Un personaje de 'La Promesa' da en el clavo con su teoría sobre la muerte de Feliciano

• María Castro habla sobre el destino de Pía en La Promesa: "La gente se va a quedar con la boca abierta"
• Reparto de La Promesa: conoce a todos los personajes de la serie de TVE

Parecía que todo quedaría en una quimera, pero las protestas del personaje de María Fernández y sus compañeros del servicio de La Promesa han llegado a cuajar en una convocatoria de huelga. La serie de época, protagonizada por Ana Garcés y Arturo García Sancho, entre otros, que La 1 de Televisión Española emite entre semana a las 17:35 horas, ha revolucionado nuevamente sus tramas con la insurrección acontecida en el capítulo de este jueves.

El episodio ha comenzado en el hangar, cuando Jana le ha contado a Manuel que Abel sabía lo de la historia de amor entre ellos dos. El aviador se ha ofendido porque Jana no se lo hubiera dicho antes, y se ha sorprendido de que, durante todo aquel tiempo, su amigo no le hubiese comentado nada al respecto. "Pretende utilizar esa información en nuestra contra en cualquier momento", ha exclamado el chico, "oculta algo, me lo dicen las tripas".

TE PUEDE INTERESAR

Josep Cister Rubio, creador de 'La Promesa', desvela el futuro de la serie: "Vais a flipar con lo que viene"

Alberto Richart

Jana ha pensado que era mejor que ella hablase con Abel, y no Manuel, a quien el doctor rehuiría. El plan de la criada era preguntarle por su padre, pues pensaba que ocultaba algo al respecto, que podría descubrir. En privado, la criada ha interrumpido el estudio del médico para preguntarle cuándo defendería su tesis, y si sus padres acudirían a escucharla.

La muchacha ha aprovechado para preguntarle a Abel si seguía en contacto con sus padres y si iría próximamente a verles. El chico lo ha negado, pues ha comentado que no deseaba meterse en las trifulcas cotidianas de un matrimonio cansado. ¿Contará la verdad Abel, quien empieza a sospechar de las pesquisas de su amiga?

La huelga se efectúa

Por su parte, María Fernández ha formado filas en la planta del servicio, y ha desarrollado un discurso digno de las mejores sindicalistas. Hasta Candela se ha sorprendido de lo bien que hablaba la muchacha de los derechos laborales por los que debían luchar. Rómulo ha aplaudido también la iniciativa de María, y Pía ha comunicado la intención de los marqueses de cargar en sus jornales la subida de precios de la guerra.

Ahora solo faltaba convencer a Petra de que se uniese también a la huelga. Todos se han quedado mirándole, esperando a su decisión. Teresa ha intentado interceder, comentándole que Feliciano hubiese dado el visto bueno a aquella revuelta, pero Petra le ha pedido que callase. "Tampoco me voy a quedar yo sola haciendo todo el trabajo", ha admitido la doncella de la marquesa, cada vez más distanciada de Cruz, "que haya huelga". Sus compañeros han vitoreado sus palabras, y Rómulo ha anunciado que le comunicaría al marqués la decisión.

La marquesa ha puesto el grito en el cielo, y ha deseado que rodasen cabezas

El mayordomo se lo ha contado esa misma noche a Alonso, que se ha puesto como una furia por no entender lo que estaba sucediendo. Rómulo ha intentado explicar que el personal se encontraba cansado, pero ante las malas maneras del marqués, ha preferido indicarle que buscase un mediador que tratase de resolver el conflicto.

En busca de un mediador

"¿Cómo que una huelga?", ha exclamado la marquesa a la mañana siguiente, "eso es inadmisible". Alonso también se ha quejado de que había tenido que vestirse solo. "¿De qué tipo de gentuza estamos rodeados?", ha preguntado Cruz al enterarse de que Rómulo y Pía secundaban la huelga. Catalina y Manuel han aparecido en ese momento, y la marquesa la ha tomado contra la chica, suponiendo que ella había tenido algo que ver como instigadora. Manuel ha salido al rescate de su hermano, admitiendo que había sido él quien había alentado al servicio a que luchase por sus derechos.

TE PUEDE INTERESAR

Lope rompe sus miedos con Vera en 'La Promesa': así ha sido su declaración más romántica

A. Richart

En la planta del servicio, Catalina ha dado la enhorabuena a los criados, pero les ha advertido de que se preparasen para las duras represalias que podrían llegar por parte de Cruz. La marquesa ha puesto el grito en el cielo, y ha deseado que rodasen cabezas. Pero Alonso la ha retenido, diciéndole que si no gestionaban bien la situación, serían el hazmerreír de la comarca.

"A la calle esos traidores", ha reivindicado Cruz. Alonso ha pensado que se debía escoger un mediador, ni muy cercano ni muy lejano al servicio, que escuchase sus exigencias. Aquello descartaba por completo a Manuel y Catalina, y también a Pelayo. Margarita ha sonado como una posible candidata, pero Cruz se ha negado. También Lorenzo, aunque Catalina ha pensado que, como militar, estaba demasiado acostumbrado al enfrentamiento. ¿Quién representará a los señores en las negociaciones?

Petra, primer esquirol

Mientras cada noble se ha tenido que arreglar y peinar por su cuenta, un primer esquirol ha aparecido el primer día de la huelga: Petra le ha servido el desayuno al conde de Ayala, y ha reconocido que solo secundaba la huelga por el resquemor que tenía hacia Cruz. "¿Es que no pensó que ponía a los dos en peligro?", ha preguntado en vano, pensando en la decisión de la marquesa de que Feliciano acompañase a Curro en la cacería.

"Quizás sí que lo pensó", ha respondido el amigo de Cruz, quien era perfectamente consciente, gracias a su relación con el difunto barón de Linaja, de la inquina que la marquesa sentía por el hijo de Eugenia. "¿Y si Cruz lo que quería era matar a su sobrino Curro?", ha sospechado el incómodo invitado, quien ha estado más acertado que nadie en toda la investigación sobre el fatídico “accidente” de caza.

Esta teoría ha hecho que Petra se quedase rígida por un momento. La doncella ha querido dejar de hablar de su señora, pues no se sentía cómoda, pero sin dudas aquella idea había germinado en su cerebro. ¿Se atreverá a confrontar a la marquesa para que le diga la verdad sobre sus planes de acabar con Curro?