Del inmigrante al piloto: la mora hipotecaria ya no entiende de clases

La mora hipotecaria ya no entiende de clases sociales, de estudios, de ingresos o de nacionalidades. En 2009, cuando la crisis económica solamente había asomado las orejas, el 80% de las familias que no podía pagar su hipoteca eran inmigrantes. Apenas un 20% era de nacionalidad española. Ahora, cuatro años después, con una economía que no acaba de despegar, un paro en niveles históricamente altos y una brutal pérdida de poder adquisitivo y evaporación de los ahorros, se ha producido un importante cambio en el peso de la balanza: el 60% de las familias que no pueden pagar la hipoteca son españolas y un 40% inmigrantes. Y no sólo eso, sino que ya no afecta a aquellas que tienen menores ingresos, sino que la alargada sombra de la morosidad hipotecaria tampoco entiende de ceros en la cuenta corriente.

“La mora hipotecaria ya no es un problema de inmigrantes y pobres. También hay pilotos y dentistas que no pueden pagarla. Hace cuatro años, las clases sociales más bajas, en su mayoría inmigrantes, fueron las primeras en sufrir los efectos de la crisis y el aumento del paro y fueron las primeras en encontrarse con dificultades para pagar la cuota de la hipoteca. Ahora, después de cinco años de crisis, la mora hipotecaria afecta a todos los españoles. Da igual si se deben al banco 100.000 euros que un millón. Cuando el hipotecado no puede pagar, da igual cuáles sean sus ingresos o a cuánto ascienda su deuda”, ha señalado hoy Carlos Baños, presidente de la Asociación de Afectados de Embargos y Subastas (Afes), durante la presentación de un estudio sobre la mora hipotecaria realizado tras encuestar a 10.000 familias.

Los españoles que no pueden pagar su hipoteca se han triplicado desde 2009 mientras que los inmigrantes han caído a la mitad

Los datos hablan por sí solos. En estos cuatro últimos años, los españoles afectados por la mora hipotecaria se han triplicado, mientras que los inmigrantes han caído a la mitad. Además, el importe medio de la deuda también ha crecido significativamente. En 2013, se sitúa en 232.00 euros, una cifra que ha ido aumentando progresivamente desde los 16.000 de 2009. Esto es así precisamente porque aquellos que pidieron hipotecas más elevadas han ido entrando poco a poco en mora.

"Hay familias que ingresaban 3.500 euros cuando se hipotecaron y nunca más, o al menos no en el corto plazo, van a volver a tener esos ingresos. Y es algo que tanto las familias como las propias entidades financieras tienen que empezar a asumir para poder buscar soluciones a un problema tan acuciante", apunta Carlos Baños. “Hace 10 años claro que había gente que dejaba de pagar la hipoteca porque le daba la gana. Ahora, quien lo hace es porque no tiene ingresos, no porque no quiera pagar. Se ven obligados a dejar de pagarla para poder comprar leche o libros a sus hijos. Y este es el verdadero drama”.

Según el nivel de renta, al inicio de la crisis el 33% de las familias encuestadas eran mileuristas, mientras que en 2013 ese rango ha bajado y los que más han aumentado son los de unos ingresos de entre 2.000 y 2.500 euros, que han subido un 8%.

Con una tasa de paro del 26%, el desempleo se ha convertido en la mayor causa de impago de la hipoteca en España, mientras que quienes aún conservan su empleo han visto cómo sus ingresos han ido mermando. Además, un gran porcentaje de los que se divorcian entran en mora hipotecaria, que ha pasado, en este colectivo, del 6% en 2009 al 26% en 2013 debido a que "la separación obliga a que las familias tengan que soportar el gasto de dos viviendas y en muchos casos son incapaces de afrontar estos gastos", reconoce Carlos Baños.

La mora superará el 6% en 2014

Carlos Baños se muestra negativo de cara al futuro ya que prevé que la mora hipotecaria seguirá escalando en los próximos meses hasta superar el 6% en 2014 y que llegue a afectar a más de medio millón de familias -ya han perdido su vivienda 150.000- si tanto la Administración pública como las entidades financieras no se ponen manos a la obra, y puesto que las reformas legislativas no han sido suficientes para acabar con el problema ya que sólo el 5% de los afectados se han podido beneficiar de las nuevas normas. Recordemos que la morosidad hipotearia de particulares superó en junio por primera vez el 5%, según datos del Banco de España.

Los argumentos que la asociación utiliza para explicar este futuro incremento son el creciente número de refinanciaciones fallidas, el aumento de la tasa de paro -en el 65% de los casos el primer motivo de impago está relacionado con el desempleo- y la bajada del número de hipotecas concedidas.

Afes, que cuenta con cerca de 6.400 asociados, ha gestionado más de 3.000 expedientes de familias en apuros y ha conseguido llevar a término casi 2.500 casos, más de 1.600 con éxito, apuesta por la mediación "porque cada caso necesita una solución y cada familia y sus circunstancias son completamente diferentes".

Baños apuesta por llegar a acuerdos de quitas -el cliente cancela la deuda con el banco si consigue vender la vivienda por el importe que este le pide- pero reconoce que la banca teme el "efecto llamada" que esto podría generar. "La banca tiene que interiorizar la quita como una posible herramienta de trabajo", ha explicado. A este respecto, Baños ha señalado que "todas las entidades están haciendo quitas, aunque ninguna de forma generalizada".

Y lamenta la "patada hacia adelante que las entidades financieras han dado a este problema mediante cientos de refinanciaciones hipotecarias de innumerables situaciones de imposibilidad de pago de créditos concedidos con un loan to value excesivamente elevado a unas familias que no volverán a tener los ingresos de antes ni sus viviendas valdrán el valor de sus hipotecas". Según Carlos Baños, auténticas "hipotecas eternas" que no han hecho sino "ocultar parte de la morosidad real de sus clientes con primeras o incluso segundas refinanciaciones de clientes con hipotecas negándose a reconocer, en toda su crudeza, las pocas posibilidad de recuperar la deuda".