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Viaje por la historia de las calles de Bristol: así es la ciudad más especial de Inglaterra
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Viaje por la historia de las calles de Bristol: así es la ciudad más especial de Inglaterra

En esta urbe marinera y sin mar de ambiente alternativo se dan cita muchos elementos artísticos: un pasado gótico, una arquitectura georgiana y la meca del 'street art'

Foto: Foto: iStock.
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"Erigida por los ciudadanos de Bristol, en recuerdo de uno de los hijos más sabios y virtuosos de la ciudad". Esta es la inscripción que puede leerse al pie de la estatua de Edward Colston, uno de los personajes históricos más célebres de esta ciudad marinera de Inglaterra. Sin embargo, desde junio de 2020, ya no hay ninguna escultura sobre su insigne pedestal. En el marco de las manifestaciones del Black Lives Matter, un grupo de activistas derribó el monumento a este filántropo y comerciante inglés que fue tan importante para la ciudad, pero que a su vez aparece en los libros negros de historia al haber transportado cerca de 80.000 hombres, mujeres y niños africanos como esclavos al continente americano.

Usar seres humanos como moneda de cambio o condenarles a vivir en condiciones infrahumanas no presentaba un problema moral para Colston. Evidentemente, eran otros tiempos, y menos mal que el pasado, pasado está. Hasta los años 90, el monumento no presentaba ningún problema, pues el esclavista fue uno de los hombres clave para la construcción de esta ciudad británica de marineros que, curiosamente, no tiene una salida directa al mar. Sin embargo, cuando entró en el Ayuntamiento en 2016 el actual alcalde Marvin Rees, de descendencia jamaicana (una de las mayorías étnicas de la ciudad, sobre todo en el barrio de Stokes Croft), ya declaró que se sentía incómodo al tener al esclavista como uno de los padres de la ciudad. Cuando la estatua fue vandalizada y tirada al río por los manifestantes, lo valoró como un "acto de poesía histórica", según recogió el rotativo 'The Guardian'.

El visitante quedará embelesado con su relieve urbano, bañado por el río Avon, de especial importancia histórica y cultural en Inglaterra

Las crónicas cuentan que las personas a las que Colston privaba de su libertad quedaban hacinadas y encadenadas en el interior de las galeras inglesas durante un viaje de aproximadamente entre seis y ocho semanas hasta el Nuevo Mundo, acostadas "en sus propios excrementos". Muchos no llegaban a su destino: entre un 10 y un 20% de ellos morían por las enfermedades, los asesinatos o el suicidio. Esto fue precisamente lo que colmó de riquezas al comerciante, que no dudó en invertirlas de manera solidaria en la construcción de hospitales, escuelas e infraestructuras para los habitantes de Bristol.

placeholder Momento en el que los manifestantes arrojaron la estatua de Edward Colston al río Avon. (Reuters)
Momento en el que los manifestantes arrojaron la estatua de Edward Colston al río Avon. (Reuters)

Finalmente, Rees ordenó que sacaran la dichosa estatua del río para colocarla en un museo que albergara una exposición, titulada 'The Colson Statue: What Next?', en no para honrar la figura histórica de Colston, sino para proponer un debate ciudadano sobre qué hacer con la dichosa estatua y qué lugar debería tener en el espacio público.

Cuando visitamos una capital extranjera, el viaje no solo consiste en hacer fotos, contemplar monumentos y disfrutar de la gastronomía local, así como del ocio nocturno, que parece que es lo único que sobresale en la oferta de toda buena agencia de viajes. También merece la pena reparar en su historia y sus gentes, en el clima urbano que se respira y en cómo se relaciona todo ello con el paisaje. Esto es lo que hace de Bristol una de las ciudades más especiales de Inglaterra: esa mezcla entre el pasado oscuro del que forma parte Colston, ahora ya solo presente a través de las fachadas de esos edificios antiguos que financió, junto con la cultura alternativa y cosmopolita que reina en las personas y el ambiente de sus calles. Un presente erigido contra ese pasado oscuro que es reinterpretado para sobreponerse a las exigencias de una sociedad libre y abierta.

Pasado, presente y futuro

Si recorremos sus calles y aceras descubriremos imponentes obras arquitectónicas góticas de la Edad Media tardía, casas del estilo georgiano que representan la grandeza y hegemonía mundial de Reino Unido en los siglos XVIII y XIX y, de forma solapada, el arte callejero más contemporáneo, costumbrista y reivindicativo, que tiene como principal referente a Banksy.

Bristol tiene un ambiente alternativo que no tiene nada que envidiar a la seriedad y elitismo que desprenden ciudades vecinas como Bath u Oxford

Su ubicación geográfica, en el extremo occidental de Inglaterra y pegado al canal de Bristol con salida al Océano Atlántico, la convirtieron en la segunda ciudad más próspera de todo el país durante siglos, solo superada por Londres. A partir del siglo XVIII su importancia fue decayendo en detrimento de otras urbes como Manchester, Liverpool o Birmingham, que empezaron a industrializarse a un ritmo vertiginoso y, con ello, ganaron relevancia económica para el país al atraer un montón de obreros de localidades cercanas.

placeholder La Catedral gótica de Bristol. (iStock)
La Catedral gótica de Bristol. (iStock)

Actualmente, es la undécima ciudad más habitada de Reino Unido, lo que la convierte en un perfecto destino de vacaciones al no ser tan típica su visita como a otros centros urbanos más famosos de las islas. Y también cuenta con otras ventajas, como sus bajos precios respecto a grandes metrópolis como Londres o su marcado cosmopolitismo y ambiente alternativo, que no tiene nada que envidiar a la seriedad y elitismo que desprenden otras ciudades vecinas con mucho más renombre, como Bath u Oxford.

La reina Isabel I la describió en el siglo XVI como "la iglesia parroquial más bella, destacable y famosa de Inglaterra"

Nada más llegar, el visitante quedará embelesado con su orografía urbana, bañada por el río Avon, de especial importancia histórica y cultural en toda Inglaterra, que confiere a la ciudad una similitud con otras ciudades europeas visualmente muy atractivas, como Copenhague o Ámsterdam. En su 'old city', no todo el interés reside en sus vetustas catedrales góticas y parques amplios de suave hierba verde: hay 'pubs' que datan del siglo XIII, como el Hatched Inn, en los que no es nada difícil imaginar a marineros tomando pintas sin parar después de haberse jugado la vida en alta mar. Del mismo modo, obligada es la parada en el St. Nicholas Market, un mercado del siglo XVIII repleto de tiendas de comida y artesanía.

placeholder La St. Mary Redcliffe, en Bristol. (iStock)
La St. Mary Redcliffe, en Bristol. (iStock)

La catedral principal, situada frente al Ayuntamiento, contiene tumbas policromadas de abades de finales del siglo XIV y principios del XV. Su fachada guarda cierta similitud con la famosa Notre Dame de Paris. Esta no es la única iglesia que merece la pena ver en Bristol, pues a pocos metros está la St. Mary Redcliffe, con una torre de 89 metros de altura. La reina Isabel I la describió en el siglo XVI como "la iglesia parroquial más bella, destacable y famosa de Inglaterra", como apuntan desde la web 'Salta Conmigo'.

Si quieres sumergirte en un ambiente único donde residen grandes fortunas y las calles lucen limpias y ordenadas, no puedes olvidarte de recorrer el barrio de Cliffton, al que se accede subiendo desde la Universidad. El punto álgido del ascenso es el Cliffton Bridge, que conecta la ciudad con Leigh Woods y representa el icono de Bristol. En él se han rodado infinidad de películas, series y anuncios, y también fue el primer puente del mundo sobre el que alguien se arrojó al vacío para realizar 'puenting'.

placeholder El Cliffton Bridge en una mañana otoñal cualquiera. (iStock)
El Cliffton Bridge en una mañana otoñal cualquiera. (iStock)

Esta mole arquitectónica fue diseñada por Isambard Kingdom Brunel, histórico constructor de barcos, entre ellos el mercante más famoso de toda Inglaterra, el SS Great Britain, el cual está expuesto en el Harbourside o zona portuaria, a la altura del barrio de Bedminster que, por cierto, recuerda mucho al Haigth-Ashbury de San Francisco por sus casas. Terminado de construir en 1864, posee 450 metros de largo y 82 de alto, pudiendo sentir vértigo con su altura en un precioso e inolvidable mirador localizado a pocos metros, en el Cliffton Observatory. Un sitio ideal para hacerse fotos, ver anochecer o compartir una merienda con amigos.

Una ciudad dedicada al arte urbano

Y, como decíamos, el mayor distintivo cultural de Bristol, más allá del estilo gótico de sus colosales catedrales, viene a ser el arte urbano. No solo por Banksy, tal vez el 'grafitero' más famoso de nuestros tiempos, sino por la cantidad de pinturas a 'spray' que hay en todos sus edificios, convirtiendo la ciudad en un museo total por el que artistas anónimos del ladrillo y del hormigón decoran las fachadas y patios traseros de los edificios.

placeholder Uno de los muchos 'grafittis' de Bristol. (Enrique Zamorano)
Uno de los muchos 'grafittis' de Bristol. (Enrique Zamorano)

Si reparamos en las obras de Banksy, repartidas y escondidas por toda la ciudad, es obligada la contemplación del 'Well Hung Lover', un 'graffiti' apostado en las inmediaciones de la Plaza del Ayuntamiento y al lado de la Catedral, el cual ilustra una historia de infidelidad en uno de los muros de la parte trasera de un edificio. Tres años después de su aparición, fue vandalizado con tres bolas de pintura azul, pero lamentablemente no se podían borrar sin deteriorar el 'graffiti'. Que el lector o visitante juzgue si estos golpes de color azul favorecen o no a la obra en su conjunto.

placeholder 'Well Hung Lovers', de Banksy. (Víctor Terrazas)
'Well Hung Lovers', de Banksy. (Víctor Terrazas)

Otra de las obras del 'grafitero' anónimo (pues aún se desconoce su identidad, aunque lleva años especulándose con que pueda ser el cantante de Massive Attack) que podemos encontrar en Bristol es la de 'The Girl with the Pierced Eardrum', en el barrio del puerto, concretamente en Hannover Place. Esta reinterpretación del personaje que pintó Johannes Vermeer en su obra 'La joven de la perla', realizada entre 1665 y 1667, es muy curiosa al estar desprovista de su oreja izquierda. Sin duda, una versión de una obra clásica muy especial.

placeholder 'The Girl with the Pierced Eardrum', de Banksy, en el puerto. (Víctor Terrazas)
'The Girl with the Pierced Eardrum', de Banksy, en el puerto. (Víctor Terrazas)

Por tanto, si estás pensando visitar una ciudad cargada de ambiente artístico y arquitectura imponente, Bristol es el destino ideal que estás buscando. Sus 'pubs' con siglos de historia, su arte urbano y su sociedad siempre festiva, cosmopolita y alternativa te sorprenderán. Además, podrás aprovechar el viaje para visitar otras ciudades vecinas igual de hermosas como Bath o Salisbury (muy cerca de Stonehenge). Por no hablar de Cardiff, la capital del Principado de Gales, la cual se encuentra a apenas una hora en coche.

"Erigida por los ciudadanos de Bristol, en recuerdo de uno de los hijos más sabios y virtuosos de la ciudad". Esta es la inscripción que puede leerse al pie de la estatua de Edward Colston, uno de los personajes históricos más célebres de esta ciudad marinera de Inglaterra. Sin embargo, desde junio de 2020, ya no hay ninguna escultura sobre su insigne pedestal. En el marco de las manifestaciones del Black Lives Matter, un grupo de activistas derribó el monumento a este filántropo y comerciante inglés que fue tan importante para la ciudad, pero que a su vez aparece en los libros negros de historia al haber transportado cerca de 80.000 hombres, mujeres y niños africanos como esclavos al continente americano.

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