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Estimado joven precario y sin inglés: no eres lo suficientemente rico para vivir de 'coliving'
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5.000 NUEVAS CAMAS PARA 2023

Estimado joven precario y sin inglés: no eres lo suficientemente rico para vivir de 'coliving'

Esta alternativa residencial está ganando peso en España. Desde el sector, la definen como una mezcla entre residencia de estudiantes, piso compartido y apartahotel, pero ¿quién tiene acceso a ella y cómo está regulada?

Foto: Área de 'coworking' de Urban Campus en Malasaña. (P. S.)
Área de 'coworking' de Urban Campus en Malasaña. (P. S.)
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El que fuera el barrio más hípster de Madrid ha devenido territorio de emprendedores, nómadas digitales y demás conceptos de origen anglosajón que aterrizan en el panorama español como alternativa de vida. Hay quienes reniegan de vivir de forma tradicional: prefieren compartir el salón con 30-40 personas y potenciar su 'networking'. Aunque desde el propio sector lo definen como una mezcla entre residencia de estudiantes, piso compartido tradicional y apartahotel. Y matizan que al mismo tiempo son totalmente diferentes por un factor: la comunidad. Hasta ahora, este modelo se ha desarrollado en un vacío legal, como se explicará más adelante en este reportaje.

El Confidencial ha realizado una visita a las instalaciones de UrbanCampus (UC), en el barrio de Malasaña, a escasos metros de la recién renovada plaza de España y cuyo portal en la calle de los Reyes se ubica entre dos cafeterías de lo más 'instagrameables'. Dentro, encontramos dos edificios interconectados con hasta ocho plantas de 'minipisos' de entre 16 y 22 metros cuadrados privados sin contar los espacios comunes. Sus inquilinos rondan los 31 años de edad media y responden, según nos trasladan en la visita, a un perfil muy concreto: divorciados, jóvenes profesionales, emprendedores o estudiantes de MBA, en su mayoría. Pero, puesto que disponen de otro espacio en Chamberí (algo más barato), pueden organizar a los inquilinos en función de sus preferencias. Si te va la fiesta, mejor el de Mellado. Si prefieres tranquilidad, Malasaña. Pero en ambas opciones tu bolsillo deberá permitirte cubrir tales gastos.

Los precios rondan en este espacio entre los 900 y los 1.500 euros al mes, todo incluido. Los que tienen un precio tan elevado son apartamentos con cocina, salón, baño, habitación y una pequeña terraza. Todo privado, pero con acceso a los espacios comunes, que alcanzan los 250 metros cuadrados entre el área de descanso y eventos, la sala de cine, el 'coworking' y la terraza. Este medio ha tenido acceso a una de estas viviendas gracias a la amabilidad de uno de sus residentes. Y a nuestra entrada, una cocina perfectamente equipada queda eclipsada por una gran torre de tés en la que resalta una caja: la del 'buen humor'. Su inquilino, que lleva un mes en el espacio, nos sirve uno en una taza con aires japoneses (uno de los pocos objetos que ha incorporado al espacio, nos recuerda) y, automáticamente, notamos el efecto de la burbuja 'happy' del 'coliving'. Por lo menos hasta que descubrimos que paga 925 euros al mes por una habitación de en torno a 16 metros cuadrados con vistas a un patio interior.

placeholder Uno de los 'colivers' del espacio de UC en Malasaña. (A. F.)
Uno de los 'colivers' del espacio de UC en Malasaña. (A. F.)

Las zonas comunes son de revista de interiores: amplias, impolutas, con techos muy altos, sofás de diseño, decoración moderna y grandes ventanales por los que parece que solo puede entrar la luz 'divina'. Y el diseño se mantiene hasta en las propias habitaciones: colores pastel, madera, decoración vegetal… El sueño de cualquier usuario de redes sociales con aspiraciones de 'influencer'. Sobre todo en aquellas que tienen balcón de cara al exterior: vistas a una de las principales calles del céntrico barrio y, en la esquina, se aprecia incluso la cúspide del Hotel Riu de Madrid. El 'marketing' y la imagen de marca están muy cuidados porque son parte de su oferta y hacen que este modelo funcione hasta llenar Mellado, Malasaña y la lista de espera...

La verdad es que no tiene ningún sentido y a la vez es ridículamente lógico. Comparemos precios. Si un estudio cuesta una media de 800 euros al mes en la capital, ¿por qué no elegiría vivir, por más o menos el mismo precio, en un lugar con una decoración limpia, estética, de portada de revista, amplia, y donde vienen incluidos hasta el papel higiénico y Netflix? "Si por ese precio me dices que tienen todo incluido, les están haciendo un favor a los jóvenes, que se independizarán cada vez más pronto", explica Javier Caro, director de Living en la consultora CBRE.

¿Es el 'coliving' una forma de romantizar la precariedad de los más jóvenes vendiéndoles que 'menos (espacio privado) es más'? Las fuentes consultadas opinan lo contrario y recuerdan dos términos que repiten hasta la saciedad: comunidad y espacios compartidos. "Los jóvenes demandan una nueva forma de vivir", destaca Caro. "Hay gente que quiere compartir baño. Anótalo así", decía la presidenta de Coword, la recién creada Asociación de Espacios Inmobiliarios Compartidos. Irene Trujillo, la directora de Operaciones de DondeVivo, otro de los grandes operadores de 'coliving' en España, resalta lo siguiente: "A nivel de precio, somos supercompetitivos con la zona en la que estamos".

La edad de emancipación media se sitúa en los 29 años y medio en España y en 26,2 en la UE, de acuerdo a las cifras de Eurostat

Según el director de Living de CBRE, las tendencias apuntan a que las personas empiezan a ver la vivienda como un servicio y no como una propiedad ('living as a service', en inglés), igual que ven Amazon o Netflix como una suscripción. "Priman lo que pasa dentro del activo" y, recalca, "en metros privados pierdes, pero en metros compartidos ganas". En ese aspecto, coincide también con la presidenta de Coword, Araceli Martín Navarro: "¿Qué apartamento tiene un salón de 200 metros cuadrados?". Y no solo eso, ¿qué comunidad de vecinos te ofrece salir de 'hike' (senderismo) a la montaña un domingo por la mañana?

Pero los datos están ahí y son contundentes. La edad de emancipación media se sitúa en los 29 años y medio en España y en 26,2 en la Unión Europea, según los datos publicados por Eurostat en abril de 2020. Y las cifras del Consejo de la Juventud de España tampoco son demasiado positivas: el salario medio de los jóvenes entre 16 y 29 años ha caído más de un 5% en los últimos 10 años. La guinda del pastel la pone el Banco de España. En un estudio reciente, revela que solo el 7% de los nacidos en 1988 tenía una vivienda en propiedad a los 29 años. Mientras que, a la misma edad, el 26% de los nacidos 12 años antes sí tuvo acceso a una. En otras palabras: casi uno de cada cinco jóvenes perdió la capacidad de comprarse una casa.

Tú sí, tú no

"Ahora mismo, su público tiene un alto poder adquisitivo", subraya el director de Living de CBRE. El experto cree que una vez haya más oferta en España, el precio podría reducirse. Por ahora, "es la ley de la oferta y la demanda". Urban Campus y DondeVivo están llenos al 100% en todos sus espacios, tienen lista de espera y ni siquiera saben cuándo les quedará algún hueco libre. "Tenemos más demanda que espacios", comenta Irene Trujillo, quien añade que el problema es la falta de suelos donde rehabilitar y abrir nuevos 'colivings'. Pese a esta escasez, sueñan alto: sus previsiones apuntan a un incremento de 3.000 camas en tres años, desde las 300 que tendrán a finales de este 2021. 100 veces más.

placeholder Área de descanso del 'coliving' de Urban Campus en Malasaña. (P. S.)
Área de descanso del 'coliving' de Urban Campus en Malasaña. (P. S.)

Hay otro factor distintivo: no hay portero, hay un 'community manager' "que dinamiza la comunidad y organiza eventos". El modelo importado de Estados Unidos abandona al señor de 50 años de toda la vida —alias Paco— por un joven con bigote que sube fotos del producto a Instagram promocionando la vida en comunidad. "La elección [de inquilinos] se hace sola, porque ya tienen una mentalidad de compartir y de 'networking'. Y la ubicación y los servicios que ofrecemos también hacen selección", explica Trujillo, la fundadora de Oh My Place!, la empresa que fue absorbida el año pasado por DondeVivo para iniciar su andadura en España. Es decir, no es lo mismo el que se va a vivir a una casa palacio del siglo XIX rehabilitada en Malasaña que quien 'se conforma' con un edificio a cuatro kilómetros del centro y con espacios comunes mucho más reducidos. ¿En precio? La diferencia es de 400 euros.

Foto: Foto: Urban Campus

Un requisito imprescindible pero no escrito para desarrollar tu experiencia como individuo dentro de un 'coliving' es que si no hablas inglés, estás 'out'. Antes de la pandemia, el 70% de los inquilinos de DondeVivo eran extranjeros. Ahora, ese porcentaje se ha reducido hasta poco más de la mitad. Pero ¿hasta qué punto es un mercado exponencial en España más allá de los 'guiris'? ¿Acaso puede un joven pagarse un piso individual en el mismo barrio? Entre los últimos anuncios de Idealista, se pueden ver ofertas como las siguientes: un "alojamiento exterior de dos habitaciones con una reforma integral con altas calidades y todo pensado para la comodidad diaria", es decir, perfectamente equipado y con calefacción incluida, asciende a los 2.100 euros en Malasaña. Lo gestiona una inmobiliaria de lujo porque tales condiciones son difíciles de encontrar en la zona. Otra alternativa, sin amueblar y sin la categoría de 'lujo' se mantiene en los 1.400 euros. Cambiando de barrio, un estudio modesto en Entrevías alcanza los 450 euros. Sin amueblar. Por 575 euros, accedes al 'coliving' de Bravo Murillo con todo incluido. Eso sí: 'coliving' en Vallecas todavía no hay.

En tierra de nadie

A la colección de tradiciones importadas de los Estados Unidos, como Halloween, Santa Claus o el Black Friday, se suma también el 'coliving'. Este modelo de residencia surgió al otro lado del Atlántico no para jóvenes urbanitas, sino para nómadas digitales y emprendedores de Silicon Valley. Por eso mismo los primeros 'colivings' que llegaron a España se ubicaron en las Islas Canarias, donde los perfiles 'tech' ganaban acceso a la naturaleza y desde donde podían cobrar buenos salarios a tres o cuatro horas en vuelo de su oficina. De nuevo surge el concepto central de estos activos: dar experiencia al alojamiento.

El rey de las residencias de estudiantes en España pretende construir 'coliving' en un suelo no apto para ello

El problema de la expansión del 'coliving' a nivel nacional, donde para finales de año no se llegará a las 1.000 camas, son las diferentes tipologías y marcos regulatorios que se aplican a cada uno de ellos. Hasta ahora, este artículo se ha centrado exclusivamente en aquellos 'colivings' que se ubican en los núcleos urbanos y se adaptan sobre edificios residenciales, como los de Urban Campus o DondeVivo. Sin embargo, los planes de expansión hasta 2023 auguran que la oferta se quintuplicará hasta las 4.000 o 5.000 camas más. Ese espacio es difícil de encontrar en barrios como Malasaña o Chamberí.

En esa búsqueda del oro (suelo nuevo en los centros urbanitas), grandes fondos internacionales como Greystar, quien ya cuenta con cerca de 2.900 camas en los Países Bajos a través de su marca Our Domain, han visto la oportunidad de aterrizar 'a lo grande' en España. Lo han hecho sobre terrenos de uso terciario en Valdebebas. O lo que es lo mismo, el rey de las residencias de estudiantes en España pretende construir un 'coliving' a razón de unas 500 camas por edificio en un suelo no apto para ello.

"El 'coliving' no va a estar en el uso terciario, sino en el residencial, igual que lo están las residencias de estudiantes"

Desde el Área de Desarrollo Urbano del Ayuntamiento de Madrid, lo tienen claro. "Una cosa es lo que ellos anuncien y otra lo que hayan pedido y para lo que se les haya dado la licencia", aclara su concejal, Mariano Fuentes, en conversación con El Confidencial. Ese suelo es de uso terciario, es decir, para un apartahotel o una casa de huéspedes, cuya normativa y condicionantes técnicos nada tienen que ver con los del 'coliving'.

Precisamente, pese a su mayor calado en Europa, el 'coliving' no está regulado como tal. El Ayuntamiento de Madrid, a través del avance del Plan General de Ordenación Urbana publicado en el BOE a mediados de agosto, quiso dar espacio y seguridad jurídica a los distintos promotores, propietarios e inversores de este modelo residencial y acabar con el vacío legal hasta ahora existente. Uno que es resultado de una norma que llevaba sin actualizarse 24 años y, por tanto, no recogía las nuevas formas de vivir de la capital.

Sin embargo, a pesar de las demandas de actores como Coword, que pedían flexibilidad en la compatibilidad de uso de los suelos, Mariano Fuentes se mantiene tajante a este respecto: "El 'coliving' no va a estar en el uso terciario, sino en el residencial, igual que lo están las residencias de estudiantes". Despeja así la posibilidad de que estos suelos sorteen la nueva ley de vivienda que regula los precios de los grandes propietarios en las zonas tensionadas, o las exigencias mínimas del tamaño de estos espacios.

A la salida de El Confidencial de la visita a UrbanCampus, la burbuja de buenrollismo explota y toca volver a la realidad. ¿Quién puede realmente pagarse esta experiencia o la de independizarse antes de los 30? Menos mal que, por lo menos, existen los tés del 'buen humor'.

El que fuera el barrio más hípster de Madrid ha devenido territorio de emprendedores, nómadas digitales y demás conceptos de origen anglosajón que aterrizan en el panorama español como alternativa de vida. Hay quienes reniegan de vivir de forma tradicional: prefieren compartir el salón con 30-40 personas y potenciar su 'networking'. Aunque desde el propio sector lo definen como una mezcla entre residencia de estudiantes, piso compartido tradicional y apartahotel. Y matizan que al mismo tiempo son totalmente diferentes por un factor: la comunidad. Hasta ahora, este modelo se ha desarrollado en un vacío legal, como se explicará más adelante en este reportaje.

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