Juanjo Puigcorbé, sin tapujos sobre su "salida mafiosa de ERC" en 'Espejo público': "Sé cosas y había que hacer que no tuviera poder"

Juanjo Puigcorbé fue este lunes, 15 de enero, uno de los invitados principales de Susanna Griso en Espejo público. Pese a que el actor acudía al magacín matinal para promocionar el reciente estreno de Entre tierras, así como su nueva función teatral en Madrid, la conversación acabó girando casi enteramente sobre su pasado político en ERC, su veto en Cataluña y su escandalosa manera de abandonar sus cargos públicos.

El programa repasaba en un vídeo cómo Puigcorbé había formado parte de la candidatura municipal de ERC en el Ayuntamiento de Barcelona y fue concejal con Ada Colau como alcaldesa. Además, fue designado diputado delegado de Cultura de la Diputación de Barcelona en 2015, pero tres años después su idilio con ERC empezó a quebrarse al ser acusado de maltratar a sus subalternos en la Diputación y la dirección del partido le instó a dejar sus cargos.

"Abandonó finalmente la política catalana y arremete ahora contra ella sin paliativos, denunciando que una mano negra ha impedido que pueda trabajar en su Barcelona natal: 'Gracias ERC por vuestras cuchilladas. Espero que nadie os vote nunca más", recordaba la pieza, con Juanjo pasando a abrirse en canal sobre todo ello con la presentadora, realmente impactada por su duro relato.

El actor arrancó su exposición recordando como fueron sus inicios y la razón por la que le atrajo entrar en el complicado mundo de la política: "Me ofrecieron un puesto en Cultura y pensé que era una oportunidad de hacer algo distinto. Lo pasé francamente muy bien en aquella etapa, descubriendo día a día la cantidad de talento que hay en este país. Hice todo lo que pude con los recursos que me dieron, pero de la noche a la mañana salió este falso informe, donde se me acusaba de maltratar a mis subordinados, que es absolutamente falso. El partido me presentó tres hojas y me dijo que si no dimitía ese informe saldría filtrado a la prensa. Era mentira, falso, pero me hicieron dimitir y dimití. Después lo consulté con el ayuntamiento y me dijeron que no podía dimitir por algo así. Me lo replanteé y no dimití, yéndome a buscar la fuente de esos papeles. Eso era algo que no se esperaban".

"Esa fuente decía que el 93,7% de la gente que trabaja conmigo estaba muy contenta conmigo. Ellos quitaron la encuesta, lo que era ilegal, dijeron que era un informe provisional, donde faltaba la parte principal, y pusieron tres anónimos donde decían que era soberbio y provocaba estrés en los trabajadores. Esos anónimos por supuesto que eran del partido. Además, no me dieron la oportunidad de desmentirlo, y cuando lo hice desde la Diputación en los plenarios, no trascendía ni en las televisiones de allí ni en los periódicos. No me dejaron responder jamás. Pero incluso ese informe provisional falso jamás ponía que yo maltrataba a nadie, no está escrito, pero lo transformaron en ese titular para hundirme", denunció en Antena 3.

"¿Por qué se hace esto? Evidentemente, yo sé cosas y había que hacer que no tuviera poder mediático para decirlo, que es lo que han hecho durante siete años. La manera más fácil de no dejarme hablar es no darme trabajo, no tener la oportunidad de salir en ningún sitio. Yo no he tenido trabajo en Barcelona en estos siete años, ni mi mujer tampoco. Yo me prejubilé para tener un sueldo, algo que no estaba bien porque yo me hubiera jubilado con la máxima pensión tras todos estos años de trabajo", agregó acto seguido Juanjo, dejando claro que posee mucha información al respecto.

Para difundirla solo necesita un altavoz, como él mismo pone de relieve: "Lo contaría todo si un medio de comunicación estuviera dispuesto a ir hasta el fondo del asunto, acceder a todos los documentos y contar la verdad, porque se me ha hecho mucho daño voluntariamente. Hay que contarlo porque es algo que le puede pasar a mucha gente más, de hecho ya está pasándole a otra gente".

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N. Costas

En este sentido, el protagonista de Entre tierras subraya que la política le ha hecho "mucho daño porque me han quitado de encima de una manera mafiosa, pero he sacado algo bueno, el poder conocer la Cultura a pie de calle como persona institucional, lo que la gente pide, quiere y necesita". "La mejor parte de nuestra profesión es el cariño que está siempre presente, pero la política es un tormento, un mundo de navajazos, insultos y guerra constante. Es brutal", resume.

Por último, Puigcorbé habla de cuál ha sido su mayor decepción en la política, a donde ahora no se le pasaría por la cabeza volver: "Mi mayor decepción es haber sido traicionado por mis propios compañeros, teniendo además el apoyo del resto de partidos políticos, quienes me decían que sabían perfectamente de dónde venía todo. Uno sabe que existe el diablo, pero no que lo tiene en el despacho de al lado. Esta traición tiene nombres y apellidos, y todos fueron premiados y ascendidos. La operación fue seria, no era cualquier cosa. No me siento un tonto útil, pero sí que he tenido mala suerte. Ojalá pueda contarlo todo algún día", concluye.