, y aparentemente inocuos, tienen un enorme impacto en nuestros pensamientos, sentimientos y comportamientos.

¿Por qué aparcar bien si mi coche es grande?

El nuevo estudio, que se publicará en el número de julio de la revista Psychological Science, presta especial atención a tres investigaciones.

El espacio físico tiene un impacto real y tangible en nuestros comportamientosEn la primera se manipuló el tamaño de diversos despachos de una oficina para observar cómo un cambio accidental en nuestro espacio de trabajo puede hacer que se altere nuestro comportamiento. En la realización de un test posterior, aquellas personas cuyo despacho había crecido fueron más deshonestas. Otro experimento comprobó que los participantes en un videojuego de simulación de conducción eran más propensos atropellar a una persona y darse a la fuga si el asiento de su coche era más grande.

Con la intención de comprobar los resultados del estudio en el mundo real, los investigadores realizaron un trabajo de campo para averiguar si el tamaño del asiento del conductor de un coche tenía alguna relación con un mayor número de infracciones por estacionamiento inadecuado en la ciudad de Nueva York. Y estaban en lo cierto, cuanto más grande es un asiento, más posibilidades hay de que el automóvil esté mal aparcado, al menos en las calles de la Gran Manzana.

“Es un asunto preocupante”, asegura Yap. “Nuestra investigación muestra que los directivos deberían prestar atención a la ergonomía de sus espacios de trabajo, pues el espacio físico tiene un impacto real y tangible en nuestros comportamientos”.