El contundente repaso de Jorge Javier a 'Sálvese quien pueda' y sus colaboradores deja mal parado a Kiko Hernández

Jorge Javier Vázquez no está en ¡Sálvese quien pueda!, la secuela de Sálvame en Netflix, pero aún así no ha querido mantenerse al margen del revuelo generado por los tres primeros episodios del reality show que protagonizan los ocho más míticos colaboradores del magacín de Telecinco: Kiko Matamoros, Lydia Lozano, Belén Esteban, Kiko Hernández, María Patiño, Víctor Sandoval, Chelo García Cortés y Terelu Campos.

El presentador, todavía ligado a Mediaset, no duda en elogiar el nuevo proyecto de sus antiguos compañeros en la revista Lecturas: "Un equipo dirigido por el brillantísimo David Valldeperas pergeñó en un tiempo récord un reality de seis capítulos. Trabajaron a destajo, como lo hicieron durante catorce años en Sálvame. Y consiguieron no solo sacar adelante el trabajo, sino algo mucho más importante: seguir creando magia", asegura el catalán, quien aplaude a los "ocho bestias de la comunicación. Ocho profesionales entrenados por y para el show".

Aunque Jorge califica de "endeble" la premisa del programa, esa de buscarle trabajo a los colaboradores en otros programas de Miami tras el fin de Sálvame, si algo tiene claro es que esta continuación es un regalo para el público que les acompañó durante 14 años: "Cualquier percha se queda coja ante un equipo como el que integra ¡Sálvese quien pueda! porque arrasan con todo. Solo quieres verlos a ellos. A todas horas. Hay veces que hasta me sobran los planos recurso. Si eso me pasa a mí, que me los conozco al dedillo, no quiero ni imaginar lo que va a significar para su público verlos de nuevo en acción. Van a querer más y más porque son profundamente adictivos. Droga dura. No dudo que habrá una segunda temporada. Y una tercera. Porque lo más importante de todo es que, después de ver el reality, acabas con la sensación de que quieres muchísimo a toda esa panda".

Pero Vázquez no solo valora el nuevo programa en su conjunto, sino también repasa pormenorizadamente el desempeño de todos y cada uno de los tertulianos que intervienen. Con quien más se deshace en elogios es con Belén Esteban, a la que considera "una máquina de televisión con patas, un ser humano ideado para vivir delante de las cámaras".

El repaso de Jorge a todos los colaboradores

"Belén consigue en este reality rizar el rizo de una manera apabullante: no hay manera de desviar la mirada hacia otro lugar cuando ella, The Queen, aparece en pantalla. Lo de princesa ya se le queda corto", asevera el comunicador, enfatizando que "sigue más vigente que nunca", ya que "demuestra que cuando pone a funcionar la maquinaria es, simple y llanamente, una profesional arrolladora".

En María Patiño repara en su lado más personal, poniendo de manifiesto que "tiene muchos miedos a participar en programas como este, pero ya es hora de que se dé cuenta de que esos miedos no tienen ningún sentido". "Está para comérsela, para llevársela a casa para siempre. Dan ganas de abrazarla a todas horas y decirle que no se preocupe, que todo irá bien, que los malos no siempre ganan", comenta Jorge, y es que es precisamente la presentadora de Socialité quien más vulnerable se muestra en estas tres primeras entregas.

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En el caso de Matamoros, Vázquez considera que "rema sin descanso durante todo el reality y se nota. No se le escapa ni una. Está atento a todo lo que sucede en todo momento". "Es un gozo ver a un señor tan grandón pasándoselo pipa trabajando en algo tan absurdo. Pero, sobre todo, es una auténtica maravilla comprobar que no puede ocultar el cariño que tiene a los que permanentemente pone al límite", analiza con cariño el filólogo, poniendo sobre la mesa que "esa imagen de gruñón, de tipo duro, ya no cuela".

Lydia Lozano es otra de las mejor valoradas por el presentador, llegando incluso a compararla con Bette Davis: "Siento decirle que el programa la ha colocado en un lugar tan complicado como interesante. No creo que haya muchos proyectos a su altura. Vas a tener que pedir trabajo porque no te van a salir proyectos. A ver quién te ofrece algo donde puedas brillar como te mereces", asegura con rotundidad, destacando además que es "la diana ideal para poner en marcha cualquier trama".

La gran revelación del formato es, a su juicio, Víctor Sandoval, disfrutando como el primer día de su trama sobre Nacho Polo, de su drama: "Cuando quiere, puede. Tiene que vencer ese espíritu derrotista que lo aplasta y la sensación de perdedor a tiempo completo, pero tampoco del todo, porque son sus grandes bazas dramáticas", considera Jorge Javier.

En lo que a Terelu respecta, el rostro de Mediaset pone en valor ese halo de gran diva de la televisión del que Campos no se ha desprendido: "Es como esa Lisboa que retiene restos de un pasado majestuoso, pero que ya no se esfuerza en conquistar el ojo ajeno porque sabe lo que fue, pero no muere por volver a ello", motivo por el cual la compara con "esas turistas británicas de cierta edad que deambulan por Magaluf con esa libertad que te da saber que te pasas por el mismísimo lo que opinen de ti".

"Desprovista ya de cualquier prejuicio, Terelu se convierte aquí en una guest star para la eternidad", aunque "tiene el santo papo de decir que ella es mejor presentadora que colaboradora y desde aquí ya le digo yo que no".

Jorge no se moja en exceso sobre Chelo, destacando que brilla en sus silencios y que no debe reivindicarse tirando de currículum, puesto que no es para nada difícil empatizar con su fragilidad, todo lo contrario: "Tienes que hacer serios esfuerzos para no tener que echarte a llorar con ella. Y te pones a rezar todo tu repertorio para que Chelordomo no desaparezca nunca de nuestras vidas".

Kiko Hernández, el peor parado

Para el final deja a Kiko Hernández, sobre el que recae la peor de sus valoraciones: "Desde que Fran apareció en su vida lleva ese nombre tatuado en la mente, en el corazón y en cada uno de los poros de su cuerpo. Y todo lo que sea él no existe. De ahí que en los tres episodios del reality Kiko no logre encontrar el tono. Vive de rentas".

"Ha descubierto una vida fuera y no parece que esté dispuesto a volver a ese Kiko arriesgado y transgresor que nos deleitó con su maldad. Yo lo quiero seguir viendo, pero debe ofrecerme mucho más. Es una crítica, sí, pero se la ha ganado a pulso: ha dado tanto que ahora no nos conformamos con que se dedique a tirar de oficio. Que lo tiene y mucho", concluye Jorge Javier Vázquez.