"Lo somos con todos": hasta Susanna Griso interviene en el enganchón entre Toni Cantó y Samanta Villar en 'Espejo público'

La presencia de la actriz de La casa de papel Itziar Ituño en una manifestación en defensa de los derechos de los presos de ETA celebrada el pasado fin de semana todavía colega en los medios de comunicación, donde los diferentes tertulianos se siguen posicionando ante la controversia suscitada. A propósito de las controvertidas declaraciones de Albert Pla al respecto, Susanna Griso quiso conocer en Espejo público la opinión de dos de sus colaboradores más polémicos, Toni Cantó y Samanta Villar, quienes se enzarzaron incluso más que la primera vez que coincidieron en el plató de Antena 3.

En su estreno en el magacín matinal de Atresmedia, el expolítico no dudó en denunciar la cancelación que había sufrido dentro del mundo de la cultura por haberse significado políticamente. Es por ello que la presentadora estaba muy interesada en saber cómo enfocaba lo que ahora le estaba sucediendo a su compañera, en una posición similar al caérsele un par de campañas publicitarias: "Es una cuestión de grados. Aquí hablamos de algo más bestia, de alguien que apoya a unos asesinos diciendo que son presos políticos, lo que significaría que no vivimos en una democracia", comenzó aseverando Cantó, marcando así una clara distancia entre su caso y el de Itziar.

Samanta optaba entonces por intervenir para hacerle ver que "algunas cosas nos hacen sentir más cómodas que otras, y cuando más lejos las tengamos nos hacen sentir menos esa incomodidad. A mí las declaraciones de Albert Pla no me gustan nada, pero la grandeza de este país es que permite la libertad de expresión hasta ese grado. Esto hay que protegerlo, cuando nos gusta y cuando no nos gusta".

"De la misma manera, las marcas lo que quieren es hacer negocio y se asocian con figuras del mundo de la cultura que representan determinados valores. En el momento que hay una disonancia entre el valor que quiere defender la marca y la persona, pues se retiran, y esto Itziar lo tiene que entender por mucho que le pueda molestar. Son libertades que están en juego y por fortuna las podemos jugar y defender", opinó con contundencia Villar.

Sin embargo, Toni Cantó optaba por poner el foco en un aspecto más general, en cómo la "cultura de la cancelación" está cambiando de bando: "Es normal que la sociedad empiece a tomar nota de esos comportamientos, como las marcas. Aquí el tablero empieza a igualarse porque, hasta ahora, fenómenos como el del escrache o el de la cancelación, que eran mayoritariamente de izquierdas, empiezan a jugarse del otro lado también. Yo preferiría que no existieran de ninguno de los dos lados, pero desde luego de lo que estoy harto, cansado es de poner la otra mejilla. Ahora jugamos todos".

Esta manifestación hacía saltar como un resorte a Griso, que le censuraba: "Si somos críticos con la cancelación, lo tenemos que ser críticos con todos". El actor se mantenía en su postura: "Si solo existe de un lado, pasa lo que pasa, porque el movimiento woke y la cancelación es absolutamente mayoritaria en la izquierda, tanto dentro de este país como del mundo. Ahora pongo el ejemplo de Pablo Iglesias, si juegas al escrache, pues luego te lo hacen a ti. Así de simple", sentenció.

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Nayín Costas

Este argumento exasperaba a Villar, que se resolvía en su asiento: "¡¿Pero esto qué es, ojo por ojo y diente por diente?! ¿Defendemos esto? No, perdona, la solución no tiene que pasar por hacer lo que nos han hecho, por devolvérsela. La solución tiene que ser madurez democrática".

"¿Tú estás sosteniendo que se debe hacer un ojo por ojo? ¿Si ellos lo hacen, nosotros también? ¿Jugamos a eso? ¡Hombre, por favor!", repetía indignada, volviendo a subrayar su postura: "Yo quiero el bien para todo el mundo, calidad democrática para todo el mundo. Y quien quiera manifestarse a favor de los derechos de los presos de ETA, legalmente puede, e incluso en su moral, también puede, y con normalidad democrática debe poder hacerlo". Viendo que el tema encendía mucho los ánimos en la tertulia, Susanna optaba por cambiar de asunto, poniendo sobre la mesa un revolucionario método anticonceptivo para hombres, con el que definitivamente destensaba la charla.