La entrevista definitiva de María León sobre 'El hijo zurdo': se emociona al hablar de uno de sus pilares en la serie

El pasado jueves 27 de abril, Movistar Plus+ lanzó los seis episodios que componen El hijo zurdo, su última gran apuesta de ficción. En julio del 2022, la plataforma de entretenimiento en el hogar invitó a un grupo de periodistas a la presentación del inicio del rodaje en Sevilla. En aquel encuentro, María León ya desprendía pasión por el proyecto que tenía entre sus manos, desvelando el cambio de papel que había sufrido recientemente. Pasó de ser la secundaria Maru a la protagonista Lola.

Era la primera vez que coincidía con ella cara a cara y durante la charla que mantuvimos, no solo se entregó sin filtros con las respuestas que me iba a dando ante mis preguntas, me dejó verla y conocerla un poco más a través de su impresionante mirada. Intuí que esta serie ya sería diferente y que León iba a sorprendernos a todos.

A pocos días del estreno y tras haber visto la serie al completo, me reencuentro con ella en el edificio Telefónica en la Gran Vía de Madrid. Soy su última entrevista de la mañana, pero su energía sigue intacta. Al sentarme con ella, de nuevo vuelvo a sentirla como en aquel mes del pasado verano. Esta serie supone un antes y un después en su carrera, tal y como me hace ver en la conversación. Tal es el nivel de intensidad y entrega, que León no puede evitar emocionarse durante la charla. Estos días he leído, visto y escuchado algunas de sus intervenciones promocionales, pero creo que esta es la entrevista definitiva para entender su impecable trabajo.

María, ¿cómo has llegado al nivel tan dramático que exige este personaje?

Escuchando al director. En mi trabajo tiene que haber un análisis de guion y comprender al personaje que tienes entre manos, pero con Lola he tenido que afinar el oído, contenerla y caminar con ella. Conforme ella iba descubriendo, yo me iba enterando. Estaba ante la historia de un personaje, pero con una cámara aquí (aproxima su mano a su cara). Ella y yo estábamos ofreciendo una sensación. He tenido que ir adaptándome al lenguaje técnico tan arriesgado que hemos tenido.

¿Te has tomado muchas licencias a la hora de grabar?

Yo no tengo nada cerrado y cuando ruedas tienes que tener la flexibilidad de tirarte al vacío y saber que algo vas a encontrar. Si yo llego a intentar controlar a Lola, no la hubiese acompañado, la hubiese contado. Y yo no la he querido contar, he querido acompañarla. Ha sido ella la que ha querido que yo cuente sus sentimientos a través de sus pasos. Los actores siempre queremos hacer y aquí no había que hacer nada. Como actriz tenía que poner mi cuerpo y mis sentimientos a su disposición y dejar que pasaran las cosas. Y pasaban.

"Por fin me ha llegado un personaje en el que me he tenido que poner al filo del precipicio y retarme"

A través de los silencios y las pausas has logrado decir muchas cosas...

Ha sido una interpretación interna. Actuar en la intimidad donde únicamente se le escucha a ella y al espectador. Es como tener un diálogo con el espectador completamente íntimo. Me di cuenta de que lo estaba consiguiendo cuando Fale (Rafael Cobos, creador, guionista y director de varios episodios) me decía 'menos, no me lo cuentes, que pase'. Ha sido un reto para mí como actriz, pero he aprendido muchas cosas.

Por fin me ha llegado un personaje en el que me he tenido que poner al filo del precipicio y retarme. Probarme y ver hasta dónde tengo capacidad de llegar emocionalmente. También físicamente. No ha sido fácil rodar tres meses en Sevilla a 50 grados con una cámara pegada a la cara (han usado una cámara 50mm). Yo he tenido una relación directa con la cámara porque hay muchas veces que al dar la réplica a los personajes no los veía.

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Te muestras encantada con Hugo Welzel, actor que interpreta a tu hijo...

Le quiero mucho. Es un niño que está empezando a trabajar y creo que, de toda mi carrera, es probablemente de las pocas personas que puedo decir que he trabajado mano a mano. Es muy comprometido con su trabajo, le gusta mucho actuar y tiene un análisis emocional brutal con el que me he medido mucho. El peso de Lola no hubiese sido así sin la mirada de Lorenzo.

Cómo Lorenzo mira a su madre... me emociono y todo cuando te lo digo (se seca las lágrimas que caen de su rostro). Qué tontería eh, pero esa mirada me ayudó mucho a componer cosas de Lola. Me ha tocado un hijo... independientemente de lo personal, porque es impresionante, además de guapo y que podría estar en la tontería típica de los 19 años. Pero tiene pasión y respeto por la profesión. Apunto a que va a tener una carrera alta. Ha sido muy importante para mí, he recibido mucho amor y apoyo. Ha sido uno de los grandes pilares que necesitaba.

¿Cómo fue el momento en el que viste el resultado?

Me quedé flipada. Estuve dos días sin hablar con Fale. Lo vi con Antonio, mi representante, que es como mi hermano y con Tamara. Fue como ver un videoclip de mi propio personaje. Nosotros tenemos un guion más largo, pero el resultado es lo mejor de lo que hemos rodado, sentido, vivido, desgarrado... El valor de esta serie y lo que hace que se diferencie de otras es Rafael Cobos.

Le doy las gracias a Movistar Plus+ por apostar por este tipo de proyectos y estos autores, pero principalmente a Rafael por haber hecho una serie tan auténtica. Es un género único en el que él ha puesto mucha carne en el asador. Incluso todo lo que ha cortado y todo lo que ha elegido, desde la música, la duración... todas las decisiones que ha ido tomando durante el antes, el durante y el final es de una generosidad de autor con la que se consigue la calidad que tiene.

Es una nueva manera de hacer historia, en este caso de la mano de alguien con mucho gusto y una capacidad creativa inteligente como para decidir qué quitar y qué dejar. No es fácil y cuando haces tu primer gran proyecto tienes miedo y no quieres quitar nada de lo que funciona. Él, lo mismo que ha puesto, ha quitado, para ir a favor del producto.

"No por el hecho de ser madre, una deja de ser mujer. Una mujer tiene mucho que contar, mucho que dibujarse"

Te resulta inevitable no desprender la pasión que sientes por esta ficción...

Es que es una serie que va a permitir por primera vez que el espectador sea el protagonista. Aquí tienes la opción de vivir el sentimiento de la mejor manera posible, o de la que quieras. Hace que el espectador sea libre e inteligente. La tiene que ver todo el mundo para que tengan el gozo de decidir qué es lo que quieren sentir.

Es para todo tipo de público, pero si yo se lo tengo que dedicar a alguien en concreto, se lo dedico a todas esas mujeres que son madres. Para que no se olviden de que por encima de todo son personas que se tiene que definir y que no se pueden olvidar de ellas. No por el hecho de ser madre, una deja de ser mujer. Una mujer tiene mucho que contar, mucho que dibujarse.

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María, explícame el final al ser tú la protagonista (atención, spoiler sobre el desenlace)

Cuando tú te das una oportunidad, es cuando empiezas a vivir. El final es su empezar. Ella ha pasado un proceso en el que se ha mirado, se ha dibujado, pero termina dándose una oportunidad. No solo a su hijo, sino a ella. En el momento en el que ella se lo da, es cuando empieza la historia. Que en este caso es cuando termina. Me gustaría que hubiera una segunda temporada, pero sé que no va a ser así. Voy a pedir este año a los Reyes Magos que quieran hacer una continuación porque me encantaría.

Así es 'El hijo zurdo'

Lola es zurda. Su hijo Lorenzo también. Tenemos la manía de decir que nuestros hijos tienen que parecerse a alguien. Como si quisiéramos negar el descomunal acto de libertad que es nacer. Impidiéndoles que rompan el cordón. ¿A quién se parece el hijo zurdo que pega a los hijos de otras madres?

Rafael Cobos (Goya al Mejor Guion Original por 'La Isla Mínima', Goya al Mejor Guion Adaptado por 'El hombre de las mil caras') ha construido la identidad creativa y estética de la miniserie a través de Atípica Films. Ha estado acompañado de Paco R. Baños ('La Peste'), quien ha asumido la dirección de cuatro de los seis episodios.