La banca saca músculo en el SIMA frente al ocaso de 'ladrilleros'

El jueves, en una jornada llena de nubarrones y fuerte viento, abría sus puertas el Salón Inmobiliario de Madrid (SIMA).

Una feria que ha vuelto a dejar claro quién manda ahora en el mercado inmobiliario español. Por segundo año consecutivo, el sector financiero se ha convertido en el gran protagonista, arrinconando, casi literalmente, a unos promotores manifiestamente cabreados ante un molesto invitado que “juega sucio” y bajo unas reglas de juego que muchos califican de “competencia desleal”.

“Algunas entidades están vendiendo a pérdidas. Si a esto sumamos que sólo financian la compra de sus propios pisos -arma de financiación masiva, la califican algunos expertos del sector-, muchos de nosotros no tenemos nada que hacer hasta que la banca liquide su stock”, comentaba a El Confidencial el presidente de una de las promotoras presentes en la feria.

Los stands de Altamira (Santander), BankiaHabitat, Aliseda (Banco Popular), Catalunya Caixa Inmobiliaria, Casaktua (Banesto) o Servihabitat (La Caixa) han exhibido músculo en el salón. 

Atrás ha quedado la suntuosidad de los años del boom inmobiliario, cuando la feria ocupaba varios pabellones de Ifema –ahora sólo uno-. Atrás han quedado los stands de dos plantas en los que las promotoras daban incluso de comer a los compradores de pisos… El espectáculo y la fiesta forman ya parte de un pasado que muchos dudan -o no quieren- que vuelva a repetirse. 

La crisis ha obligado a apretarse el cinturón a las promotoras cuyos stands se han visto reducidos en algunos casos a la mínima expresión. Los grandes bancos son los únicos que se permiten el lujo de ir un paso más allá en sus stands, aunque sólo sea en cuanto a tamaño para exhibir su mejor producto, a los mejores precios y con las mejores condiciones de financiación, pero lo cierto es que tampoco hay espacio para los juegos de artificio. Tienen claro cuál es su objetivo en la feria: vender, vender y vender.

A izquierda y derecha, bombardeo de ofertas: pisos de 4 dormitorios en Seseña desde 99.000 euros (Altamira), precios de hace 20 años (Casaktua), financiación al 100%, financiación de gastos, carencia de capital hasta 3 años, cláusula de desahogo...

Ni rastro de las grandes promotoras

Armas con las que los promotores no pueden competir y sin las cuales, sacar una operación adelante "conlleva un esfuerzo comercial descomunal", reconoce uno de ellos. Sin embargo, no tiran la toalla. Al menos los que han acudido a esta nueva edición de la feria y, al menos, de momento.

Otros ya lo han hecho. O lo hicieron hace tiempo. Las grandes del sector apenas se cuentan con los dedos de una mano. Reyal Urbis, con un descuento especial para la feria de 6.000 euros y el descuento del 4% del IVA; Realia, con viviendas en la playa desde 99.000 euros y una semana de vacaciones gratis; o Hercesa, que ha acudido a la feria con inmuebles en la capital y en la costa, aunque de la mano de varias entidades financieras.

A Vallehermoso, una de las grandes ausentes en esta edición, ya no le resulta rentable. "Acudir a la feria es demasiado caro y tal y como están las ventas no nos salen las cuentas", comentan fuentes cercanas a la inmobiliaria. Desde hace años tampoco hay rastro de Metrovacesa, Inmobiliaria Colonial o Martinsa Fadesa, algunas de las llamadas 'inmobiliarias zombies'. Compañías que caminan sin rumbo por el parqué español y sobreviven gracias a los continuos procesos de refinanciación de sus deudas. Otras intentan tomar su relevo y salir de la crisis como las grandes supervivientes. Es el caso, por ejemplo, de Inmobiliaria Ferrocarril, una pequeña muestra de que todavía una parte del sector -la que menos- sigue viva y se resiste a sucumbir. 

Y en medio de todos ellos -bancos y promotores-, un nuevo actor que en los dos últimos años ha entrado en escena y que está ayudando al sector financiero a digerir el 'ladrillo' heredado de los excesos inmobiliarios. 

Empresas especializadas en la gestión de activos adjudicados, conocedoras de un mercado muy heterogéneo y de las necesidades de una demanda cada vez más exigente. Empresas que, como Básico Homes, combinan su presencia en las ferias con una intensa labor comercial, de seguimiento del cliente y asesoramiento de precios y estrategias a la entidad financiera. Un intenso trabajo que tiene sus frutos: seis reservas en apenas hora y media de feria. 

Pasado, presente, futuro...