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'Cobra Kai' o cómo convertir un saldo de YouTube en la serie nostálgica del momento
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'Cobra Kai' o cómo convertir un saldo de YouTube en la serie nostálgica del momento

Repasamos la historia de la última secuela de 'Karate Kid', que estrena su cuarta temporada en Netflix y sigue preguntándose por el lugar del clásico de los 80 en el mundo de hoy

Foto: Ralph Macchio comparte pantalla con una nueva generación de karatekas en 'Cobra Kai'. (Netflix)
Ralph Macchio comparte pantalla con una nueva generación de karatekas en 'Cobra Kai'. (Netflix)

¿Quién no ha intentado nunca hacer la patada de la grulla? Desde su estreno en 1984, la película ‘Karate Kid’ y aquel legendario aspaviento han hipnotizado a millones de espectadores, también en España. Daniel LaRusso, el adolescente interpretado por Ralph Macchio que aprendía kárate para deshacerse de los matones de su instituto, pasó a la historia como uno de los protagonistas más entrañables del Hollywood de los 80, pero también por convertir la más excéntrica de las posturas en un auténtico icono popular.

Por aquel entonces, nadie habría dudado que LaRusso era el bueno de la película. Sin embargo, más de 30 años después del estreno de la cinta, la serie ‘Cobra Kai’ se ha propuesto demostrar que lo habíamos entendido todo mal. Lleva intentándolo desde 2018, cuando solo era un saldo de los que YouTube se empeñó en producir para su propio catálogo, y casi se queda en el camino. Ahora, la serie es propiedad de Netflix y estrena en Nochevieja la cuarta temporada de su culebrón nostálgico.

El cebo de la nostalgia por los taquillazos de los 80 parece infalible hoy

Pensándolo bien, ¿cómo no iba a ser Daniel LaRusso el héroe? No cabría otra posibilidad teniendo al señor Miyagi como aliado. El anciano, a quien encarnó el inolvidable Noriyuki Pat Morita, se convertía rápidamente en el mentor de LaRusso. Además de instruirlo en el camino del bonsái, le daba un curso acelerado de kárate para que aprendiera a defenderse de Johnny Lawrence (William Zabka) y su pandilla de abusones. Esos sí que eran villanos de manual; o, como mínimo, esbirros de su pérfido senséi, John Kreese (Martin Kove), un veterano de guerra sonado que los entrenaba con mano de hierro en el gimnasio Cobra Kai.

placeholder William Zabka en su viejo papel de Johnny Lawrence, en 'Cobra Kai'. (Netflix)
William Zabka en su viejo papel de Johnny Lawrence, en 'Cobra Kai'. (Netflix)

Hace casi cuatro años, a alguien le pareció buena idea darle la vuelta a la tortilla: poner el foco en el personaje de Zabka y en lo mal que lo había tratado la vida desde aquel fatídico combate de 1984. El cebo de la nostalgia por los taquillazos de los años 80 parece infalible en nuestros días, así que ‘Cobra Kai’ triunfó. No del todo, al principio; pero ya a punto de estrenar su cuarta entrega y con una quinta que acaba de terminar de rodarse, la serie ha tenido tiempo de sobra para argumentar por qué aquella grulla de LaRusso a Lawrence fue un golpe ilegal o cómo no todo en la vida puede resolverse dando y puliendo cera a un coche.

La serie superviviente de YouTube

YouTube Premium, el plan de pago de la plataforma que permite consumir vídeos sin anuncios —antes denominado YouTube Red—, comenzó a operar en 2015. Apenas un año después, la compañía se lanzó a producir series originales que ofrecer en exclusiva a sus suscriptores, unas veces con las caras de 'youtubers' de éxito como reclamo y otras con el apoyo de profesionales de la tradición cinematográfica. En 2018, con el sello de Sony Pictures Television, se creó ‘Cobra Kai’, pero su idea troncal se remonta mucho más atrás.

El germen de ‘Cobra Kai’ está en el rencor añejo de quienes, ya en 1984, opinaban que el verdadero villano de la película era el joven LaRusso. Este debate, aunque sutilmente, se ha reavivado de cuando en cuando en la cultura popular. No obstante, de todas sus encarnaciones, la que más se parece a lo que décadas más tarde cristalizaría en ‘Cobra Kai’ vino de un lugar insospechado: la industria musical.

En 2007, la banda de pop rock No More Kings lanzó ‘Sweep The Leg’, una canción inspirada en la frase con la que el senséi Kreese animaba al personaje de William Zabka a lesionar la pierna de Daniel LaRusso en la pelea final de ‘Karate Kid’ y que acabó desembocando en la infame grulla. El tema se acompañó de un cortometraje de ocho minutos escrito y dirigido por el propio Zabka, donde él y casi todo el reparto masculino de la cinta aparecían interpretándose a sí mismos. En el vídeo, Ralph Macchio era un triunfador que había pasado página, mientras que Zabka y su pandilla habían envejecido delirando con aquel último combate ficticio.

En YouTube estaban dispuestos a emitir la tercera temporada, pero no a pagar por más

En el momento de su estreno, ‘Cobra Kai’ planteaba algo muy similar. Tres décadas después de su duelo en el campeonato de kárate, Daniel LaRusso, reconvertido en vendedor de coches de lujo, y Johnny Lawrence, desempleado y con serios problemas con el alcohol, volvían a encontrarse cuando el segundo decidía reabrir el gimnasio Cobra Kai para ganarse la vida. Los creadores de la serie, Josh Heald, Jon Hurwitz y Hayden Schlossberg, proponían una vuelta de tuerca: esta vez la historia no se centraría en Daniel, sino en Johnny.

Pese al salto generacional, la serie cuajó. Solo el primer episodio de la primera temporada —que puede verse gratis en YouTube— acumula en la web más de 129 millones de reproducciones. Crítica y público respondieron con igual interés a esta secuela espiritual de ‘Karate Kid’. Lamentablemente, no ocurrió lo mismo con el resto de contenidos de YouTube Premium, y eso pronto truncaría el destino de ‘Cobra Kai’.

placeholder Ralph Macchio y William Zabka, protagonistas de un debate vivo durante décadas. (Netflix)
Ralph Macchio y William Zabka, protagonistas de un debate vivo durante décadas. (Netflix)

En marzo de 2019, un informe de Bloomberg —que la plataforma desmintió inicialmente— aseguraba que YouTube había dejado de admitir propuestas para series originales de alto presupuesto, un primer paso del servicio hacia lo que sería una retirada definitiva de la carrera por los contenidos propios. Incapaz de competir con el nivel de producción de Netflix, Amazon o Hulu, YouTube Premium acabó cancelando la mayoría de sus series más ambiciosas, como ‘Origin’ o ‘Impulse’, cuyos números, en principio, no tenían tanto que envidiar a los de ‘Cobra Kai’. En la actualidad, la producción original de YouTube se limita prácticamente a documentales y contenido infantil.

Entretanto, ‘Cobra Kai’ estrenó su segunda temporada y, pese a la zozobra de la plataforma, pronto recibió confirmación para una tercera. Incluso se consiguió completar la producción de esta antes de que acabara 2019, evitando por poco el embotellamiento que la pandemia del coronavirus provocaría algunos meses después en las escaletas de muchos otros proyectos.

Pese a las circunstancias favorables, en YouTube no había ganas de apostar: la plataforma estaba dispuesta a emitir la temporada, pero no se comprometía a pagar por ninguna más. Así, ‘Cobra Kai’ pasó finalmente a las manos de Netflix, donde parece que la voluntad de producir nunca falta. Las dos temporadas originales fueron carne de maratón en su catálogo durante el verano de la cuarentena, lo que dio un último empujón a la serie de cara a su tercera entrega, estrenada a principios de 2021. Esta cuarta parte será la primera producida exclusivamente para el nuevo hogar de la serie.

El lenguaje de la nostalgia

El salto a Netflix es una prueba de fuego para ‘Cobra Kai’. También para sus creadores, que llevan escribiendo la serie desde el primer libreto. Mientras que Heald es reconocido por idear la franquicia cinematográfica ‘Jacuzzi al pasado’, Hurwitz y Schlossberg guionizaron a cuatro manos ‘American Pie: El reencuentro’ y la saga ‘Dos colgaos muy fumaos’. Trayectorias como esas ayudan a entender mejor el tono de la nueva ficción de Netflix, demasiado pagada de sí misma para ser una parodia pero muy adolescente para pasar por un drama serio. Cuidado: eso no significa que esté vacía.

De hecho, el visionado es exigente. Para fondear la trama sin perderse matices, es más que recomendable haber visto antes la trilogía de películas que protagonizó Ralph Macchio: ‘Karate Kid, el momento de la verdad’, de 1984; ‘Karate Kid II: La historia continúa’, de 1986, y ‘Karate Kid III: El desafío final’, de 1989 (todas de John G. Avildsen, el director de ‘Rocky’). Pero los préstamos no acaban ahí. ‘Cobra Kai’ hace de la nostalgia un lenguaje en sí mismo, llenando los episodios de citas textuales, suvenires y testimonios que no siempre recapitulan los acontecimientos pasados de la saga como los espectadores los recordábamos.

A lo largo de tres temporadas, la serie ha tenido tiempo de reivindicar personajes, lugares, actitudes y hasta diálogos de las entregas previas de la franquicia, así como de impugnar otros tantos. En ocasiones, el homenaje es doble, como cuando un adulto LaRusso presenta sus respetos ante la tumba del señor Miyagi, fallecido en la ficción, y honra también, al mismo tiempo, la memoria del propio Pat Morita, que murió en 2005. En otro caso, la ficción atropelló a la realidad: Rob Garrison, actor que daba vida a uno de los Cobra Kai originales en las películas, falleció meses después de rodar la muerte de su personaje dentro de la serie.

Los únicos personajes con sentido común en ‘Cobra Kai’ son las mujeres adultas

La trama de ‘Cobra Kai’ a veces parece añorar incluso el contexto en el que la historia nació. El tropo del Hollywood de los 80 del niño que hace migas con un adulto disfuncional sin que ninguna autoridad intervenga o pida explicaciones —y, por alusiones, ‘Karate Kid’— se entiende mejor con el marco de la época Reagan en mente. La serie cae una y otra vez por un terraplén ideológico por el que también resbalaban las películas originales. Por mucho que las enseñanzas de Miyagi instaran a Daniel-san a evitar el conflicto por todos los medios, la lógica comercial es simple y demoledora: si no hay peleas, no hay secuelas.

Pero el conflicto entre Daniel y Johnny es más bien una cuestión social. El segundo es nocivo de casi todas las maneras imaginables: machista, homófobo, gordófobo…; pero el primero, convencido de que debe salvar la comarca de la influencia del kárate tóxico de Lawrence, tampoco es capaz de plantear una alternativa que no pase por los puños. Los únicos personajes con algo de sentido común en ‘Cobra Kai’ son las mujeres adultas; todo lo demás está sujeto al dictado de un espectáculo de la violencia del que la serie no termina de escapar. El verdadero cambio de paradigma sería una tercera vía propuesta por Julie Pierce, la alumna de Miyagi interpretada por Hillary Swank en ‘El nuevo Karate Kid’, la película de 1994, pero eso no parece estar en los planes de ‘Cobra Kai’.

placeholder El personaje de Terry Silver, de regreso en 'Cobra Kai'. (Netflix)
El personaje de Terry Silver, de regreso en 'Cobra Kai'. (Netflix)

Lo que sí promete la nueva entrega de la serie en su tráiler es el regreso de Terry Silver, el megalómano antagonista de ‘Karate Kid III’, y, con él, otra dimensión problemática de esa guía para 'boy scouts' del odio que es la doctrina Cobra Kai. Porque, lo crean o no, ‘Karate Kid’ también iba de racismo. Unidos en la exclusión forjaban un primer lazo el señor Miyagi, inmigrante japonés, y LaRusso, italoamericano y recién llegado de la costa este de los Estados Unidos a la oeste. Además, Silver, en concreto, era uno de los pocos personajes de toda la saga que planteaba abiertamente cosas como la recuperación de la pureza de un supuesto kárate estadounidense o directamente llamaba a Miyagi “chino”.

En la serie todo esto se plantea, pero está supeditado a la necesidad de crear constantemente nuevos conflictos —físicos— para que la rueda siga girando. Prendada de su propio ejercicio de autorreverencia, ‘Cobra Kai’ se acerca muchas veces al Johnny Lawrence de aquel videoclip de No More Kings: la atrapa el bucle del muy oxidado, aunque todavía entrañable, clásico de los 80. Esta cuarta temporada no es otra cosa que un nuevo asalto en la lucha de la ficción por alcanzar un calado cultural a la altura de la huella que dejó su película madre. Si preguntan cuál es el lugar de una historia como la de ‘Karate Kid’ en el mundo de hoy, ‘Cobra Kai’ responde.

¿Quién no ha intentado nunca hacer la patada de la grulla? Desde su estreno en 1984, la película ‘Karate Kid’ y aquel legendario aspaviento han hipnotizado a millones de espectadores, también en España. Daniel LaRusso, el adolescente interpretado por Ralph Macchio que aprendía kárate para deshacerse de los matones de su instituto, pasó a la historia como uno de los protagonistas más entrañables del Hollywood de los 80, pero también por convertir la más excéntrica de las posturas en un auténtico icono popular.

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