"Busco un chollo en Madrid"; "Lo siento, sólo tengo viviendas a precios razonables"

-Buenos días, ¿puedo ayudarle?

-Sí. Estoy buscando piso en Madrid.

-¿En alguna zona en concreto?

-No. Sólo busco un chollo.

-Lo siento. Sólo tengo viviendas a precios razonables.

Conversaciones muy similares a la que se describe tuvieron lugar en el Salón Inmobiliario de Madrid (SIMA) -celebrado a finales de mayo y principios de junio- entre quienes acudieron a la feria en busca de una vivienda para vivir y los profesionales inmobiliarios que allí se congregaron con toda la carne sobre el asador.

El hecho de que el evento reuniera a las entidades financieras –la ausencia de promotores e inmobiliarias era palpable- e incluso al banco malo creó la falsa sensación en muchos visitantes de que podrían encontrar la vivienda de sus sueños a precios de derribo. Vamos, auténticos chollos. Sin embargo, sus esperanzas estaban muy lejos de la realidad. “A día de hoy no podemos hablar de chollos, sino de precios razonables”, explica a El Confidencial Víctor Esteban, de Básico Homes, empresa pionera en la venta de activos bancarios.

Esta compañía fue testigo directo de esta tipología de comprador, muy diferente a quienes acudieron al salón en busca de producto de inversión o de un apartamento en la playa, con las ideas mucho más claras sobre la ubicación y el tipo de producto a comprar. Casi un 30% de los visitantes que acudieron a su stand buscaban pisos por debajo de 100.000 euros.

Efectivamente, hay viviendas extremadamente baratas en el mercado. De 30.000, de 40.000 euros, incluso de 16.500. Las webs inmobiliarias de algunas entidades están plagadas de ellas. El problema -la imagen de la izquierda habla por sí sola-, es que se trata de viviendas en muy mal estado o totalmente desubicadas. "Hay viviendas a precios razonables, pero chollos no", insiste Víctor Esteban.

Una opinión que comparte Miguel Ángel Sancho, presidente de Alfa Inmobiliaria. "Ahora mismo podemos encontrar oportunidades interesantes.Si la compra es entendida como una inversión a medio y largo plazo, sí creo que es un buen momento para invertir en inmuebles y que es posible encontrar precios adecuados". "Estamos en un mercado de necesidad, no de especulación. Hoy solamente vende el que tiene necesidad y por eso ajusta el precio y solamente compra el que tiene necesidad, pero lo hace no al precio de hoy, sino al precio que cree puede tener esa vivienda dentro de un año. Las rebajas en los precios que piden los compradores tienen mucho que ver con la expectativa de precio, no con el precio de hoy. Nunca ha habido una diferencia tan grande entre el precio de oferta y el precio de venta", apunta Miguel Ángel Sancho.

Y añade, "en cualquier caso, ahora más que nunca es imprescindible analizar la zona, y la demanda en ella. Hay zonas donde hay auténticos chollos porque eso no lo quiere nadie. Además, al haber desaparecido el crédito, las mejores oportunidades son para aquellas personas que pueden hacer el desembolso sin necesidad de acudir a una entidad bancaria, que, en ese caso, sólo facilitaría las cosas si fuera una vivienda de su propiedad. Y en este particular, volvemos al escenario anterior: ¿son realmente chollos o son pisos construidos en lugares que ya nadie quiere?".

Las oportunidades, vuelan

Y son, precisamente, esos inmuebles a precios razonables los que ‘vuelan’. “En cuanto un banco o la propia Sareb publican una vivienda a un precio razonable, la venta es rápida. Los clientes están hartos de ver anuncios de viviendas en altura, sin ascensor y con necesidad de una reforma integral. Por eso, en cuanto se publicita una vivienda normalita o, como diría más de uno 'digna', sobran los clientes”, explica Víctor Esteban.

Para muestra un botón. “Una de las primeras viviendas de la Sareb que se escrituraron en Madrid, vendida por Básico Homes, estaba situada en la calle Sainz de Baranda, en Madrid. Una primera planta con ascensor de unos 50 metros construidos con dos ventanales a la calle. La finca era antigua, pero estaba totalmente rehabilitada. Aunque la vivienda necesitaba una buena reforma puesto que se había utilizado como despacho profesional, simplemente por zona, es decir, por estar en pleno Retiro se presentaron muchísimas ofertas. El precio de venta era 180.000 euros. Nuestro cliente pudo quedarse con la misma porque ofertó mil euros más y ofreció pagarlo al contado”.

Otro ejemplo, en el Barrio del Pilar, en Madrid. "Una primera planta con ascensor. Vivienda de tres dormitorios con un solo baño. Unos 70 metros, pero con una buena reforma y situado en una buena finca. El precio de salida fue de unos 160.000 euros y, por lo visto, se presentaron ofertas por precio superior. En una tarde coincidimos en la vivienda varias comercializadoras con nuestros clientes, directores de sucursal con los suyos; parecía que lo estábamos regalando, cuando en realidad era un precio muy normalito o quizás un poco alto: se vendió en la misma tarde”.