Los 10 pueblos más bonitos de España para visitar en Semana Santa

La Semana Santa ya está aquí, y aunque los datos de la pandemia por coronavirus todavía no son halagüeños ni podemos relajarnos, parece el momento perfecto para coger el coche y viajar a alguna zona cercana para poder visitar algo diferente.

A continuación tienes la lista de las zonas más bellas de nuestro país, en las que perderse (por lo menos unos días) siempre es la opción correcta. ¿Cuántos de estos pueblos conoces personalmente? ¿En cuántos te gustaría repetir?

Cudillero (Asturias)

Cudillero es, por derecho propio, quizá el pueblo más bonito de Asturias. Con aroma del mar Cantábrico, este pequeño reducto lleno de color no tiene nada que envidiarle a los bellos pueblos europeos que suelen protagonizar las portadas de las revistas de viajes. Cielo y mar azules, casas coloridas y vegetación por doquier, no necesitas más para perderte en esta costa pesquera.

Santillana del Mar (Cantabria)

Si pasas por Cantabria, es una cita imprescindible. Conocida también como "la villa de las tres mentiras", en realidad ni es santa, ni es llana ni tiene mar, pero tampoco lo necesita.

Es una de las localidades de mayor valor histórico-artístico de España y el principal foco de atención turística de Cantabria, y lo ideal es visitarla (y parar a comer, ya de paso) aprovechando para pasar también por las impresionantes cuevas de Altamira, que se encuentran muy cerca.

La Alberca en Salamanca

Si quieres un poco de descanso, para cuerpo y alma, y de paso ansías comer bien, pásate por La Alberca. Este pueblo salmantino le debe su nombre a los árabes, y significa "depósito de agua". Su singular belleza se compone de calles estrechas y balconadas floridas que te trasladarán a otra época.

Cadaqués (Girona)

Nadie puede decirle que no a la Costa Brava. Cadaqués es uno de los pueblos con más encanto de esta preciosa zona, ni siquiera el mismísimo Salvador Dalí pudo resistirse.

Casas blancas y cielos azules. En Cadaqués todo está cerca y el paseo marítimo tiene el mismo encanto que el centro histórico, por lo que si te apetece darte un chapuzón y olvidarte durante unos instantes del ajetreo y el mundanal ruido, esta es tu zona.

Mojácar (Almería)

Las flores en sus blancos balcones parecen dar la bienvenida al visitante. Mojácar es, sin duda, uno de los pueblos más bonitos de Andalucía, de pasado árabe, que observa al Mediterráneo desde su magnificiencia en lo alto de una montaña.

Guadalupe (Cáceres)

Declarada Conjunto Histórico-Artístico y Patrimonio de la Humanidad en 1993 debido a su patrimonio histórico, Guadalupe no deja indiferente a nadie.

Como curiosidad, la villa se encuentra muy vinculada a la figura de Cristóbal Colón a causa de las numerosas visitas que el navegante realizó a este pueblo tanto antes como después de que descubriese América. Colón sabía.

Vejer de la Frontera (Cádiz)

Su atractivo turístico es de tal envergadura, que ha obtenido la distinción de Zona de Gran Afluencia Turística en numerosas ocasiones, además de haber sido declarado Conjunto Histórico Artístico en 1976. En otras palabras, este blanco pueblo gaditano es uno de los más bellos de España y merece estar en la lista.

Sigüenza (Guadalajara)

A una hora y media de Madrid en coche, la pequeña villa de Sigüenza tiene muchísimo que ofrecer al visitante, empezando por el castillo, la catedral y la plaza Mayor, los tres puntos de interés turístico por excelencia.

Patones de Arriba (Madrid)

El pequeño pueblo de Patones está de moda, ofrece rutas de senderismo, paseos preciosos que te trasladarán a una época medieval, exposiciones y rutas guiadas, yacimientos arqueológicos, un amplio patrimonio arquitectónico, buena comida... ¿a qué esperas para conocerlo de primera mano?

Villajoyosa (Alicante)

Terminamos la lista con el precioso y colorido municipio de Villajoyosa. Su nombre significa 'villa alegre', y al contrario que Santillana del Mar, no miente al respecto. Ubicada entre El Campello y Benidorm es perfecta si quieres escapar del turismo masificado.

Sus hermosos colores nos recuerdan, irremediablemente, a la costa amalfitana, aunque es mucho más que playa. Quizá la felicidad que se respira tenga que ver con el olor a chocolate que inundará tus pulmones cuando llegues, pues además del museo de chocolates Valor también encontrarás Chocolates Clavileño (1882), también con museo propio, o Chocolates Marcos Tonda (1793).