La cruel condición por la que Román podría volver con los Quevedo en 'Amar es para siempre'

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Podría decirse que el personaje de Román, en Amar es para siempre, ha dejado de ser considerado un Quevedo. La matriarca de la familia de modistos de la popular serie de Antena 3 echó a su hijo de casa en el anterior capítulo, y ahora Román debe lidiar con su nueva vida, desahuciado. En el capítulo emitido este lunes, a las 15:45 horas, Victoria ha sido la voz más disidente, que ha cuestionado las decisiones de Elena.

Después de haber echado a Román, Victoria ha llegado a casa junto a Malena, y Elena ha intentado disuadirles de buscarlo, diciendo que se encontraba en una cena de negocios. Victoria sabía que había llamado al chico al trabajo para que acudiese con urgencia, y ha sido entonces cuando a Elena no le ha quedado otra opción que relatarle lo sucedido a su hija, una vez que Malena se había marchado.

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Alejandra González

"Tu hermano nos ha traicionado con lo peor que podía hacernos", ha enunciado Elena con teatralidad, por lo que Victoria le ha acusado de ser una exagerada. Elena ha asumido que el gran problema de Román era "esa mujer tan manipuladora" de la que se había enamorado, que pretendía quitarles a Malena. Si ello ocurría, con Federico sumido en la enfermedad, la modista se ha preguntado qué le quedaba en esta vida.

Román ha acudido a casa de los Gómez, y les ha contado la afrenta que ha mantenido con su madre. Lola ha lamentado que todo aquello hubiese ocurrido por su culpa, y Pelayo ha recomendado que dejasen la investigación de la adopción de Malena en manos de Quintero. Manolita y Marcelino se han dado cuenta, al fin, del apoyo que está suponiendo Román para Lola, y lo dispuesto que estaba para enfrentarse a su familia por ella.

Victoria ha dicho a Elena que no podían dejar la empresa descabezada de esa manera

A la mañana siguiente, Elena y Victoria han encontrado a Román en la oficina, recogiendo sus cosas. El chico había asumido que su madre le echaría también del trabajo, y ha decidido adelantarse a los acontecimientos. La hija ha intentado convencer a la madre de que no podrían prescindir de él, pero Elena, muy calmada, ha expresado que las cosas sería mejor así.

Una dura condición

En una conversación después del trabajo, Victoria ha insistido a su madre que no podían dejar la empresa descabezada de esa manera. Elena ha pensado que su hija podría encargarse de la parte creativa, y ella de la gestión, en ausencia de Federico. "Necesitamos a Román, mamá", ha proseguido la diseñadora, que le ha pedido a su madre que se disculpase con su hermano y le hiciese trabajar, al menos hasta que encontrasen a otra persona.

Elena no ha querido oír ni hablar del peluquín, y ha impuesto una severa condición para disculpar a Román: "que tu hermano deje a Dolores y vuelva a la familia". ¿Hay alguna posibilidad de que Román vuelva a elegir a su familia por encima de sus sentimientos?

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Mientras tanto, Malena ha interrogado a Elena por qué Román no había pasado la noche en casa, y la madre adoptiva no ha sabido cómo explicarle que todo había sido culpa de Lola. Malena, furiosa, le ha dicho que no pensaba escuchar nada malo de ella, "y menos de tu boca".

Román se enfrenta a su familia

En la Plaza, Victoria ha abordado a Román, y le ha echado en cara que no le hubiese contado los planes que tenía de quitarles a Malena. La diseñadora estaba altamente ofendida porque su hermano no la hubiese tenido en consideración, pues cualquier decisión sobre la joven a ella también le afectaba: "También es mi familia, nos traicionas", ha alegado la chica.

Victoria le ha plantado la posibilidad a Román de que Lola tuviese intereses opuestos a los de los Quevedo, pero el chico ha negado que quisiera hacerles daño: "Lo que es bueno para ella no es bueno para nosotros", ha reflexionado la hermana. Román ha defendido que Lola estaba en su derecho de saber la verdad, y si había habido irregularidades en la adopción, él también quería saberlo.

La empresaria le ha cuestionado a su hermano qué pasaría si su padre supiese todo aquello, y Román no ha tardado en descubrirlo. El joven ha acudido a la residencia donde cuidan a Federico, y le ha preguntado si entendía su lucha. Federico ha respondido, como ha podido, algo parecido a un "sí", y Román ha respirado tranquilo, sabiendo que contaba con el apoyo de su padre, y prometiéndole que él siempre estaría a su lado. ¿Qué medidas tomará Elena para evitar que Román se salga con la suya?